El
antes y el después del gobierno de izquierda.
Por
Carlos Alvarez Cozzi
Durante
los tres gobiernos de izquierda que hubo en Uruguay, de marzo 2005 a febrero de
2020, la marcha del día internacional de la mujer, conocida como 8 M, siempre
se vio infiltrada por feminazis. Las mismas que al pasar por la principal
avenida montevideana, arrojaban bombas de pintura sobre la facha de la Iglesia
del Cordón, y como en otros lugares del mundo, además de portar pancartas
ofensivas, llevaban algunas el torso desnudo.
Y no
solamente en esta iglesia sino también hasta frente a la Catedral Metropolitana
sita en ciudad vieja de la capital uruguaya.
Lo
más insólito es que los colectivos negaban los hechos a pesar de las fotos y
videos tomados por quien pasara por allí en ese momento.
La
ideología feminista radical de género es la que informa a estos minúsculos
grupos marxistas, (que perjudica al grueso de las feministas) y trasuntan que
su lucha más que por los derechos legítimos de las mujeres, -lo que nadie
discute-, más allá que los asegura el art. 8 de la Constitución; lo que
pretenden en realidad es destruir al varón, a la paternidad, y de paso a la
familia, combatir lo que llaman “patriarcado”, tomando a la Iglesia Católica
como símbolo, por lo que hacían los desmanes referidos.
El 8
de marzo de 2020, ya con el gobierno de Luis Lacalle Pou, quien asumió
exactamente una semana antes, el domingo 1º de marzo, la Guardia Republicana
custodió el frente de la Iglesia del Cordón, por orden del nuevo Ministerio del
Interior, a cargo del Dr. Jorge Larrañaga. El resultado fue evidente: ninguna
se animó a arrojar bomba de pintura alguna. El procedimiento exitoso de
seguridad desplegado, incluyó además de varios cientos de efectivos policiales,
vuelo de drones, control mediante cámaras y sobrevuelo de un helicóptero
policial.
Conclusión
evidente: durante los gobiernos del FA las manifestantes revoltosas sentían que
tenían impunidad. Pero ahora, gracias a Dios, y al nuevo gobierno que ejerce
efectivamente la autoridad, se terminó el recreo.