LEGAL O ILEGAL, EL ABORTO SIEMPRE ES INMORAL
NOTIVIDA, Año XVII, Nº 1057, 7 de agosto de 2017
Desde el 31 de julio último, se lleva adelante en
Esquel, provincia de Chubut, el juicio penal a la Dra. Estrella Perramón, la médica
que en el año 2015, en el Hospital de El Maitén, le practicó un aborto a una
joven de 17 años que pocos días después falleció en el Hospital de Esquel al
que fue derivada por un cuadro infeccioso (Vid Notivida Nº 995).
Los padres de la menor, Keila Jones, se enteraron de
que le habían practicado un aborto tras su fallecimiento y afirmaron desde el
primer momento que de haberlo sabido, hubieran aceptado al nieto y acompañado a
la hija. Ellos presentaron una demanda contra la médica que realizó la práctica
y desde la semana pasada se realiza el juicio oral y público (La Jornada,
31/07/2017).
El aborto es un crimen nefando y -como declaró la Red
Federal de Familias hablando de este caso en el 2015- “en Chubut se practica al
cobijo de una pseudo normativa nula e inconstitucional, que, bajo pretexto de
regular supuestas e inexistentes ‘interrupciones legales del embarazo`,
violenta el principio de derecho público constitucional que, sin cortapisas,
consagra la protección del derecho intrínseco a la vida de todo ser humano
inocente desde el momento de su concepción”. Pero nada hubiera pasado si además
del hijo, no hubiera muerto la infortunada madre.
Los responsables de la muerte de Keila y de su hijo
El castigo penal a la médica abortera por la muerte de
Keila, resultará de las circunstancias que tendrá que dirimir la justicia:
¿Hubo “mala praxis” de parte de Perramón al practicar el aborto? ¿La “buena
praxis” sería matar al hijo sin poner en riesgo la vida de la madre? ¿Habría
que aplicar con esmero una ley inicua que sistematiza el asesinato de
inocentes?
La responsabilidad por la muerte de Keila la decide el
juez y esperemos que su veredicto inhiba al menos a algún médico chubutense a
la hora de practicar un aborto; pero no existe ley que pueda disminuir la
gravedad moral del asesinato del hijo de Keila y la consecuente muerte de ella.
Perramón es la única acusada aunque no es la única
responsable.
Todos los legisladores que votaron en el 2010 la Ley
de “aborto no punible” de Chubut, en la que Perramón se amparó, tienen parte en
su accionar. Empezando por la autora de la iniciativa, la ideóloga feminista
Mariana Ripa.
Cuánto más el gobernador Das Neves que celebró y
promulgó la Ley, mofándose de la Corporación de Abogados Católicos que le había
pedido el veto: “Yo también soy católico”, “el aborto es lo más humanitario que
puede haber”, “únicamente los retrógrados se pueden oponer”, respondía Das
Neves en el 2010.
¿Se habrá acercado el Gobernador a los padres de
Keila? ¿Los llamará retrógrados? No, de seguro que no, Das Neves está muy
ocupado, se ha puesto al hombro las PASO, milita en la campaña de “Chubut Para
Todos”, sin lamentar que falten Keila y su hijo, sin advertir siquiera que
“Chubut no es Para Todos”.