Por Joaquín Morales
Solá
El caso Scioli, un
gobernador que tambalea en La
Plata , es sólo un síntoma. Cristina Kirchner es una mujer que
ha cambiado profundamente en los últimos meses. Siempre fue mandona, pero nunca
había llegado a los niveles actuales de autoritarismo. Nunca fue amplia ni
tolerante, pero antes sentía cierta curiosidad por otras realidades, que ahora
ha perdido. Antes le gustaba desfilar por las pasarelas de la política
internacional; ahora ha hecho de la Argentina el centro del mundo y convirtió al
mundo en un despreciable vecindario.
Tres cadenas
nacionales de radio y televisión en apenas cuatro días requieren de un gran
concepto de sí misma. Más que la repetición, sorprende lo que dice. La Presidenta no les habla
a los argentinos, sino que apela a sobrentendidos para agraviar o chacotear con
el mundillo político. El exceso discursivo la empuja también permanentemente al
error o a la confusión, justo a ella que era una obsesiva perfeccionista con
sus apariciones públicas.
.....
Texto completo en: