Los retos de América
Latina y Europa por mantener vigente la Doctrina Social de la Iglesia
Aleteia, 27-10-14
La Declaración de
Praga es un documento firmado por los participantes al reciente Seminario
Internacional: "Relaciones y Desafíos de América Latina y Europa”, que
fuera organizado por el Arzobispado de Praga (República Checa) con la
colaboración del Instituto de Estudios Social Cristianos (IESC) del Perú,
durante los días 21, 22 y 23 de setiembre últimos en la ciudad de Praga.
Si bien es un
documento que ha tenido una amplia difusión entre las redes sociales de las
entidades participantes, no pierde interés y vigencia ante los retos que se
presentan hoy, sea para el ex país de la órbita soviética, así como de los
países latinoamericanos que mueven su péndulo entre políticas económicas y
comerciales proteccionistas, o las aperturas que las teorías economicistas del
siglo XXI les demandan.
Rutas comunes
¿Qué puede tener en
común la política y la economía checa con la latinoamericana? Esta ha sido la
pregunta que respondieron los participantes al citado evento socialcristiano,
quienes provenían del mundo de la política, la academia y de los círculos
eclesiásticos. La reflexión estuvo centrada en temas como: “La Iglesia como
impulsora del cambio socio político”, “Desafíos para una política de la familia
en el mundo de hoy”, “La experiencia de Europa Central después de la caída del
comunismo”, "La Economía Social de Mercado como Comunidad de Solidaridad y
Responsabilidad”, entre otros.
Son temas
actualísimos, dado que por un lado, países como la República Checa son
impulsados a adoptar políticas macroeconómicas y cambios estructurales
radicales para ser "admitidos" en la Eurozona antes del 2019. Y por
otro lado están las naciones latinoamericanas, que se bambolean entre vivir una
autonomía ante algunas reglas del mercado, o negociar desde visiones
economicistas el progreso de los pueblos más postergados.
Entre los que
estuvieron allí para encontrar caminos comunes y tender puentes de cooperación
fueron el cardenal y arzobispo de Praga, Dominik Duka OP, así como los
arzobispos de Ayacucho (Perú), Salvador Piñeiro, también presidente de la
Conferencia Episcopal Peruana; y el de Luxemburgo, Jean-Claude Hollerich.
Desde el mundo
político y civil asistieron la ex primera ministra de Polonia, Hanna Suchocka;
el diputado Josep Durán y Lleida (España); Josef Thesing, ex Director General
de la Fundación Konrad Adenauer (Alemania). Además de la nutrida delegación del
IESC, presidida por su presidente Armando Borda, quien es miembro de Ordo
Socialis, viajaron desde América Latina los pensadores socialcristianos Ramón
Guillermo Aveledo de Venezuela, Guillermo León Escobar de Colombia, Guillermo
Sandoval de Chile, Jaime Vela de México y Carlos Ferré de Argentina, entre
otras personalidades.
Un punto de partida
Al final del
seminario, que fuera auspiciado por la Fundación Konrad Adenauer y Renovabis,
se aprobó la Declaración de Praga, documento que recoge los temas desarrollados
en la reunión y que compromete a las personas e instituciones a fortalecer a la
familia y demás valores cristianos que el sistema actual insiste en
relativizar, como ocurrió en los dolorosos años de totalitarismo en los países
comunistas, como lo recuerda el documento.
Los acuerdos también
contemplan "promover la formación de liderazgos políticos y sociales
capaces de avanzar por los caminos que propone el pensamiento social de la
Iglesia".
Los firmantes invocan
con un llamado conclusivo a los políticos para que contribuyan a
"(generar) programas y procesos que permitan construir sociedades más
humanas, justas, prósperas e integradas".
---------------
Declaración: