El Gran Edificio Verde se Derrumba
Alana Caruba
Blog de Alan Caruba
La sucursal de New
Jersey del Sierra Club me envió un email invitándome a asistir a una
“conversación sobre el cambio climático en una New Jersey pos-Sandy”,
intentando hacer foco sobre “los impactos de la polución de los combustibles
fósiles,” a desarrollarse más tarde este mes. “Tenemos que tomar acciones para
enfrentar y prevenir los futuros impactos del cambio climático. El huracán
Sandy fue la última tormenta en una creciente tendencia de tiempo más extremo y
severo.”
No hay ningún
“creciente tendencia de tiempo más extremos” a menos de que se incluya al
actual ciclo de enfriamiento que ha estado en efecto durante los últimos 7
años, causando inviernos más intensos en todo el mundo. Yo dudo de que los
Verdes puedan hacer algo acerca del sol que estuvo en un ciclo natural de
reducida radiación.
En cuanto a los
huracanes tipo Sandy, los meteorólogos confirmarán que en promedio los Estados
Unidos puede esperar dos grandes sistemas de tormentas, categoría 3 a 5, cada
tres años. En todas las categorías, el promedio es de cinco huracanes que tocan
tierra cada tres años. De manera que no existe ninguna tendencia creciente de
tiempo más extremo. Sólo hay tiempo meteorológico.
En cuanto a lo que se
refiere al Sierra Club y organizaciones multimillonarias comparables, cuando
dice que quieren “impedir futuros impactos del cambio climático” ellas están,
ya sea engañadas, pensando que se puede hacer cualquier cosa para “impedir”
huracanes, ventiscas, y otros aspec-tos del tiempo –o están hablando de imponer
un impuesto al carbono a las emisiones de dióxido de carbono y otros llamados
gases invernadero. El Congreso ya lo ha rechazado.
Y no se trata sólo
del Sierra Club. El mismo día que arribó su invitación, Amigos de la Tierra me enviaron un email
diciendo “El Pacífico Noroeste está actualmente enzarzado en una lucha sobre el
sucio futuro del carbón y las exportaciones del mismo en los Estados Unidos. Si
las más grandes compañías de carbón del mundo tienen éxito, podríamos tener 140
millones de toneladas de carbón atravesando Montana, Idaho, Washington y Oregon
cada año. Eso son hasta 60trenes diarios en algunos de nuestros vecindarios y
más de 1000 barcos al año a través de nuestras sensitivos cursos de agua!”
¿Puede usted decir alarmismo irracional? ¿Mentiras sobre el carbón? ¿Y una
ignorancia total del valor para la economía de sus uso y exportación?
Los Verdes ven como
enemigo a cualquier cosa que por cualquier razón pueda proveernos de energía a
todos nosotros.
Por eso es que “un
panel de expertos discutirá proyectos de combustible en nuestro estado, sus
impactos, y las maneras de reducir esa polución.” Los combustibles no son
polución. Combustibles es lo que usamos para calentar o refrigerar nuestros
hogares, manejar nuestros vehículos, proveer electricidad, y conducir los
negocios de la nación. El aire y el agua de Nueva Jersey son tan limpios que en
realidad podemos invitar a la gente a vivir aquí, comenzar negocios aquí, y
visitarnos como turistas para gozar de este estado.
“Cortar la emisiones
de gases invernadero de fuentes sucias de combustibles fósiles es crítico para
proteger a New Jersey,” decía la invitación. Los niveles de CO2 estuvieron en
verdad creciendo. Más mentiras. Como James Taylor, el gerente de Environment
& Climate News nos hizo notar en marzo, “Nueva información del National
Oceanc and Atmospheric Administration muestra que los niveles de dióxido de
carbono atmosférico continúan creciendo pero que las temperaturas globales no
lo están haciendo ni acompañan al crecimiento del CO2. La nueva información
desecha las afirmaciones de que el dióxido de carbono atmosférico está causando
la crisis del calentamiento.”
Dado que el dióxido
de carbono es vital para el crecimiento de toda la vegetación, desde su jardín
de flores hasta las cosechas que nos alimentan como también al ganado,
reducirlo es una muy mala idea.
¿Es necesario decir
que la sucursal local está también aprestándose a oponerse a un nuevo gasoducto
para el estado? Piense en los puestos de trabajo. Piense en menores costos de
energía. Ahora extrapole eso al oleoducto Keystone XL y otras ampliadas fuentes
de energía y los beneficios para la economía de la nación.
La vieja guardia del
movimiento ecologista está ausente de la escena y el edificio entero del fraude
del calenta-miento global está derrumbándose. Jim Hansen, cabeza del Instituto
Goddard de Estudios Espaciales de la
NASA (GISS), estuvo anunciando su retiro desde 1981. Fue
Hansen quien le contó al comité del Congreso en 1988 que la Tierra se estaba
calentando. Eso fue el mismo año en que dos organizaciones de las Naciones
Unidas, la
Organiza-ción Meteorológica Mundial y el Programa del
Ambiente de la ONU ,
establecieron al IPCC, Panel Intergubernamental de Cambio Climático.
Larry Bell, un
columnista de la revista Forbes recientemente le urgió al gobierno de Estados
Unidos dejar de finan-ciar al IPCC junto a la Convención Marco
sobre el Cambio Climático de la
ONU. “Mientras que la cantidad que le damos al UNFCC y al
IPCC pueda parecer una limosna en el marco de la generosidad dispendiosa del
gobierno, es importante tomar conciencia de que los verdaderos costos de esa
locura representan miles de millones en políticas desastrosas e impactos
regulatorios.” Juntas, ellas recibieron un promedio total de $10, 25 millones
anuales, y establecido que crecerá en el presupuesto del año fiscal 2013 a $13
millones. Eso es una completa dilapidación de dinero, representando al mayor
fraude de la era moderna y en la redistribución de nuestra riqueza.
Las organizaciones
ecologistas se crearon y existen para controlar nuestras vidas. En marzo, un
estudio con 'peer review' del Instituto Americano de Ciencias Biológicas
titulado “Normas Sociales y Desafíos Ambientales Globales” fue publicado en su
revista anual BioScience. “Una sustancial cantidad de personas tendrán que
alterar su compor-tamiento para enfrentar a esta nueva clase de problemas
ambientales globales.”
Demasiados gobiernos
en el mundo, el nuestro y particularmente aquellos en Europa han pasado toda
clase de leyes e invertido miles de millones en proyectos de “energía verde”,
sólo para descubrir ahora que hay un desco-munal desperdicio de dinero y que la
gente ordinaria tiene otras ideas en relación a las tecnologías que en verdad
realzan y mejoran nuestras vidas.
Los Verdes son
mentirosos incansables y sus mentiras aparecen diariamente en nuestra prensa y
demás medios de comunicación. La realidad, sin embargo, está haciendo impacto
en sus esfuerzos. Los hechos son cosas muy por-fiadas. Los Verdes están mucho
menos interesados en el ambiente que en las restricciones que están imponiendo
en el uso de la energía y el bienestar general de la humanidad. Es fascismo
puro y siempre lo ha sido.
Fuente: Mitos y
Fraudes
Estrucplan, 19-4-13