DON BOSCO

DON BOSCO
"BUENOS CRISTIANOS Y HONRADOS CIUDADANOS"

EL FRACASO DE LOS PADRES (Y DE LA ESCUELA) SE LLAMA TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN



Un problema de hoy ... que ayer no existía

Cristian Sosa
www.ppd-evc.org , 28-11-14

Debido a su alta propagación parecería que el Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es un virus, lamenta Joseph Knobel Freud, psicoanalista infantil y fundador y docente de la Escuela de Clínica Psicoanalítica con Niños y Adolescentes de Barcelona, España.

“En 1950 uno de cada 10 mil niños lo padecía, ahora lo tiene el 13 por ciento de la población. En 2011, tan sólo en Estados Unidos, el 10 por ciento de la población infantil padecía esta enfermedad, pero en 2012 se duplicó. En España hay escuelas primarias donde la mitad de su alumnado está consumiendo Ritalín, fármaco recetado por psiquiatras y neurólogos para inhibir la hiperactividad de niños diagnosticados con TDAH. En México, aunque no hay datos precisos, los diagnósticos con niños que padecen el trastorno y por ende, el consumo de la medicina, va al alza” lamenta este especialista. Lo último que pude recabar fue en un artículo que decía que en la Argentina, el síntoma estaba siendo diagnosticado al 3% de los niños.

¿Se imaginan la cara de esa personita -me pregunto en mi libro- cuando le digan que tiene que ver a la infantería, artillería y caballería de la mente hurgando dentro de su "unidad sellada", analizando su conducta, interpelando el comportamiento, cuestionando a sus padres, abuelos y demás parientes? Si pudiera y comprendiera, creo, saldría corriendo. Y sólo porque dicen que es "hiperactivo, disperso e impulsivo". Y, como si esto fuera poco, lo etiquetan bajo una sigla imponente: TDAH. Encima dicen que tiene un "trastorno" ... ¡qué palabrita mi Dios!

“La verdadera pandemia es la medicación de la vida cotidiana y esto aplica a niños que con toda certeza no padecen TDAH. El trastorno es el resultado del fracaso de los padres de familia y de los maestros, porque son incapaces de observar que los niños están deprimidos por diversas razones y la hiperactividad que manifiestan es el efecto del problema. Lo más fácil es medicarlos, sin embargo, en unos años veremos que habrá sociedades de adultos dependientes y con altas probabilidades de ser adictos a las drogas”, explicó Knobel Freud. Coincido con Knobel Freud en la atribución del fracaso a los padres, pero también sumo al sistema educativo. Que me disculpen la ignorancia, pero que un niño sea "atendido" por un ejército de "neuropediatras, psiquiatras, psicólogos neurocognitivos, psicopedagogos" me da mucho miedo.

El estudioso explicó que existen ejemplos de peso que sustentan sus teorías. “El 90 por ciento de los niños que fueron diagnosticados con TDAH a nivel mundial tiene a sus padres separados o divorciados. La  hiperquinesia de los niños es sólo una manera de expresar lo mal que se sienten por una realidad que no comprenden y les lastima. Los niños no han desarrollado el lenguaje adulto y no tienen palabras para expresar lo que sienten. No están enfermos sólo es que los adultos son incapaces de analizar que ellos mismos son el origen del problema. Lo que necesitan los niños, pero mucho más sus padres, es una terapia psicológica”, dijo.

Investigando cuando escribí el libro, descubrí que hasta había una página web que se dedica a esto (www.trastornohiperactividad.com).

Entre varias cosas, nos dice que podemos identificar si alguien tiene TDAH si tiene los siguientes síntomas (según el DSM-IV ... otra sigla tenebrosa):

•    Inquietud, se mueve en el asiento
•    Se levanta cuando debería estar sentado
•    Corre y salta en situaciones inapropiadas
•    Dificultad para jugar tranquilamente
•    Excitado a menudo, "como una moto"
•    Verborrea
•    Responde antes de que finalice la pregunta
•    Dificultad para guardar el turno en actividades de grupo
•    Interrumpe a otros en los juegos, conversaciones, etc
•    No atiende detalles, comete errores
•    Dificultad para mantener la atención
•    Sordera ficticia
•    No sigue instrucciones, no termina las tareas
•    Dificultad para organizarse
•    Evita tareas que requieren esfuerzo continuado
•    Olvida y pierde cosas necesarias para su actividad
•    Fácil distraibilidad por estímulos externos
•    Olvidadizo en las actividades diarias

¿Conoce alguien que "padezca" estos síntomas? ... ¡CASI TODOS!

