Por: Dr (Geólogo) Peralta E. H.
El conflicto “antiminero” de Famatina (La Rioja) y mas precisamente sobre el sector “Mina La Mejicana”, se ha manejado y se sigue manejando en base a numerosos datos falsos y exacerbando factores emotivos en el tratamiento del tema.
En general se ha tratado de imponer a la opinión pública la idea de “una humilde población campesina a la cual se quiere despojar de sus aguas de regadío, para dedicarlos a la explotación de una “Mega mina” en beneficio del capital extranjero”.
Ni tanto ni tan poco.
1. La antigua mina La Mejicana, hasta donde llega el histórico cablecarril de principios del siglo XX (y que nunca funcionó en forma óptima) se encuentra en las nacientes del Río Amarillo, así llamado por la acidez de sus aguas (PH 5 a 6 , según sea invierno o verano ) y por consiguiente con gran abundancia de sulfatos ferrosos en solución, junto con altísimos tenores de metales pesados (Cobre, Plomo y Zinc fundamentalmente) que se dispersan hasta por lo menos unos 40 Km aguas abajo del punto de origen (Filo la Mejicana). A medida que las aguas se alejan del origen (con tramos turbulentos y pequeñas cascadas) el Hierro “Ferroso” (valencia +2) se va oxidando a “Férrico” (valencia + 3) acentuándose el color amarillo característico. Se trata de un volumen importante de agua (mínimo de 100 lts/seg en invierno vs 200 a 300 lts /seg. en verano), INEPTO para los animales, para riego y mas aún para el ser humano.
2. En la zona conocida como “Los Corrales” recibe desde el norte las aguas ( éstas SI “prístinas” y aptas para todo uso) del Río Del Marco-Achavil, resultando muy curioso el punto de confluencia (exactamente donde está el vado para ingresar a la huella que sube hacia La Mejicana ) por el contraste de ambas corrientes: una turbia de color amarillo limón y la otra de apariencia gris (pero en realidad es transparente e incolora). A partir de allí, el “agua buena” se arruina por el aporte del Río Amarillo. Para evitarlo, pocos metros aguas arriba de la confluencia, se capta y desvía la mayor parte del “agua buena”del Río Del Marco-Achavil, hacia un canal de cemento y calicanto, que la lleva hasta Alto Carrizal y Famatina, donde se la usa en especial para riego de los nogalares y pequeños viñedos.
Debe quedar absolutamente claro: el riego en esos parajes NO USA el agua del Río Amarillo, salvo “diluyéndola” lo mas posible con agua buena, tratando de aumentar el volumen, (Ejemplo: la zona de la “Plaza vieja”) sino las del Río Del Marco-Achavil (que algunos viejos pobladores llaman también Río Negro) y que NADA TIENE QUE VER con la zona mineralizada de la Mejicana ni, por consiguiente, con el hoy discutido proyecto minero.
En realidad, si el proyecto minero se lleva a cabo ( como sucederá “a la corta, la mediana o la larga”), porque así lo indica la lógica, entre las obligaciones sociales de la empresa, estará la de DESMINERALIZAR esas aguas inservibles (Río Amarillo), para poder usarla en sus procesos metalúrgicos, evitando USAR o AFECTAR los caudales que hoy SI se usan para riego.
3. La acidez y abundancia de sulfatos ferrosos del Río Amarillo, proceden de la oxidación atmosférica de la generalizada piritización de las rocas sedimentarias ordovícicas (más de 450 millones de años de antigüedad) de la Sierra de Famatina, siendo éste un fenómeno NATURAL y no producto de actividad minera alguna presente o pasada, Es un fenómeno tan frecuente y normal en rocas de edades similares, al menos desde Jujuy hasta Mendoza, que resulta increíble que llame la atención de los legos, sacando conclusiones grotescas y hasta que se lo quiera usar como “argumento” en la campaña antiminera.
4. Debe quedar en claro también que estas aguas no proceden de glaciares, porque NO EXISTE “GLACIAR” alguno en toda la Sierra de Famatina: son aguas derivadas de nevadas y lluvias ocasionales, pero NO ES “Agua de Glaciar”, como irresponsablemente afirman tantos “expertos” de los que se ven ahora.
Soy muy conciente de que existen incluso colegas geólogos que dicen lo contrario, pero lamentablemente para ellos, el suscripto SI trabajó en, y conoce dicha Sierra en casi toda su extensión (incluyendo también el sector catamarqueño) y no me refiero a “Fotointerpretación académica de escritorio”, sino a campañas (de campo-campo) durante un tiempo considerable (más de 4 años acumulativos en mi caso) desde los no tan lejanos tiempos en que todo se hacía a lomo de mula.
