DE LA RED FEDERAL
DE FAMILIAS
SOBRE LA SITUACIÓN ACTUAL
NOTIVIDA, Año XX, Nº 1193,
22 de abril de 2020
ESTADO DE SITUACIÓN
Frente a las complejas y
confusas circunstancias públicamente conocidas por las que atraviesan nuestro
país y el mundo entero, la RED FEDERAL DE FAMILIAS se ve obligada a emitir este
comunicado para llamar la atención sobre diversos asuntos que han pasado
inadvertidos o que han sido considerados de forma ligera y tangencial, y que,
sin embargo, afectan directa o indirectamente, su Ideario.
En el marco de
excepcionalidad y emergencia que suponen la cuarentena y el confinamiento
decretados por el Gobierno Nacional y la consecuente paralización del país;
ante el estado de ánimo en que se encuentra la población, acicateada incesantemente
por los diversos medios de comunicación, públicos y privados e intimidada en
general por el temor al contagio; y considerando la legítima incertidumbre y
angustia respecto de una salida que no se vislumbra y de un futuro que se
presenta sombrío, resulta difícil pretender que el hombre común preste atención
a otras cuestiones que no sean ésas que se le presentan como de urgencia
inapelable, pero que no pueden pasar inadvertidas.
Las difíciles coyunturas que
nos aquejan no nos autorizan a aflojar en la lucha en la que estamos implicados
y, mucho menos, a abandonar nuestros principios sino que, por el contrario y de
cara a ellas, nos obligan a reafirmar una vez más nuestro compromiso de
reconocer, difundir y promover la vigencia en el orden social, de los
siguientes principios no negociables y constitutivos del Ideario y la finalidad
de la Red: a) el respeto y la protección de la vida humana en todas las etapas
de su desarrollo, desde la concepción y hasta la muerte natural; b) la
estructura natural de la familia fundada en el matrimonio de un varón y una
mujer, abierto a la transmisión de la vida; c) el derecho y deber originarios
de los padres a educar a sus hijos conforme a sus convicciones morales y
religiosas; y d) la procura y promoción del bien común como deber de
gobernantes y gobernados.
En esta comunicación,
queremos destacar, principalmente:
1) Que ratificamos nuestra defensa
irreductible de los derechos del niño por nacer y que, por lo tanto, repudiamos las aclaraciones del Ministerio
de Salud de la Nación, emanadas el pasado 13 de abril, declarando que el acceso
a la interrupción ilegal del embarazo y a los métodos anticonceptivos quedan
fuera de las restricciones impuestas por la cuarentena por cuanto se considera
a ambos como “servicios esenciales” de salud. Así también impugnamos las
adquisiciones, mediante compras directas y por sumas millonarias sustraídas a
la atención de la emergencia declarada, de materiales diversos y de sustancias,
como el Misoprostol, destinadas a la atención de aquellas prestaciones. Dicho
Ministerio había recomendado suspender los servicios y controles de rutina para
no sobrecargar el servicio sanitario.
2) Que la afirmación del presidente Fernández
acerca de que la prioridad es la vida se contradice abiertamente con la
simultánea declaración precedente, no rectificada, acerca de que la
interrupción voluntaria del embarazo (eufemismo por aborto) es una prioridad
esencial, lo que demuestra su falsedad e hipocresía. El manifiesto
ministerial es, por otra parte, coherente con la promesa hecha por el mismo
Presidente ante ambas Cámaras y cuyo cumplimiento ha quedado en suspenso por la
restricción de actividades legislativas, de enviar al Congreso de la Nación,
desde la misma oficina presidencial, un nuevo proyecto de legalización del
aborto.
3) Que la intromisión del Estado en el derecho
y el deber de los padres de educar a sus hijos conforme a sus convicciones
morales y religiosas se ha puesto de manifiesto en la presentación de plataformas educativas, aprovechando y jugando con
la situación actual y con la suspensión de la actividad escolar, con elementos
ideológicos, el uso de idioma mal llamado inclusivo y, en las clases de ESI,
cargadas de ideología y de propuestas aberrantes. Esa intromisión se produce en
los hogares, sujetos al confinamiento, por medio de todos los instrumentos
públicos de difusión.
4) Que los ataques a la vida y a la familia se
ponen de manifiesto en tales intromisiones y en el plan de corrupción que ellas
suponen, así como en las recomendaciones para la cuarentena, también
procedentes del gobierno nacional, de recurrir a prácticas sexuales aberrantes
en sustitución de las relaciones personales impedidas por causa del encierro
forzado.
5) Que, en ese orden, apuntamos que hay una
relación directa entre las “prácticas aberrantes” a las que esta declaración
alude y la violencia contra la mujer que dicen querer erradicar. La pornografía
y los hábitos sexuales que se sugieren desde el Estado inducen a cosificar al
otro y verlo como mero objeto de la satisfacción individual. Numerosos estudios
muestran la relación entre el consumo de pornografía y la violencia sexual.
Recomendar el consumo de pornografía y decir que se quiere reducir la violencia
contra la mujer es tan hipócrita como afirmar que la “prioridad es la vida” y
que el aborto es un “servicio esencial”.
6) Que
advertimos que desde el Estado se emiten diversas medidas y consejos
destinados, supuestamente, a promover el cuidado de la salud corporal, a la vez
que se lanzan ataques directos a la salud moral y espiritual de los individuos
y de las familias a los que va destinada la actividad gubernamental. Mientras
tanto, el ejercicio público del culto se ve imposibilitado, bajo el pretexto de
impedir la concentración de personas, a la par que se permite la concurrencia
pública a supermercados y bancos.
7) Que, en orden al bien común comprometido,
queremos destacar los daños, no sólo económicos -que son gravísimos- sino
morales, psíquicos y espirituales que se siguen de la prolongación del
confinamiento de personas y familias, muchísimas de ellas en condiciones
precarias, sin perspectivas más o menos inmediatas de una conclusión. Parece que no hay plan alguno de salida de
esta crisis y que el único remedio que se encuentra es el dejar que transcurra
el tiempo a la espera de una solución mágica.
El enunciado precedente es
sólo eso, un enunciado no exhaustivo hecho con el propósito de poner de relieve
algunos de los aspectos que se ocultan detrás de la situación de emergencia en
que se ha puesto a la población, y a la Nación entera.
Frente a tales circunstancias,
nosotros nos mantenemos alertas y activos, trabajando en nuestros proyectos y
observando lo que se hace en el otro campo, para estar en condiciones de dar
una condigna respuesta cuando las cosas se modifiquen.
Destacamos que nuevamente y
como se viene haciendo desde el año 2010, se ha presentado en el Congreso de la
Nación el proyecto de ley de Protección Integral de los Derechos Humanos de la
Mujer Embarazada y de los Niños por Nacer, que ha tenido entrada en la Cámara
de Diputados el 2 de marzo bajo el n° 33/2020, y que antes del inicio de la
cuarentena cosechó la firma de 25 miembros de ese cuerpo.
Tomemos
conciencia de nuestra finitud, recobremos la calma si la hemos perdido y no nos
dejemos ganar por el pánico, por el temor desmedido a la enfermedad y a la
muerte, que indefectiblemente nos afectara a todos y a cada uno de nosotros.
Cuando
ella nos alcance, que nos encuentre firmes en nuestra posición, cumpliendo
nuestro deber y con la mirada puesta en las cosas de lo alto y no en las
mezquinas y torpes apetencias de los bienes caducos de esta vida mortal.
Buenos Aires, 22 de abril de
2020.