Pensemos un poco con los ojos cerrados ... supongamos que es a Ud. al que le dicen que tiene un "trastorno" que se define como un "cuadro neurobiológico" ... ¿cómo se sentiría?

Freud pide a los padres de los niños diagnosticados con TDAH y medicados por esa razón que olviden los fármacos. “He visto chicos en consulta que no se mueven, que dan ganas de zarandearlos para que reaccionen porque están bajo el influjo de los medicamentos”. Porque una cosa es "no moverse" y otra muy distinta aprender a controlar sus impulsos. La primera está asociada a fármacos y la segunda a esfuerzo y logro personal.

Nos amplía Freud diciendo que “además de los efectos secundarios, los medicamentos son malos en algunos casos porque siguen la lógica de ‘voy a buscar un elemento químico, externo a mi propia química, que provoque un cambio que yo no consigo”.

“Cuando un padre le da al hijo un medicamento para acallar los síntomas le enseña la dialéctica de que algo de fuera te puede producir un estado mental diferente, así que cuando el joven fume marihuana el padre no podrá decirle que no pues desde que era un niño le administró metilfenidato para lograr el comportamiento deseado, le enseñó que es más fácil tomar un diazepam que aprender a relajarse” explica este especialista.

Freud insta a la gente interesada a buscar los manifiestos que apoyan el movimiento por la despatologización de la vida. “Las firmas de apoyo ayudan a la lucha contra las grandes empresas que quieren negociar con la salud de nuestros hijos, porque esto es un negocio, y eso es lo que más rabia da; si el Ritalín saliera de los árboles y fuera gratis le apuesto lo que quiera que no existiría el TDAH ni su respectivo  medicamento, hay un negocio detrás”.

El TDAH, dice una profesional, es "un cuadro neurobiológico de etiología orgánica que, en interacción con el contexto, genera una conducta determinada”.

Me nace preguntarle a los responsables del sistema educativo:

¿Es pecado mortal ser disperso?
¿No será que está aburrido?
¿No será que lo que le dan en el colegio no le despierta ningún interés?
¿Podrá ser, tal vez, que el niño ... tenga solamente ganas de jugar porque en su casa no puede?
¿No será que la pobre docente no comprende a esta nueva generación de alumnos y está imposibilitada de lograr que los niños aprendan y se interesen por descubrir?
¿Y si pensamos que las técnicas pedagógicas y didácticas son obsoletas?
¿No nos damos cuenta que lo que estamos buscando es que los niños repitan lo que los docentes quieren que repitan (como los monos)? ¿Y si ese niño quiere otra cosa?
¿Y si cuestionamos el sistema el lugar de cuestionar al niño?
Los niños hacen 100 preguntas por día antes que ingresen al sistema de la educación formal. Cuando ya están insertos en él, dejan de preguntar. No es que dejan de preguntar porque pierden el interés sino que pierden el interés porque dejan de preguntar.

Un bocadillo ... a Einstein lo tildaban de "disperso".

Este comentario surge de la lectura de un artículo periodístico  que, honestamente, me dio pavor.

En él, dos profesionales dicen cosas como "se nace, se crece y se muere con TDAH", o que "las drogas que se usan (en general, metilfenidato y atomoxetina) no son sedativas".

No estoy en contra del avance de la ciencia, al contrario.

Pero, debo ser honesto, me gustaría que la búsqueda de las causas de la desatención, hiperactividad e impulsividad se haga primero en todo lo que lo rodea al niño, sobre todo en la familia y en la escuela.

Siguiendo la tónica del artículo en cuestión, los que tienen TDAH no son los niños, sino que son los propios Padres y los respectivos Ministerios de Educación porque no atienden a lo que está sucediendo, son impulsivos porque responden espasmódicamente frente a situaciones e hiperquinéticos porque se mueven todo el día y nadie sabe por qué y atento a qué problema.



Cristian Sosa