Para muestra basta un botón. El mismo Alessio cuya sanción se reproduce en la entrada anterior, había expuesto públicamente poco antes, lo que debería hacer el nuevo Papa:
Tres gestos no solo
simpáticos. Para comenzar nomás.
Por Nicolas Alessio
SinTapujos.org, Fecha
March 23rd, 2013
1.Para caminar hacia
una iglesia “pobre” que de verdad ponga en el centro de sus preocupaciones a
los empobrecidos de este mundo, imitando al “buen samaritano”:
Nombrar a otra
persona como Obispo de Roma que se haga responsable de esa diócesis, nombrar a
un responsable laico del Estado Vaticano, exigir a todos los sacerdotes que son
“embajadores”, los nuncios apostólicos, que trabajen en parroquias y que su
lugar los ocupen también laicos y, sobre todo, como “Pater Pauperis” (Padre de
los Pobres) ponga sus pies en una diócesis de algún país del tercer mundo y
desde allí ofrezca su servicio de pastor de todos y todas.
2.Para caminar hacia
una Iglesia “discípula” que no se crea dueña de la verdad y viva en un legítimo
pluralismo teológico, siguiendo aquello de que “a nadie llamen padre, maestro,
doctor”:
Levantar las
censuras, las amonestaciones, las penas, las prohibiciones a todos los
teólogos, biblistas, pastoralistas y fieles que hayan tenido procesos en la Sagrada Congregación
para la Doctrina
de la Fe , por lo
menos, desde el Concilio Vaticano II hasta ahora.
3. Para caminar hacia
una iglesia “inclusiva” que pueda
abrirse a la libertad de conciencia, de pensamiento y de opinión ya que “el
Espíritu sopla dónde y cómo quiere”:
Nombrar una comisión
de expertos en ciencias humanas y sociales que propongan pronto un documento
donde claramente se tome distancia la homofobia, se rechace claramente a teoría que considera la
homosexualidad como “desorden grave”, que se valore la ideología de “genero”
como un aporte indispensable para el respeto de la diversidad y se ponga en
discusión toda la moral sexual eclesial.
4. Para caminar hacia
una iglesia “pueblo” que pueda abrirse a otros modos de celebrar la fe sin la
hegemonía del sacerdote jerarquía abriéndose a un ministerio popular sin
clericalismos porque Jesús no fue sacerdote:
Permitir que todos
los sacerdotes que fueron reducidos al estado laical, si así lo deseen, puedan
hacerse cargo de comunidades y parroquias para el servicio pastoral, poner en
debate el tema del celibato en particular y de la figura del sacerdote en
general y permitir que fieles laicos puedan también celebrar la eucaristía y
demás sacramentos.
Estos gestos, más que
simple gestos simpáticos, dejarían en claro que comenzamos a caminar en otra
dirección.