NO EXISTEN geoformas glaciarias (valles en “U”) en el Famatina, con la única excepción parcial del Río Indarguás, (nacientes del Río Miranda) que pudo tal vez “acercarse” a dicho estado (en realidad para el suscripto es mas bien un típico valle Fluvioglacial) , pero desaparecido hace mas de 12000 años por lo menos (fin de la última gran glaciación). Tampoco existen los supuestos “Glaciares de escombros” en la Sierra de Famatina (como tampoco existen aguas arriba de Andalgalá en Catamarca en otro grotesco invento nuevaolero). Los glaciares de escombros verdaderos, merecedores de ese nombre, recién comienzan hacia el sur en Mendoza y/o probablemente en San Juan (Ejemplo: vertiente norte del Co Aconcagua ?).
En cuanto al no menos grotesco concepto de “Periglaciar”, hoy tan promocionado políticamente, prefiero abstenerme de opinar por ahora, pero es bueno aclarar al público y a los colegas jóvenes, que el tema del glaciarismo no se inventa por ley ni decreto. La única verdad está en el campo, señores !.
Cierto tipo de periodismo sensacionalista se solaza desorientando o asustando a la gente normal, aprovechándose del desconocimiento popular de disciplinas como geologia y geoquimica. En el caso de Famatina y la Mina La Mejicana, esa política se ha basado en la promoción de tres mitos:
-Que se despojará del agua para riego a las poblaciones vecinas en beneficio de una Megaempresa minera.
-Que las aguas del Río Amarillo en la región de Famatina (La Rioja), originalmente “prístinas” se volvieron ácidas a raíz de las actividades de una compañía minera inglesa en Mina La Mejicana a fines del siglo XIX y principios del XX. Textualmente , según dichos personajes “ este problema de drenaje ácido tiene apenas 100 años de historia”.
-Que se corre el riesgo de que el uso de cianuro en una nueva operación todavía en estudio, producirá contaminación irreversible envenenando las aguas de la región.
Me referiré a los puntos 2 y 3.
(2) El mito del drenaje ácido de mina: En el valle del Río Amarillo (Sa de Famatina) está escrita la historia geológico-climática de por lo menos los últimos 800000 a un millón de años (bastante mas que los “100 años” que le atribuyen algunos destacados charlatanes). El problema es que la gente normal, no tiene el entrenamiento profesional adecuado para interpretar estos procesos naturales y es muy fácil hacerles creer cualquier cosa, explotando la normal desconfianza hacia lo desconocido que tiene el ser humano y sin olvidar cierta “impronta ideológica anticapitalista”, muy comun entre los argentinos. Es para mí un misterio el porqué les resulta tan “creible” la versión de esos “pseudoespecialistas”.
Intentaré una vez mas aclarar un poco las cosas.
Casi al pie de la antigua Mina La Mejicana, junto al llamado campamento de la “Cueva de Pérez”, están los remanentes de la Formación geologica “Cueva de Pérez” (unidad descripta por geologos de SEGEMAR), que consiste en no menos de 80 a 100 m de gravas y escombros cementados por óxidos de Hierro, formando un tipo de roca comúnmente llamado “Ferricretas” y que son muy comunes en la Sierra de Famatina, así como en muchas otras sierras del Noroeste Argentino y de Cuyo.
Es el resultado de la oxidación de Pirita dispersa (Disulfuro de Hierro) muy abundante en rocas sedimentarias dominantes en la región. Este mineral, por acción del aire tiende a oxidarse formando Sulfatos de Hierro (solubles) que las aguas de infiltración de lluvias y/o las 3 a 4 nevadas habituales al año, “lavan” e incorporan alcanzando así un PH ácido entre 5 (invierno) y 6 (verano). Es decir se trata de un drenaje ácido NATURAL, que nada tiene que ver con la antigua operación minera, no importa quién afirme lo contrario .
En esas aguas impegnadas de “sulfatos Ferrosos” (Hierro con valencia + 2), por el avance del proceso de la oxidación, el Hierro tienden a pasar al estado “Férrico” (valencia + 3), con lo cual la molécula se vuelve inestable y cualquier disminución de acidez (Ejemplo: una lluvia repentina o algún sector con rocas calcáreas reactivas) la descompone (“Hidroliza”) formándose los Oxidos Férricos hidratados de color marrón rojizo, a veces algo amarillentos (mas conocidos como “limonitas transportadas”) que van cementando las gravas y escombros modernos, formando las Ferricretas. Como fenómeno póstumo de los oxidos hidratados marrón-rojizos, se llega a producir deshidratación para formar Oxido ferrico anhidro (Rojo oscuro)
Los oxidados recién formados tienden a ser amarillos, pero a medida que “envejecen” tienden a tomar color marrón-rojizo, fenómeno conocido por los geólogos como “viraje al rojo de las limonitas”.
