Estudio de NASA
prueba que el CO2 enfría a la atmósfera
H. Schreuder y J.
O'Sullivan
(Principa Scientifica)
Un reciente informe
de la NASA pone
a la agencia en conflicto con sus climatólogos después de que mediciones de la NASA prueban que el dióxido
de carbono actúa como enfriador de la atmósfera de la Tierra.
El Centro Langley de
Investigación de la NASA
ha combinado información pro-bando que los “gases invernadero” en realidad
bloquean hasta el 95% de los dañinos rayos del sol impidiendo que lleguen hasta
la superficie reduciendo el impacto de calentamiento del sol. La información
fue recogida mediante sondeos en la atmósfera empleando Radiometría de Emisión
de Banda Ancha (o SABER, por las siglas de Sounding of he Atmosphere using
Broadband Emission Radiometry). SABER monitorea las emisiones infrarrojas de la
atmósfera superior de la
Tierra , en particular del dióxido de carbono (CO2) y óxido
nítrico (NO), dos sustancias que se piensa que están jugando un rol clave en el
balance de energía del aire por encima de la superficie de nuestro planeta.
Los instrumentos de
Langley en NASA muestran que la termosfera no sólo ha recibido una asombrosa
cantidad de 26 millones kilowatts/hora de energía desde el sol durante una
reciente explosión de energía solar, pero en la atmósfera superior las
moléculas de CO2 y de NO enviaron a esa radiación directamente de regreso al
espacio exterior. Esta sorprendente revelación contradice fuertemente a la
proposición básica de la llamada 'teoría de los gases inver-nadero' que afirma
que más CO2 significa más calentamiento para nuestro planeta. Sin embargo, esta
convincente nueva información de NASA desaprueba esa noción y es un gran
bochorno para el jefe de climatólogos de la NASA , EL Dr. James Hansen y su equipo en NASA/GISS.
El IPCC, Panel internacional del Cambio Climático ya ha estado en retirada
después de haber admitido una detención de 17 años en el calentamiento global a
pesar de que los niveles atmosféricos de CO2 aumentaron un 40% en las décadas
recientes. La nueva información de SABER forma ahora parte del doble golpe del
mundo real en contra de los modelos computados de los climatólogos que siempre
han sido programados para mostrar al CO2 como un 'gas calentador'.
La evidencia
presentada por SABER también se mofa de las declaraciones del sitio web de
NASA/GISS (controlada por el subordinado de Hansen, Gavin Schmidt), que afirma:
“el efecto invernadero mantiene al planeta mucho más caliente de lo que sería
sin él”. [1] Como lo admite el equipo de SABER en NASA/Langley:
“Esta es una nueva
frontera en la conexión sol-Tierra,” dice el investigador principal asociado
Martin Mlynzak, “y la información que estamos recogiendo no tiene precedentes.”
Alan Sidons, de
Principia Scientific Internacional (PSI), crítico del 'efecto invernadero',
está ponderando los hallaz-gos. Siddons y sus colegas estuvieron ganando apoyo
de cientos de científicos independientes por sus estudios sobre el Efecto
Invernadero practicados en los últimos 7 años. PSI ha probado que las cifras alimentadas
a los modelos computados de Hansen y otros estaban basados en la fallida
interpretación de las leyes de la termodinámica. Psi también destapó evidencia
ignorada durante muchos años de la Sociedad Americana
de Meteorología (AMS) que muestra que era ampliamente sabido que el Efecto de
Gases Invernadero ya había sido desacreditado antes de 1951.[2]
A propósito, un
libro muy promocionado publicado este mes por Rupert Duvall afirma poder ayudar
a exponer los entretelones de la manera en que la teoría basura de los 'gases
de efecto invernadero' fue resucitada de manera conveniente en los años 80s por
James Hansen y otros para servir una agenda de políticas ecologistas en esos
momentos. [3]
Tal como lo declara el informe de las investigaciones de SABER [4]:
Una reciente sucesión
de erupciones en el sol hizo más que encender hermosas auroras alrededor de los
polos. Los investigadores a sueldo de NASA dicen que las tormentas solares del
8 al 10 de marzo descar-garon la suficiente energía en la atmósfera superior
para alimentar de energía eléctrica a cada hogar en la ciudad de Nueva York
durante dos años. Esta fue la mayor dosis de calor que hemos recibido de
tormentas solares desde 2005,” dice Martin Mlynczak del Centro Langley de
Investigaciones de la NASA.
“Fue un gran evento y muestra cómo la actividad solar puede afectar
directamente a nuestro planeta.”
Como lo confirmaron
los propios científicos espaciales del PSI, a medida de que la energía solar
penetra más profundamente en nuestra atmósfera, mayor cantidad de su energía
terminará siendo enviada directamente de regreso al espacio, impidiendo así que
caliente la superficie de nuestra Tierra. El informe del Centro Langley de
Investigaciones en la NASA
concuerda con el PSI admitiendo:
El dióxido de carbono
y el óxido nítrico son termostatos naturales, explica James Russell de la Universidad Hampton ,
principal investigador de SABER. “Cuando la atmósfera superior (o 'termosfera')
se calienta, estas moléculas tratan lo más que pueden de enviar a ese calor de
regreso al espacio.
Para esos científicos
e ingenieros independientes en Principia Scientific International esto no es
ninguna novedad. El efecto de “termostato natural” del CO2 se ha conocido desde
hace mucho por aplicados científicos e ingenieros que han aplicado sus
propiedades en la fabricación de refrigeradores y sistemas de aire
acondicionado. El pequeño cuerpo de científicos independiente ha demostrado de
manera repetida en sus 'papers' abiertamente revisados por pares que el dióxido
de carbono atmosférico no causa calentamiento global ni cambio climático.
Alguno empedernidos alarmistas del clima dirán, sin embargo, que en la baja
atmósfera la acción del dióxido de carbono está invertida, pero no existe
prueba de nada de esto. PSI sugiere que es tiempo de que el equipo SABER
conversen con James Hansen.
Referencias
[1] Schmidt, G., 'Taking the Measure of the Greenhouse Effect,'
(October, 2010), http://www.giss.nasa.gov (accedido online: March 26, 2013).
[2] Brooks, C.E.P. (1951). “Geological and Historical Aspects of
Climatic Change.” In Compendium of Meteorology, edited by Thomas F. Malone, pp.
1004-18 (at 1016). Boston: American
Meteorological Association. Muestra que la Sociedad Americana
de Meteorología (AMS) había refutado el concepto de GEI (gases efecto
invernadero) en 1951 en su 'Compendium of Meteorology'. La AMS declaró que la idea de que
el CO2 podía alterar al clima “nunca fue ampliamente aceptada y fue abandonada
cuando se descubrió que toda la radiación de onda larga que podría ser absorbida
por el CO2 es ya absorbida por el vapor de agua.
[3] Darwall, R., 'The Age of
Global Warming: A History,' (March, 2013), Quartet Books, London.
[4] El Parte de Prensa de NASA/SABER informando del
estudio
Fuente: Mitos y
Fraudes
EstrucPlan, 3-4-13