El informe subrayó que, además, muchos niños continúan
con severos problemas de hacinamiento y saneamiento en sus viviendas, falta de
atención en salud y con un fuerte déficit de estimulación, educación e
información.
09 de diciembre
de 2015
Alarmante. Así es la cifra que dio a conocer el
Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina
(UCA) en función de la medición multidimensional de la pobreza infantil. El
trabajo indica que al final de 2014, 2,5 millones de niños tuvieron problemas
para alimentarse. La cifra representa un aumento con respecto a los chicos que
estaban en esa misma situación en 2011, cuando comenzó el segundo mandato de
Cristina Kirchner. A pesar de los buenos resultados de la Asignación Universal
por Hijo (AUH), unos 568.000 chicos sufrían todavía hambre severo el año
pasado.
El resultado del informe fue publicado por La Nación y
subrayó que, además, muchos niños continúan con severos problemas de
hacinamiento y saneamiento en sus viviendas, falta de atención en salud y con
un fuerte déficit de estimulación, educación e información.
La UCA además diseñó un vector geográfico de la
pobreza multidimensional (aquella que toma no sólo el ingreso de una persona u
hogar sino también otro tipo de variables) y estableció cuales son los puntos
del país con situación más crítica o delicada. En el tope del ránking aparece
el conurbano bonaerense, zona en la que un 67,9% de chicos experimenta
situaciones de pobreza en alguna de las dimensiones de derechos consideradas y
un 22,9% en niveles severos. Le siguen en la lista la infancia tucumana
(57,1%), Gran Córdoba (55,2%) y el Gran Rosario (54,6%).
Estos datos, lamentablemente, no pudieron ser
contrastados con los oficiales del gobierno nacional porque desde 2013 dejó de
informar la cantidad de adultos y chicos pobres en la Argentina, con diferentes
justificaciones.
"Las transferencias de ingresos son necesarias
pero no suficientes para erradicar la pobreza en la infancia y
adolescencia", indicó Ianina Tuñon, investigadora de la UCA quien
reconoció que la Asignación Universal por Hijo implementada por el gobierno de
los Kirchner "y sus condicionalidades han contribuido a reducir las
privaciones sociales severas; no obstante, se han revelado insuficientes para
garantizar el efectivo ejercicio de derechos esenciales en la infancia".
"Reconocer que existe una elevada proporción de
niños y adolescentes que tiene problemas para acceder a los alimentos en
cantidad y calidad es prioritario. Este dato releva la complejidad que supone
la solución del problema de acceso a los alimentos, en la medida que las
transferencias monetarias y las ayudas alimentarias directas no han logrado
erradicar el hambre en la Argentina", dijo Tuñón, y agregó: "Se
requiere de la generación de programas complementarios de fortalecimiento de
las capacidades productivas, y capacitación de los adultos en la cocción y preparación
de alimentos adecuados para las diferentes etapas de vida del niño y los
cuidados que deben tener con el agua no segura".