En parte se debe al pasaje paulatino del Hierro ferroso (valencia 2) al Férrico (valencia 3) y en parte a diversos grados de deshidratación (los sulfatos ferrosos húmedos son verdosos, pero una vez secos se vuelven amarillos).
Acerca del “Viraje al rojo”. Nota para estudiantes de Geologia: este proceso es el tan conocido de formación de “limonitas” : Protojarosita+ Coquimbita + Jarosita ===> Gohetita ==> Hematita, especialmente cuando son del tipo “transportado”.
Se reconocen 3 etapas de evolución.
ETAPA 1 : El antiguo Río Amarillo durante cerca de medio millón de años cavó un profundo valle de no menos de 200 m de profundidad. (Período de erosión intensa).
ETAPA 2 : Alcanzado cierto grado de “madurez” la erosión fue disminuyendo, pues el agua no tenía ya suficiente poder de arrastre y gran parte de los escombros quedaban en el sector. De ese modo el Río Amarillo comenzó a “rellenar su propio cauce” ( el mismo que tan esforzadamente cavó durante la Etapa 1), durante 200000 años o más hasta dejar un depósito de gravas y escombros del orden 80 a 100 metros de espesor, que es simultánea o inmediatamente cementado por los Oxidos Ferroso-Férricos. Resultado: la actual Formación Geológica “Cueva de Pérez”.
ETAPA 3: Debido a movimientos tectónicos recientes (“neotectónica”) se elevó el relieve y como consecuencia inevitable se reactivó la erosión, aumentando otra vez el poder de arrastre del Río Amarillo y permitiéndole cortar sus propios sedimentos previos (acumulados durante la etapa 2). Se formó así un “paleonivel de terrazas” muy notorio (otros 100000 años) proceso que continua en actividad.
Estas tres mismas etapas son reconocibles a lo largo de todo el valle del “Prístino” Río Amarillo, donde es normal ver los óxidos férricos depositándose actualmente bajo el agua, pero hay tres localidades que, didácticamente hablando resultan “ejemplos de libro”.
a. Las nacientes del Río (Sector Cueva de Pérez- La Mejicana).
b. El sector medio o de las “Minas de Ocre” (hasta no hace muchos años se extraía para obtener pigmentos para pinturas al agua). Aquí el espesor de Ferricretas es de “apenas” 50 m de espesor (¡ Notable velocidad de acumulación en “sólo 100 años” según los “expertos” embaucadores !).
c. Los dos casos anteriores son fenómenos naturales. El tercero de la lista es provocado intencionalmente por el hombre, imitando los procesos naturales, como se puede ver en el propio pueblo de Famatina, a la altura de la plaza entre la Hostería Provincial y la vieja Terminal de colectivos.
Allí se puede ir hasta el Río, por el camino a “la Banda Florida” , donde se verá un pequeño endicamiento artificial usado para “deslamar”el agua amarilla.
Se forma una lama ocrácea (arcilla + Oxidos de Hierro ) de aspecto bastante “repugnante”: (pruebe de pisar en ella). El objetivo de este emplazamiento es tratar de mejorar el agua, eliminando la mayor parte de su carga de sales ferríferas, para poder usar al menos una parte, mezclándola con un volumen doble de “agua buena” (procedente del Río Del Marco-Achavil) y poder regar sin arruinar demasiado los suelos agrícolas.
Dos veces por semana se abre la compuerta para que las “Prístinas aguas “ arratren la porquería (2 a 3 metros de espesor de lama ferrífera acumulada) y una vez vaciado, se pueda volver a usar el embalse deslamador. Aquí el agua “Prístina” ya tiene PH 6.5 a 7 (casi neutro).
Reitero: el agua realmente buena para riego proviene de los Ríos Del Marco-Achavil y es enviada por separado mediante un canal, antes de que se mezcle con las “Prístinas”.
3) El mito del cianuro y la “contaminación universal”
Es ya costumbre agitar el fantasma del escape catastrófico de cianuro ( o directamente el “volcado” desaprensivo o “descarte” de soluciones cianuradas en los riíos). Lo del “vuelco intencional” es un absurdo económico total, pues se perdería el Oro y plata en solución , que es justamente la base del negocio.
