INFOVATICANA 30 Junio, 2017
El calvario de los padres del pequeño Charlie Gard
continúa: después de que la justicia británica y europea les haya impedido
seguir luchando por la vida de su hijo, también se les ha negado que el bebé
pasé sus últimas horas en su hogar.
El pequeño, que sufre una enfermedad genética rara,
será desconectado del soporte vital a pesar de la oposición de sus padres
porque así lo han decidido los tribunales británicos y el Tribunal Europeo de
Derechos Humanos (TEDH) de Estrasburgo. Según han informado sus padres, hoy
Charlie será desconectado y morirá con tan solo diez meses.
“Charlie morirá mañana sabiendo que fue amado”,
aseguraron este jueves en las redes sociales Connie Yates y Chris Gard, que
también denunciaron que no se les ha permitido elegir si su hijo vive y tampoco
cuándo o dónde muere.
‘Prometimos a nuestro pequeño que le llevaríamos a casa’
Tras conocer la demoledora sentencia del Tribunal de
Estrasburgo que les arrebató su última esperanza, Connie y Chris quisieron
llevar a su hijo a casa para que pasara allí sus últimas horas, pero se
encontraron con la oposición de los médicos.
“Prometimos a nuestro pequeño que le llevaríamos a
casa”, lamenta la madre de Charlie en declaraciones a Daily Mail.”Queremos
darle un baño en casa, ponerlo en la cuna en la que nunca ha dormido, pero
ahora nos están negando eso. Sabemos qué día va a morir nuestro hijo, pero no
podemos decidir cómo va a pasar”, añade su padre.
Denuncian que los médicos tratan de acelerar su muerte
La pareja también ha acusado al hospital de tratar de
acelerar la muerte de Charlie a pesar de haberles prometido que tendrían tiempo
necesario para decir adiós a su único hijo.
Chris y Connie han luchado durante meses por la vida
de su bebé e intentaron que recibiera un tratamiento experimental en Estados
Unidos. Sin embargo, tanto la justicia británica cono el Tribunal de Estrasburgo
se lo impidieron y decretaron la muerte del pequeño.
Ante los jueces británicos, el abogado de la familia
cuestionó si el estado debe entrometerse en las decisiones de los padres y
ordenar la muerte de su hijo y explicó que Chris y Connie trataban de hacer
todo lo posible por el bien de su hijo. Los padres denuncian que se ha
producido una injerencia injusta y desproporcionada en sus derechos parentales.
“Somos sus padres, lo conocemos mejor que nadie,
cuando siente nuestra presencia, trata de abrir los ojos tanto como le es
posible. Si pensáramos que no hay ninguna esperanza no lucharíamos por esto”,
señalaban los padres de Charlie en declaraciones recogidas por Daily Mail.
“Pero si hay una posibilidad de que un tratamiento
funcione, y los médicos en Estados Unidos nos han dicho que creen que la hay,
¿qué padres no lo intentarían?”, añadían.
Esta dolorosa batalla termina hoy, con unos padres
destrozados que verán morir a su pequeño porque un tribunal decidió que no
podían seguir intentando luchar por su vida.