Carlos Vilchez Navamuel
Cierto que el hambre
y la miseria se han reducido a escala global, el proyecto los Objetivos del
milenio se propuso reducirlos aún más para el 2015, y lo está logrando. Sin
embargo la ironía de todo esto es que sí existe alimento suficiente para todos
y más triste es saber que en los países más desarrollados existe un desperdicio
de alimentos absurdo y desproporcionado como veremos más adelante.
El informe “Global
food looses and food waste” -“Pérdidas y desperdicio de alimentos en el mundo”-
elaborado por el Instituto sueco de Alimentos y Biotecnología (SIK), por
encargo de la FAO
(Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación ) nos
dice que: “1.300 millones de toneladas de alimentos terminan cada año en la
basura, una cantidad comparable con la totalidad de los alimentos que se
producen en África subsahariana en un año.”
El estudio señala
además que “La tercera parte de los alimentos producidos al año en el mundo
para el consumo humano se desperdician”.
Nos informa además que “Tanto los países de Europa como los Estados
Unidos tiran entre 95 y 115 kilos anuales. Solo España supera los 60 kilos anuales
por persona. Mientras que en África o en Asia alcanzan escasamente los 10
kilos.”
Tristram Stuart,
historiador y escritor inglés es el autor de un libro titulado “Despilfarro” en
el trata tema del gran desperdicio alimentario que existe en el mundo. Según el
autor, “Sólo las 40 millones de toneladas de alimentos despilfarrados en los
EEUU cada año podrían alimentar a los 1.000 millones de personas que se van a
la cama con hambre cada día.”
El escritor fue
invitado a presentar su libro en Barcelona, España con motivo del próximo Día
Mundial de la
Alimentación y en el marco de la campaña CRECE, allí le
hicieron una entrevista que aparece en un sitio de Internet denominado Intermón
Oxfam entre sus respuestas nos encontramos una que sorprende: “Cuando di de
comer a 5.000 personas en Londres en el evento “Feeding 5.000” con comida que
de no haberse utilizado así habría acabado en el cubo de la basura, calculé que
si hubiera sido capaz de recoger toda la comida despilfarrada en Gran Bretaña
ese día, habría tenido suficiente para ofrecer una comida a 60 millones de
personas, es decir, a todo el país, y ¡aún me habrían quedado algunas sobras
para la cena!”
http://www.intermonoxfam.org/es/editorial/entrevista/se-desperdicia-mas-comida-en-mundo-de-que-podrian-consumir-todas-personas-hambr
La conocida revista
española Año Cero publica en su edición 02-271 del año XXIV un pequeño artículo
escrito por Paco González sobre este
tema y nos dice que: “Sólo en la Unión Europea , en cada hogar se desperdician casi
200 Kilos de comida al año. Una lamentable tendencia al despilfarro que, lejos
de corregirse, parece ir a peor, no obstante, la crisis económica mundial está
propiciando la aparición de movimientos, individuales y colectivos que proponen
sencillas acciones -en el ámbito doméstico- para revertir este triste orden de
cosas.”
Unido a lo dicho, el
desperdicio también aparece por descuidos incomprensibles de gobiernos
incompetentes y corruptos como lo ocurrido en Venezuela con el gobierno
chavista tal y como lo publicó el periódico el Universal el 20-06-10 donde nos informaba que en Venezuela se habían perdido 122.000
toneladas de alimentos, sí así como lo leen, algo totalmente incomprensible
para nosotros. http://www.eluniversal.com/2010/06/20/pol_art_122.000-toneladas-pe_1939883.shtml
Ante semejante problema,
los especialistas aconsejan cambiar malas costumbres y actuar de forma más
coherente, por ejemplo cuando se va al mercado no se debe comprar en exceso,
los alimentos que se compren es bueno hacerlo semana a semana y comprar sólo lo
que se va a consumir, especialmente si son perecederos. Compre productos de
temporada y de calidad, no se fije en el aspecto de los alimentos, ni en los
empaquetados. Organícese en la casa, planifique bien los menús y utilice los
alimentos que van a caducar. No tire comida en buen estado, congele los
alimentos para alargar la vida y, si va al restaurante y no consume todo el
alimento, llévelo a su casa tal y como acostumbran hacerlo en los EEUU, una
buena práctica que ayuda a evitar el desperdicio.
Carlos Vilchez
Navamuel
InformadorPúblico,
12-4-13