Julio Llorente 22 Julio, 2017
Infovaticana
Así lo ha asegurado Melinda Gates, quien ha señalado
que se trata de una respuesta a las políticas provida del presidente Donald
Trump.
En el neomalthusiano Congreso Mundial de la
Planificación Familiar, Melinda Gates – esposa del conspicuo empresario – ha
asegurado que su fundación incrementará en 375 millones de dólares para los
próximos cuatro años las ayudas en materia anticonceptiva. Con esta aportación,
la familia Gates tratará de contrarrestar las políticas provida que la
Administración Trump está impulsando a nivel internacional.
Durante su presencia en este congreso – que está
organizado, además de por la Fundación Gates, por el británico Departamento
para el Desarrollo Internacional y el Fondo de Población de Naciones Unidas –
ha resaltado las supuestas ventajas de los métodos anticonceptivos: ‘El acceso
a anticonceptivos lo cambia todo. Las mujeres son más libres para trabajar
fuera de casa, ganar un salario y contribuir a la economía. Padres y madres
pueden dedicar más recursos a la educación y a la salud de sus vástagos, etc’.
Partiendo de esta base, Gates ha manifestado su
preocupación por las medidas adoptadas por la administración Trump;
administración que ya ha mostrado su firme voluntad de proteger el derecho a la
vida del no nacido y la institución familiar. ‘Éste es un tiempo difícil para
la planificación familiar. Estoy muy preocupada, como todos vosotros, por los
recortes presupuestarios anunciados por el presidente Trump’, ha asegurado la
cónyuge del empresario, que no duda en incluir al aborto en los métodos de
planificación familiar.
Asimismo, Melinda Gates, que, en evidente
incoherencia, se manifiesta católica, ha tratado de lanzar un cebo al
presidente de Estados Unidos, Donald Trump: ‘Si empoderar a la mujer es más que
una cuestión retórica para el presidente, lo debe demostrar financiando la
planificación familiar.
La política provida de Trump
Ya en los momentos inmediatamente posteriores a su
investidura como presidente de Estados Unidos, Trump comenzó a mostrar su
disposición de defender el derecho a la vida del no nacido. De este modo, el 23
de enero firmó una orden ejecutiva encaminada a prohibir el uso de fondos del
Gobierno para subvencionar a oenegés que promuevan o practiquen abortos en el
extranjero (recuperó la llamada ‘política de la Ciudad de Méjico’).
Asimismo, el vicepresidente de Estados Unidos, Mike
Pence, participó en la Marcha por la Vida que tuvo lugar, como cada año, en
Washington el pasado 27 de enero. De este modo, se convirtió en el primer
vicepresidente norteamericano en participar en esta concentración, que cuenta
cuarenta y cuatro años de historia.
En esta línea, el pasado mes de junio la delegación de
Estados Unidos en la ONU rechazó una resolución sobre la violencia contra la
mujer como consecuencia de su llamada a que el aborto continúe en aquellos
lugares donde ahora es legal. Para justificar su oposición a la resolución de
la Naciones Unidas, la delegación norteamericana aludió a la palmaria
inmoralidad de que se impulse el aborto.