Mons. Héctor Aguer,
Arzobispo de La Plata
“Hace un par de
semanas fue presentado el anteproyecto de reforma del Código Civil de la Nación , un volumen de 793
páginas. La noticia no tuvo una repercusión popular muy amplia, como tuvieron
otros anuncios recientes, y, sin embargo, aquí se juega, de algún modo, el
futuro de la sociedad argentina y su estructura fundamental”.
“He tomado alguno de
los temas de este anteproyecto que me parecen fundamentales, que implican
alteraciones muy graves contra la constitución de la familia y la dignidad de
la vida humana”.
“Comencemos por lo
que se refiere a la vida, el inicio de la vida. El anteproyecto modifica la
redacción actual del Código Civil y establece lo siguiente: “La existencia de
la persona humana comienza con la concepción en el cuerpo de la mujer o la
implantación en ella del embrión formado mediante técnicas de reproducción
humana asistida”.
Se establece en ese texto
una diferencia injustificable desde el punto de vista científico; se reconoce
como persona humana desde el momento de la concepción aquella que es engendrada
en el cuerpo de la mujer, pero no la que inicia su trayecto vital en una
probeta. Ésta sólo sería persona a partir de su implantación en el seno que la
reciba.
“Quiere decir que con
los embriones que son el resultado de un proceso que en el anteproyecto se
llama reproducción humana asistida, y que mejor debiera llamarse procreación
artificial, se puede hacer cualquier cosa. Los embriones no implantados no son
reconocidos como seres humanos. Esta aberración tendrá consecuencias
gravísimas, que ustedes pueden imaginar”.
“Otra alteración del
orden natural, en la misma línea: se legaliza lo que se llama alquiler de
vientres, o la maternidad subrogada. Con esta disposición se altera
completamente la situación que corresponde a la concepción y nacimiento de un
nuevo ser humano. La aprobación de las técnicas de procreación artificial
legalizan la gestación por sustitución, con lo cual se introduce la confusión
en la realidad entrañable de la maternidad ¿a quién deberá reconocer por madre
el niño que es fruto de tal experimento?”.
“El mismo juicio
negativo debemos pronunciar a la confirmación de una práctica que se viene
realizando y que ha sido autorizada por ley de las técnicas de procreación
artificial; el Código incluirá la donación de gametos. ¿Qué quedará de la
identidad biológica del ser humano? Todo niño tiene derecho a saber quién es su
padre y quién es su madre, también en el orden biológico. Pero aquí se abre la
posibilidad de eliminación de embriones por distintos motivos, por ejemplo
porque se presupone que van a tener alguna discapacidad que lo limite. O se los
congelará, o se los podrá descartar si se considera que sobran. Esto es
gravísimo, es una manipulación intolerable de las fuentes de la vida. Otra
aberración es permitir la inseminación post mortem”.
“También se legaliza
lo que se llama homoparentalidad. Quiere decir que un niño podrá tener dos
papás o dos mamás. Esto es una consecuencia de esa ley inicua que, el año
pasado, alteró la naturaleza misma del matrimonio”.
“Respecto de la
familia hay también cosas lamentables. Por ejemplo, la eliminación del deber de
fidelidad en el matrimonio, que es un elemento fundamental; ya no será un deber
guardar fidelidad y, consiguientemente, entonces, ya no habrá atribución de
culpa en el caso de adulterio.”.
“Por otra parte, en
el anteproyecto se banaliza además del matrimonio, el divorcio, que pasa a ser
lo que se llama ‘divorcio express’. El trámite va a durar una semana. En una
semana se podrá liquidar la realidad del matrimonio”.
“Se crean las figuras
de ‘uniones convivenciales’ para las parejas no casadas. Quiere decir que será
lo mismo casarse que no casarse.”.
“Estas reformas no
tienen por ahora una repercusión popular, pero las consecuencias a la larga
serán tremendas sobre todo teniendo en cuenta que el Código Civil Argentino era
un modelo de orden jurídico fundado en la naturaleza de las cosas. La obra de
Dalmacio Vélez Sarsfield, además, fue prolongada y completada por tantos
estudiosos, por famosos civilistas, que han honrado al Derecho Argentino”.
“Todo eso quedará
arrumbado entre objetos sin interés, sin valor”.
“Aquí lo que se está
proponiendo, es una nueva estructura de la sociedad argentina en sus realidades
esenciales. ¡Y esto sí que es un problema serio y que tiene que ser objeto de
debate!”.
“Es de esperar que
haya, un debate serio en el Congreso de la Nación. Espero
también que haya muchas consultas antes, a todas las instituciones de la
sociedad que pueden opinar sobre esto. Hay mucha gente todavía que reconoce lo
fundamental de la estructura social y el valor de la familia y la
intangibilidad de la vida humana”.
NOTIVIDA, Año XII, Nº
816, 22 de abril de 2012