Ciudad del Vaticano,
6 noviembre 2014 (VIS).-
El arzobispo
Bernardito Aúza, Observador Permanente de la Santa Sede ante las
Naciones Unidas intervino el 28 de octubre en la LXIX sesión de la Asamblea general sobre el
tema ''Desarrollo agrícola, seguridad alimentaria y nutrición''.
El nuncio observó que
según el informe del Secretario General, desde 1990 el número de personas que
sufren de hambre crónica ha descendido del 17 por ciento, una disminución que
indica la eficacia de los esfuerzos realizados. A pesar de ello, destacó que
aún existen casi 850 millones de personas que sufren el hambre. Una cifre
desconcertante que representa personas reales ''con su dignidad y sus derechos
fundamentales. Por lo tanto -dijo- erradicar el hambre no es solamente un
objetivo de desarrollo altamente prioritario sino un imperativo moral''.
El problema de este
hambre aguda, añadió, no es la falta de alimentos ''ya que los niveles actuales
de producción son suficientes para alimentar a todos. El problema está en otra
parte: la falta de tecnologías de conservación entre los pequeños productores,
el débil o carente apoyo del gobierno para favorecer la comercialización de los
productos, o en la ausencia de infraestructuras para una mejor distribución y
comercialización de alimentos''.
Si toda la familia de
las Naciones Unidas debe esforzarse en erradicar el hambre, dándole el primer
lugar en sus esfuerzos colectivos, la Santa Sede aprecia ''la incorporación de la
seguridad alimentaria, la nutrición y la agricultura sostenible como parte de
los objetivos de desarrollo sostenible y la atención que el informe del
Secretario General dedica a las regiones del mundo donde el hambre y la
malnutrición alcanzan niveles inaceptables, así como a los grupos más
vulnerables a la malnutrición, mujeres y niños de menos de cinco años''.
''El tema de este año
-continunó- nos dice que la familia es la clave en la lucha contra el
hambre...Este reconocimiento del papel de la familia debe ir acompañado de
políticas e iniciativas que realmente satisfagan las necesidades de las
familias y las comunidades agrícolas''. Y concluyó recordando la Conferencia Internacional
sobre la Nutrición
que se celebrará próximamente en Roma ''cuyo objetivo es reunir a los líderes
del gobierno, artífices de las políticas, representantes de alto nivel de las
organizaciones intergubernamentales y de la sociedad civil para hacer un
balance de los progresos realizados en la mejora de la nutrición y buscar
nuevas formas de fomentar los esfuerzos nacionales e internacionales para
mejorar la salud''.