Informador Público - Informe Especial.
Enriqueta Estela
Barnes de Carlotto, nació en 1931, docente jubilada, presidenta del grupo
Abuelas de Plaza de Mayo fue compañera y amiga de Marta Bignone (hermana del
Gral. Bignone) en la Junta
de Calificación Docente de las escuelas Laines de la Provincia de Buenos
Aires. Según declaró en el juicio a las juntas militares (16/05/85), en 1977 se
entrevistó con el Gral. Bignone (entonces Secretario Gral. Del Ejército), en la
casa del militar en Castelar (la misma que tiempo después fue destruida por una
bomba terrorista). La mujer dijo saber entonces “perfectamente” que sus dos
hijas militaban clandestinamente en las filas del terrorismo, y que “ya había
asumido resignadamente tal problema”. (Lo que también declaró en esa
oportunidad, pero que luego se cuidó bien de difundir es que su yerno es
hermano de María Claudia Falcone, terrorista montonera idealizada en “La noche
de los lápices”).
Pese a su postura
activista, existe la certeza de que no pudo ser nunca abuela: a mediados de los
70, llegó a un cumpleaños de la hermana de Bignone sumamente compungida porque
“su hija casada no podía tener familia”. Se refería a su hija Laura. (El hoy
ex-marido de esa hija sí tuvo hijos con su nueva pareja).
A fines de 1977
denuncia la desaparición de Laura Estela Carlotto (montonera, nombre de guerra
Rita), sin mencionar ningún estado de embarazo. Esto consta en el Legajo
CONADEP, caso número 2085, incorporado formalmente al expediente de la Causa judicial iniciad por
el juez Bagnasco.En agosto del 78 le fue entregado el cadáver de esa hija.
Según sus dichos, la entrega del cuerpo fue “algo inusual: lo entregaron el
mismo día de su muerte”.
En declaraciones muy
posteriores a la CONADEP ,
Carlotto comenta una “información anónima” recibida en Abril de 1978, según la
cual su hija estaba embarazada. Para demostrar la existencia de un nieto, suele
decir: “Yo vi a Laura. Vi los huesitos de Laura. Por los huesitos de la pelvis,
supe que había sido mamá”. Ahora, si el cadáver de su hija le fue entregado “el
mismo día de su muerte”, sólo vio los restos óseos después, al realizar una
autopsia… que se hizo pasado muchísimo tiempo después, autorizada por el juez
Ortel y dirigida por el científico norteamericano Clyde Snow y la colaboración
de estudiantes argentinos de arqueología. Sin embargo, esa autopsia NO PUDO
demostrar la maternidad de la terrorista muerta.
Esta mujer es
proclive a conjeturar falsas historias con una muy peculiar imaginación, sin
asidero y/o prueba alguna.
La realidad, que
consta en la causa original ante el juez Bagnasco, es que en el caso Carlotto
NO HAY testimonios ni evidencias sobre embarazo, parto y sustracción de menor,
NO HAY cuerpo del delito y NO SE APLICA inversión de la prueba. Dos testigos
sólo afirman haber visto a la mujer luego de un presunto parto que no les
consta. Hubo testimonio ante la
CONADEP de un tal Vaello en 1984, preso en la cárcel y
presunto ex CNU, quien dijo que el bebé fue entregado a un médico del cual
indica nombre, datos y domicilio. Esto fue dicho en 1984 al juez que investiga
este caso en forma puntual; se supone que en todos los años transcurridos ya
debería haber aclarado esta denuncia, pero no hay ninguna diligencia al
respecto en el expediente Bagnasco.
No hay ninguna
declaración del tal Vaello ante la causa, ni constancias de lo actuado por el
juez del caso puntual. Pese a haber sido entregado el cadáver de la terrorista
muerta a su madre, no hay en la causa examen forense con constancias de
embarazo anterior. Hubo testimonios ante la CONADEP de Alcira Ríos y su marido, desde México,
afirmando que supieron de un parto en prisión anterior a su llegada, “por
comentarios” hechos a ellos de la presuntamente detenida Laura Carlotto. Esto
lo repiten ante el juez Bagnasco en la causa. Quién es Alcira Ríos? Una ex
terrorista detenida liberada, activista de DDHH, abogada de las Abuelas,
funcionaria de la
Subsecretaría de DDHH (Comisión por la Identidad ), pedía
trámites al juez y los contestaba ella misma desde la subsecretaría). Es la
misma que le mandaba fotografías de mujeres presuntas embarazadas al marino
Adolfo Scilingo cuando estaba preso por delitos comunes en 1996 (affaire Don
Torcuato), quien dijo recordar a dos de ellas, luego de haberlas cruzado una
vez en un pasillo 20 años antes. En síntesis, Alcira Ríos y su marido no son
testigos del presunto embarazo y parto, sólo afirman haber visto a la mujer
luego de un presunto parto que NO les constaba entonces ni ahora.
Pese a las críticas
de la presunta “abuela”, el director de la clínica que hizo el ADN mantuvo su
dictamen. Nunca se habló más del asunto, pese a la espectacular difusión
inicial; como el caso de Mar del Plata en el 2000: sensacionales denuncias,
personal de la Armada
detenido, y luego un manto de silencio cuando el ADN probó que eran todos hijos
legítimos. Debe recordarse que en esa misma causa, y pese a los esfuerzos
mediáticos de insertar en la sociedad la mentira de “500 niños desaparecidos”
(aunque sólo existen 230 denuncias),se comenzó procesando 194 casos de chicos
supuestamente apropiados.Luego, la
Cámara de Apelaciones anuló todo lo actuado, por lo cual
Bagnasco procesó nuevamente, pero sólo llegó 34 casos, que la Cámara redujo -por falta de
pruebas- a los 22 casos actuales bajo proceso. VEINTIDOS, sobre los QUINIENTOS,
Carlotto MIENTE.
