By Stefano Gennarini, J.D.
July 8, 2016
(C-Fam)
El Consejo de Derechos Humanos de la ONU aprobó por
estrecho margen una resolución que establece el cargo de «experto independiente
para la protección contra la violencia basada en la orientación sexual y la
identidad de género» con 22 votos a favor, 19 en contra y 6 abstenciones.
El experto independiente será el primer coordinador
oficial para promover nuevos derechos especiales LGBT en las Naciones Unidas.
Sus informes y declaraciones no serán vinculantes, sino solo sugerencias para
los estados. Hasta hace poco, un puesto tal se pensaba imposible.
El ataque terrorista inspirado por el «Estado
Islámico» a un club gay en Orlando el mes pasado aumentó la presión para que se
apoyara la propuesta, por solidaridad hacia las víctimas. Los observadores de
la votación de Ginebra hablaban del «Efecto Orlando».
Al reunirse con un grupo selecto de embajadores en el
Stonewall Inn de Greenwich Village, la embajadora estadounidense Samantha Power
se jactó de que los diplomáticos estadunidenses habían logrado presionar a los
estados para que salieran del camino de la agenda LGBT en la ONU. El Consejo de
Seguridad de la ONU hace poco mencionó por primera vez el término «orientación
sexual e identidad de género».
Haya sido o no un factor decisivo el ataque
terrorista, la nueva composición del Consejo de Derechos Humanos parece ser
dócil a la influencia de los Estados Unidos y de los miembros de la Unión
Europea, quienes han exigido que los países no se opongan a las iniciativas
LGBT.
No obstante, la enorme presión occidental tuvo
repercusiones negativas.
Sudáfrica, que propuso la primera resolución sobre
este tema en Ginebra, se abstuvo de votar. La embajadora Nozipho Mxakato-Diseko
dijo que la resolución era «divisiva» y lamentó la «innecesaria acritud» que
estaba generando el «modo arrogante y agresivo» de los promotores de Europa y
de las Américas. Concluyó su mordaz declaración con un proverbio africano.
«Si quieres caminar rápido, hazlo solo. Si quieres
caminar lejos, hazlo con otros. El pavoneo, la temeridad, la política
arriesgada y marcar tantos no nos llevará a ningún lado».
En efecto, los patrocinadores de la resolución estaban
aislados cuando llegó el momento de votar las enmiendas. Se añadieron siete
párrafos entre rectificaciones hostiles, que atenuaban la resolución haciendo
referencia a «derechos humanos reconocidos internacionalmente» (código para
decir que los derechos LGBT no son derechos humanos) y el derecho soberano de
los estados a legislar en cuanto a la salud y la moralidad.
La repercusión negativa fue aun más clara cuando se
aprobó, al día siguiente, una resolución que ratifica la familia natural.
Cada enmienda tendiente a hacer que la resolución
sobre la familia fuera «pro LGBT» atenuándose referencias a «la familia» en
singular, o que la familia es sujeto de derechos humanos, o para reconocer
«varias formas de familia», fue rechazada por la misma amplia mayoría que
aprobó dicha resolución.
Varios países se manifestaron duramente en contra de
la resolución sobre el experto independiente, entre ellos, Pakistán, Catar,
Rusia y Arabia Saudita. Muchos hicieron referencia a la necesidad de respetar
las diversas culturas y religiones, y dijeron que no considerarían legítima la
resolución o cooperar con el nuevo experto.
Nigeria habló sobre el modo en el que la agenda de las
Naciones Unidas había sido «apropiada a fin de promover actitudes ofensivas
para otros estados». «¡No, no, no!», dijo; cualquier intento se topará con un
«muro de piedra».
La Asamblea General, como órgano que preside las
Naciones Unidas, puede revocar la decisión del Consejo. Si no, resta por ver si
el procedimiento lanzado se renovará dentro de tres años, cuando venza el
mandato del experto independiente.
Traducido por Luciana María Palazzo de Castellano