Lo del escape catastrófico es un riesgo muy controlado, justamente por las repercusiones político-social-económicas de semejante evento. Sin embargo, no hay mejor garantía contra ese riesgo que el propio Río Amarillo, porque en caso de producirse un derrame accidental, este iría a parar a aguas ácidas, sulfatadas y con gran carga de Hierro (Ferroso y Férrico: ambos).
Como enseña cualquier libro de Química básica, el cianuro se descompone inmediatamente en un medio ácido, formando Anhídrido Carbónico (CO2) y Nitrógeno elemental (N2). Por si fuera poco, al encontrarse los iones de Cianuro con las sales sulfatado-ferríferas en solución (¡ y extremadamente abundantes !), se formarían compuestos del tipo Ferrocianuro Férrico (mas conocido como Azul de Prusia y otros similares como el Azul de Turnbull : son varios) usados por ejemplo como fertilizante potásico, para el “Blanqueo” de iones ferríferos en el vino blanco, para teñir telas de color azul, fabricación de tintas y pinturas, copiado heliográfico de planos, e incluso, para usos tan peligrosos como el “azulado” de la ropa blanca (¿ recuerdan el famoso “azul de lavar“ o el jabón “Limzul”, usados por las lavanderas de otrora?). ¿ Algún lector conoce algún accidente fatal de envenenamiento por usar tela tipo vaquero, o por uso del “azul de lavar”, o por chupar alguna lapicera BIC o por hacer alguna copia heliográfica de un plano en la versión “lineas azules” ? ( en este ultimo caso, lo “picante” para los ojos es el amoníaco y no los compuestos cianurados ).
Se trata de compuestos inocuos y en este caso, las “Prístinas aguas” del Río Amarillo son la mejor barrera química natural que se podría desear.
Una vez mas , nos encontramos en un caso de “Cuasi-Terrorismo ambiental”, donde se busca sugestionar a la población y predisponerla en contra de una explotación minera, por razones estrictamente “anticapitalistas” que nada tienen que ver con la Ecología, sino con una inconfesada deformación ideológica (“Ecologismo Sandía” : muy verde por fuera, pero rojo “comunoide” por dentro).
Conclusión:
El agua del Río Amarillo no sirve para riego, pero sí podría usarse en mineria, previo tratamiento (a costo de la empresa por supuesto). Minería y Agricultura, pueden coexistir usando dos aguas distintas sin interferir entre ellas. La exclusividad para cada destino se puede reglamentar legalmente, de modo que no haya problemas ni disputas.
La acidez del Río Amarillo y su carga de sulfatos, son un fenómeno NATURAL (Drenaje Acido Natural”) y no “drenaje ácido de mina” como ciertos “especialistas” quieren hacerlo aparecer. Tampoco “se originó hace un siglo por la actividad minera”: lo demuestra la historia geológica y desafío personalmente a cualquier profesional a demostrar lo contrario (los hay).
El agua del Río Amarillo, es la mejor garantía y prevención natural ante el uso de cianuro y algún eventual escape incontrolado. Eso no es excusa para minimizar el control de cualquier riesgo por supuesto.
No se justifica en lo mas mínimo el conflicto social “Antiminero” en las localidades de Famatina y Chilecito (La Rioja) especialmente, generado por activistas foráneos (¿Quién los paga?), ONGs (las de siempre y tan conocidas) y con la complicidad militante de pobladores sugestionados por embusteros profesionales (usados como ingenuos útiles, en contra de sus propios intereses: estoy convencido de que se equivocan feo).
Es evidente el fracaso de quienes integran el bando “Prominero” : empresas, profesionales, técnicos, etc, (entre los cuales me incluyo) en el intento de llegar a la sociedad y explicar racionalmente las circunstancias. Es otro caso típico de “impotencia comunicacional”: los técnicos no estamos entrenados como “comunicadores sociales”, de modo que no espero resultados mucho mejores con este artículo que con otros anteriores.
Es evidente que la gente en general, prefiere creer solamente en aquello “que resulta cómodo de creer”, especialmente cuando se auguran catastrofismos que nunca se cumplen (una especie de “Terrorismo ecológico” o algo parecido).
Ignoro cual es la solución. Es mi opinión.
Por: Dr (Geólogo) Peralta E. H.
(Ex profesor de Yacimientos y de Geoquímica general y aplicada. U. N. Catamarca)
Estrucplan, 3-4-12