Los números
A principios de 2002,
“Abuelas” ya había recibido U$S 600.000 (sí, DOLARES) de subsidios del gobierno
argentino. Hoy SIGUE RECIBIENDO dinero de los gobiernos de Italia, Alemania y Francia entre otros.
Con esto de la
memoria, la Carlotto
parece “recordar” cada vez más cosas. Así como NO DENUNCIO EL SUPUESTO EMBARAZO
DE SU HIJA EN SU MOMENTO, recién en Marzo pasado incriminó judicialmente al
fallecido arzobispo Antonio Plaza, diciendo que este participó personalmente de
una entrevista en la cual se le pidió al marido de la Carlotto dinero para
interceder por su hija terrorista desaparecida (la otra presta hoy servicios en
un organismo oficial de DDHH, en tanto su único hijo varón fue Secretario de
DDHH de Felipe Solá). Según ella, “era una suma enorme, tanto que para
obtenerla, dijo “hubiésemos tenido que vender absolutamente todo lo que
tenemos”. (El Civismo, Luján, 20/03/04). Claro que todo esto es denunciado
cuando monseñor Plaza ha fallecido, lo mismo que el marido de Carlotto. Es
decir, no hay testigos de la veracidad de sus dichos.
Nada es casual o
improvisado en la vida de esta señora. ¿Se acuerdan del caso del Padre Grassi y
la Fundación Felices
los Niños? (otro caso “cajoneado”). El mismo fue fraguado por Telenoche
Investiga, programa en el que trabajaba la montonera Miriam Lewin (una de las
que acompañó a Kirchner en su visita a la ESMA ). Fue Lewin la que buscó los falsos testigos
(hoy amenazados por no querer seguir acusando a Grassi) y la que “armó” el
programa (por esta razón fue despedida de ARTEAR -Canal 13-; ahora miente en
América TV y en Punto.Doc). Esta montonera armó el tema y recibió el caso el
juez Alfredo Meade que figura en la lista de desaparecidos de la CoNaDep , y de la que dijo
que no se excluyó porque para él era un honor estar en esa lista (¡un juez de la Nación !). Bien, ¿quién
aparece al poco tiempo ofreciendo hacerse cargo de la Fundación de Grassi para
que “los chicos no queden sin cuidado”? ¡Sí!, la inefable abuela Carlotto. Por
supuesto, la Fundación
no sólo “viene” con los 6000 chicos que estaban bárbaro con el Padre Grassi (o
sea, 6000 cerebritos para lavar…), sino también con los millonarios subsidios y
donaciones que permitían la obra de Grassi. ¿Casualidad? No parece…
En el 2004 el abogado
Emilio Guillermo Federico Nazar, especialista en Derechos Humanos y director
del diario Pregón de La Plata
, indicó que “la justicia debería demostrar si el nieto de Estela de Carlotto
existe o es una mentira”. De esta manera, Nazar hizo referencia a la
presentación, que en 2001, había efectuado ante la Unidad Funcional
de Instrucción Nº 3 de Dolores, para que ésta se expidiese sobre la existencia
o no del nieto de la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, quien aún no ha
recibido ninguna respuesta efectiva. Nazar acusó a Carlotto de llevar adelante
una lucha que “no le corresponde”. Que, “de comprobarse la inexistencia de su
nieto nacido en cautiverio, las reuniones mantenidas en el Vaticano con el Papa
y su candidatura a la obtención del Premio Nóbel de la Paz , quedarían
injustificadas” (cable de la agencia Nova, del 13/05/04).
Nota: La periodista
Gabriela Cerutti -en su momento nombrada por Telerman como secretaria de DDHH
de la ciudad de Buenos Aires, en la revista “Tres Puntos”, fue la que violó el
“off the record” de una charla “arreglada” con el Capitán Astiz, para entregárselo
“en bandeja” a Menem antes del viaje de este a Francia. El marino fue condenado
así por dichos que NUNCA reconoció y de los cuales no había grabación ni
registro alguno (casi tres horas de conversación recitadas “de memoria” por la Cerrutti !), y dado de
baja de la Armada. Esta
señora en su momento expresó su desprecio por Juan Carlos Blumberg, cuando este
organizó la tercera manifestación a la cual concurrieron más de 100.000
personas. En esa ocasión, junto con las Madres de Plaza de Mayo y otros delincuentes
como D’Elía, afirmó que a Blumberg le interesaban las leyes y no los derechos
humanos. Carlotto calificó a los padres de las victimas de Cromagñon como
DELINCUENTES y declaró públicamente que esperaba que les cayese todo el peso de
la ley a los que la habían “escrachado”. Carlotto pretendió imponer la
inocencia de Anibal ibarra en este tema. Todo comenzó cuando Carlotto afirmó
que “el voto popular da mandato y hay que respetarlo”, lo que fue reprobado por
familiares de las víctimas, ya que lo entendieron como un apoyo al ex Jefe de
Gobierno. Las expresiones de la falsa abuela -quien hasta firmó una solicitada
de apoyo a Ibarra-, se produjeron en el marco del seminario “Memoria, Verdad y
Justicia”, adonde asistió la vedette judicial española, Baltasar Garzón.
InformadorPúblico,
9-4-13