‘La Doctrina social debe valer
también en el Vaticano’
Marco
Tosatti
Infovaticana,
10 Julio, 2017
La
historia de Charlie Gard nos ha impedido en los últimos días ocuparnos del caso
Müller, y de la desaparición del gigante silencioso de la Iglesia, que fue
Joachim Meisner. Lo hacemos hoy, con algo de retraso, para compartir un
artículo interesante de la Passauer Neue Presse, que trata ambos temas. La
traducción es nuestra:
El
cardenal Gerhars Ludwig Müller ha criticado duramente la forma en la que fue
despedido. En una entrevista con el Passauer Neue Presse, dijo que Francisco le
comunicó su decisión de que no continuaba como prefecto de la Congregación para
la Doctrina de la Fe “en menos de un minuto”. Tampoco le dio ninguna razón. “No
puedo aceptar ese estilo”, subrayó Müller dejando clara su distancia con el
modo de actuar del Papa. “La Doctrina social de la Iglesia debe valer”,
también en Roma en las relaciones con los empleados.
El
motivo de la entrevista ha sido la muerte del cardenal Joachim Meisner,
fallecido a los 83 años en Bad Füssing. Müller había hablado por teléfono con
el arzobispo de Colonia en la víspera de su muerte, y trataron el tema de su
despido. Meisner se mostró “profundamente impresionado” por el despido. “Este
hecho le afectó profundamente y lo consideraba un hecho que dañaba la Iglesia”,
contó Müller.
Sin
embargo, a pesar de criticar el modo de actuar del Papa, ha defendido la
lealtad que tiene a Francisco. El ex obispo de Ratisbona ha declarado
“cualquiera podrá posicionarme a la cabeza de cualquier movimiento crítico al
Papa Francisco”. Sin embargo, se ha definido como “un cardenal que sigue
teniendo la responsabilidad de cuidar de la unidad de la Iglesia para evitar
las divisiones”. Al tiempo que ha asegurado que siempre será leal al Papa como
“católico, obispo y cardenal, como es su deber”.
Cabe
destacar que el cardenal ha sido despedido -un hecho sin precedentes en la
historia de la Iglesia desde la mitad del siglo pasado-, tal y como habían sido
despedidos tres sacerdotes de su congregación hace apenas tres meses. Como una
decisión del Pontífice, sin ninguna motivación o explicación. Un signo evidente
de un estilo de gobierno que difícilmente se podría definir como dialogante,
pero que parece encajar en muchos otros tipos. Sobre las observaciones sobre la
Doctrina Socia, sólo se puede añadir: también las buenas maneras deberían
-evangélicamente o laicamente-, ser de casa.