Rodolfo Patricio Florido
Los rumores y las
especulaciones ya comenzaron a tomar destino de construcción concreta.
Obviamente no se expresará en voz alta. Scioli cuida las formas y ya sabe que
no contará con la bendición presidencial, pero tampoco quiere provocar, aunque
todo el tiempo lo provoquen a él.
Una de las
determinaciones tomadas es que; si se intenta obtener el acuerdo parlamentario
para reformar la
Constitución , sus legisladores no votarán la reforma, aunque
antes se haya hablado y supuestamente comprometido que esto no implicaría la re
reelección. Y si la
Presidente pretendiera bendecir un candidato, como por
ejemplo al actual Jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina u otro, Scioli no
aceptará otra vez una verticalidad que lo deje sin el destino que siente haber
ganado a fuerza de silencio y obediencia. Claro que Scioli es más peronista que
kirchnerista y eso hoy, en tiempos que en los actos de Cristina se escucha mas
el rock que la marcha peronista, no parece muy perdonable.
Scioli no confía y
los kirchneristas que sondearon su entorno para ver si aceptaría el apoyo
presidencial para una reforma constitucional para la Provincia de Buenos
Aires que le garantice la re reelección en la Provincia , se
encontraron con un NO rotundo. Scioli hoy mide mejor que la Presidente y su estilo
no confrontacionista tiene mejor inserción en la sociedad que la confrontación
permanente.
Scioli no confía en
las expresiones de supuestos acuerdos firmados para apoyar la reforma o cambio
completo de la
Constitución Nacional porque los Constituyentes una vez
constituidos pueden desarrollar soberanamente su cometido y no cumplir los
acuerdos o efectuar mecanismos indirectos que garanticen, bajo otras formas
republicanas, el intento de continuidad de la Presidente Cristina
Fernández. Allegados a Scioli confirman esta desconfianza y le asignan incluso
que más que desconfianza es “certeza” de que no se cumplan los acuerdos. Uno de
ellos nos señaló… “han incumplido tantos acuerdos y provocado tantos conflictos
vía Mariotto, que no les creemos nada”.
Es en este contexto
que Scioli continúa con contactos que presumen ser “secretos” pero que se dejan
trascender para poder desmentirlos pero que al mismo tiempo sirvan de mensaje
de marcado de cancha al cristikirchnerismo.
Alberto Fernández y
De Narváez son parte de los contactos que Scioli viene desarrollando para unir
el peronismo no ultra kirchnerista y ofrecer de esta manera a lo que algunos
llaman “kirchnerismo histórico” una salida con cierta continuidad política y
laboral para ellos. Una suerte de… “los soldados de Cristina NO, los seguidores
iniciales de Néstor SI”.
El objetivo de Scioli
es recuperar el carácter movimientista del peronismo sin el concepto de algunos
kirchneristas cuando señalaran que el “kirchnerismo es una fase superior del
peronismo”. Obviamente el cristikirchnerismo, la Cámpora , Zannini y otros
del primer círculo de Cristina, están que trinan. Intentar encorsetar a Scioli
y piensan que limitando o demorando sus fondos de coparticipación, puede dañar
los objetivos de Scioli, pero saben también que, en el seno de una acción de
este tipo, está el riesgo de que, eventuales desbordes en la Provincia se lleve
puesta la gobernabilidad de Cristina.
Así, el ex jefe de
Gabinete, Alberto Fernández, recluta a peronistas alejados del Gobierno para
que compitan en las elecciones del 2013. Cristina intentará armar las listas a
su gusto y sin negociar prácticamente nada con Scioli. Todos coinciden que esta
vez, Scioli dará batalla, aunque esa batalla signifique arreglar con Sergio
Massa, con Francisco de Narváez y hasta con el mismo Felipe Solá. Alberto
Fernández es una de las espadas externas que trabajan en ese sentido.
El intendente de
Tigre Sergio Massa, que mide más que nadie en la provincia de Buenos Aires, no
se hace ver por estos lados, donde todos lo dan como cabeza de la lista de
diputados para 2013 y Gobernador en el 2015.
Lo cierto y concreto
es que no hay conflicto entre Scioli y Massa. Pretenden cosas distintas en
tiempos distintos. Y si bien Massa también podría ser presidenciable, no tiene
hoy el aparato que acompaña a Scioli y el cristikirchnerismo no lo siente como
propio. De hecho, no lo es.
Lo que si es cierto
es que Daniel Scioli ya está lanzado a la presidencial del 2015 aunque no lo
exprese. Y aunque vaya al acto en Vélez y se banque algunos insultos de grupos
ligados a la Cámpora.
Él se seguirá mostrando encolumnado con la Presidente y hará oídos
sordos a todas las directas e indirectas. Scioli espera y hasta ahora esperar
le ha ido dejando servida en bandeja todas sus aspiraciones. Se muestra
verticalista, aunque su verticalismo se explique más dentro de la esfera del
peronismo que del cristikirchnerismo.
Hay quienes afirman
que Scioli no es que ceda, solo retrocede para tomar envión. Falta poco para
saber hasta donde aceptará el retroceso. La nueva agrupación legislativa
bonaerense, la “Juan Domingo” pareciera haber marcado un límite que antes no
existía.
Informador Público,
29-4-12