By Rebecca Oas, Ph.D.
NUEVA YORK, 21 de noviembre (C-Fam)
Hay más jóvenes en el mundo ahora que nunca
antes. Según el último informe del Fondo de Población de la ONU (UNFPA, por sus
siglas en inglés), esto representa una oportunidad sin precedentes para el
progreso, pero solo si las generaciones futuras son más reducidas.
La receta del UNFPA para garantizar un
«dividendo demográfico» incluye el aborto disponible de forma gratuita para los
adolescentes, la supresión de la edad de libre consentimiento, de las leyes
contra las drogas y la prostitución, y que se disminuya la participación de los
padres en la formación sexual de sus hijos.
«[L]os jóvenes requieren un amplio abanico de
servicios de salud sexual y reproductiva, incluidos los destinados a… realizar
abortos en condiciones seguras», afirma el Estado de la Población Mundial 2014,
publicado el jueves. Según el UNFPA, los sistemas jurídicos de la mayoría de
los países han quedado a la zaga respecto de los compromisos asumidos en
tratados internacionales de derechos humanos, y «esos marcos no se corresponden
con las realidades de los adolescentes y los jóvenes».
Ningún tratado de la ONU menciona el aborto
ni obliga a los países a hacer que los jóvenes sean vulnerables frente a los
adultos que ofrecen servicios sexuales y reproductivos.
De interés especial para el UNFPA son las
leyes de edad de consentimiento que exigen la autorización de los padres para
el acceso al aborto, los anticonceptivos u otros servicios como programas de
intercambio de agujas para los consumidores de drogas.
«[Las] leyes de edad mínima de libre
consentimiento contradicen la idea de que los jóvenes deben participar en las
decisiones que les atañen de conformidad con la evolución de sus capacidades»,
sostiene el informe, equiparando la participación en la toma de decisiones con
el control unilateral.
El UNFPA asimismo critica las leyes
contrarias a «las relaciones entre personas del mismo sexo, el consumo de
drogas y la venta de sexo o el trabajo sexual», debido a que «son
particularmente dañinos para los jóvenes que pretenden gozar de su salud sexual
y reproductiva y ejercer sus derechos reproductivos».
En el mejor de los casos, los padres deberían
ser la fuente primaria de información y asesoramiento en materia de sexualidad,
reconoce el informe, pero esto «no se da como debería». Según el UNFPA, a
menudo los padres «no saben cómo hablarle a sus hijos sobre el tema».
El informe plantea que podrían influenciarse
cambios de conducta positivos entre la gente joven «a través de intervenciones
políticas, por ejemplo las que suavizan las restricciones etarias o
dependientes del consentimiento paterno para el acceso de los adolescentes a
los servicios».
Aunque el interés principal del Fondo de
Población es poner un freno al crecimiento de la población, su énfasis en los
jóvenes está inmerso en el lenguaje de los derechos humanos, maximizar el
potencial y eliminar los obstáculos al éxito. Los jóvenes no solo son el
objetivo del abordaje, sino que también se los adiestra para ser sus
principales defensores. Eso implica darles mensajes que no están escuchando en
casa o en sus propias comunidades.
No obstante, la premisa de que la reducción
de la fertilidad de los países en desarrollo los catapultará a la prosperidad
es cuestionable. Los países con niveles bajos de fecundidad y poblaciones
ancianas en aumento enfrentan una carga financiera cada vez mayor, ya que los
hijos dependientes provocan menos gastos que las personas mayores dependientes.
Los economistas han advertido que la
disminución de la fertilidad tiende a seguir, en vez de preceder, al incremento
de la prosperidad económica, motivo por el cual el «dividendo demográfico» se
presentó más pronunciado en Asia que en América Latina u otras regiones en
desarrollo.
Mientras que el informe reconoce que el
estancamiento económico y la falta de educación u oportunidades laborales
frenan el avance de los jóvenes, su interés principal es que la pobreza puede
ser un poderoso obstáculo «para obtener lo necesario para que puedan gozar de
salud sexual y reproductiva y ejercer sus derechos reproductivos».
En suma, el informe del Fondo de Población
afirma que la clave para el desarrollo es garantizar que la conducta sexual de
los adolescentes no sea supervisada, que sea irrestricta, que se la financie
con dinero público, y, sobre todo, que no sea procreadora. El UNFPA postula que
la imposición de la anarquía sexual en los jóvenes garantizará su bienestar y
el del mundo entero.
Traducido por Luciana María Palazzo de
Castellano