Religión y libertad, 8-3-20
En continuidad con el
Congreso Nacional de Laicos celebrado recientemente en Madrid, la diócesis de
Alcalá de Henares ha organizado para el fin de semana del 20 y 21 de marzo el
congreso Del abrazo conyugal a la caridad política, para dar respuesta al
aborto, la trata de personas, la prostitución, la eutanasia, la pornografía o
las rupturas matrimoniales
«En el panorama cultural,
social y político de la España de 2020 no podemos dejar de reconocer los frutos
de Mayo del 68 francés, que supuso un nuevo modo de entender al hombre, un
nuevo concepto de libertad y una cultura que poco a poco se ha ido
introduciendo masivamente por los medios de comunicación en el sistema educativo
y en las organizaciones sociales y políticas».
Este es el punto de partida
del congreso Del abrazo conyugal a la caridad política, que organiza la
diócesis de Alcalá de Henares el 20 y 21 de marzo, y que contará con las
intervenciones de monseñor Luis Argüello, José Luis Restán y de varios expertos
de la Universidad CEU San Pablo CEU, de la Universidad Católica de Valencia y
del Movimiento Cultural Cristiano, entre otros.
Para el obispo de la
diócesis complutense, monseñor Juan Antonio Reig Pla, la revolución sexual del
68 y sus derivas ideológicas «han logrado cambiar el sentido común cristiano
que dominaba en Occidente», dando lugar a «una sociedad permisiva que tiene en
la raíz un concepto reductivo de libertad y que desconoce la profundidad del alma
humana».
Para el obispo de Alcalá de
Henares, este proceso no solo ha afectado a la sociedad española «sino también
a la Iglesia», por lo que «necesitamos desenmascarar lo que sembró la rebelión
del 68, a la que se han unido la revolución sexual y las ideologías
deconstructivistas de hoy».
Según Reig Pla, los valores
de Mayo del 68 «han hecho de todo mercancía, también del cuerpo y el alma de
las personas, lo que en el lenguaje de san Juan Pablo II se denomina estructura
de pecado». De ahí que este congreso se presente como un espacio de reflexión
«para conocer lo que nos ha pasado, cómo ha sido posible tan rápidamente en
España el desprecio de la vida humana con el aborto, la trata de personas, la
prostitución creciente, la eutanasia, la plaga de las adicciones y en
particular la pornografía».
Del mismo modo, el encuentro
se propone «conocer las causas de las rupturas matrimoniales, la baja tasa de
nupcialidad, la natalidad bajísima, la destrucción civil del matrimonio, su
equiparación con cualquier unión afectiva y el desamparo de tantos niños que
sufren la crisis de autoridad de una sociedad sin padre».
Se trata de una situación
nueva que ha nacido de «la manipulación del lenguaje» y de «una educación que
no tiene en cuenta las heridas profundas del hombre y que promueve
adoctrinamiento».
La
respuesta a este panorama es «la doctrina social de la Iglesia», que afirma «la
dignidad de la vida humana y la grandeza del amor conyugal y la familia», así
como «la responsabilidad social y misión de los laicos», especialmente en los
ámbitos de la cultura, la verdadera educación y la vida política.