Un obispo brasileño dijo que hay una “dictadura gay” en su país
El obispo brasileño Luiz Gonzaga Bergonzini (75), responsable de una de las mayores congregaciones religiosas de Brasil declaró que tras el reconocimiento de la unión civil de homosexuales se impuso una “dictadura gay” en el país. “Nadie, ni siquiera nuestros hijos, van a quedar a salvo de la dictadura gay”, afirmó el titular de la Diócesis de Guarulhos, la segunda ciudad más poblada del Gran San Pablo, con 1.300.000 habitantes.
Gonzaga Bergonzini es uno de los hombres influyentes en la Conferencia de Obispos de Brasil y su peso aumentó luego de que en las elecciones de 2010 instó a votar en contra de Dilma Rousseff, a la que acusó de defender el aborto .
El obispo declaró además, en una entrevista al diario Valor Económico , que las campañas internacionales por la tolerancia sexual esconden sus verdaderos objetivos. “Hay una conspiración de la Unesco para transformar la mitad de la población del mundo en homosexuales”, aseguró.
Gonzaga Bergonzini saltó a la popularidad tras imprimir más de dos millones de panfletos para defender el voto en contra de Rousseff y del Partido de los Trabajadores (PT). En los meses previos a las elecciones, los religiosos ayudaron a poner el aborto como tema fundamental en la campaña y repartieron esos materiales en las iglesias. “Tengo buenas relaciones con militantes petistas, pero no acepto al PT, que es el partido de la muerte” , dijo en la entrevista.
Hace un mes, el obispo coordinó junto a pastores evangélicos una campaña contra el Ministerio de Educación, que había editado folletos denunciando la homofobia, por considerar que alentaban la “sodomía” en las escuelas. “Si el kit (por el material entregado) no es solicitación sexual y el acoso a favor de la sodomía, entonces, ¿qué es?”, se preguntó en un documento compartido por los religiosos a través de Internet.
El resultado de su campaña es contada por el obispo con una sonrisa. En 2010, después de su prédica contra la “candidata pro aborto”, Dilma perdió en la segunda vuelta en Guarulhos, a pesar de haber ganado allí en la primera ronda. “Antes de las elecciones, Dilma dijo que era un retraso que en Brasil todavía condenaran el aborto. Planteamos nuestras ideas y en la siguiente ronda perdió ella. Y eso que aquí hay una fuerte tradición del PT”, señala. “Esto les da una idea de cómo nuestros documentos echaron a correr”, agregó.
La ciudad fue gobernada por tres administraciones del PT y en 2002 y 2006, el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva ganó allí las dos vueltas electorales.
La presión religiosa contra el PT se intensificó durante el primer gobierno de Lula. En 2005, el Ministerio de Salud emitió una norma técnica para los casos de aborto permitidos por la ley y determinó que la víctima de violación no tendría que presentar un informe a la Policía para tener que realizarse un aborto, apoyándose en el Código Penal. Esa resolución, según el obispo Gonzaga Bergonzini, generó una “flexibilización para las mujeres que querían abortar” y se opuso firmemente a la medida.
El obispo paulista repite que no simpatiza con el PT y asegura que nunca lo votó. “Todo el radicalismo es exagerado y el PT siempre ha sido un partido extremista”, explica. Cita como ejemplo al alcalde de Guarulhos, Sebastián Almeida, del PT. “Yo lo respeto y nos entendemos muy bien, pero lamento que sea del PT. Puedo aceptar a la persona pero jamás apoyarlo por lo que hace”, concluyó.
Clarín, 14-6-11
El obispo brasileño Luiz Gonzaga Bergonzini (75), responsable de una de las mayores congregaciones religiosas de Brasil declaró que tras el reconocimiento de la unión civil de homosexuales se impuso una “dictadura gay” en el país. “Nadie, ni siquiera nuestros hijos, van a quedar a salvo de la dictadura gay”, afirmó el titular de la Diócesis de Guarulhos, la segunda ciudad más poblada del Gran San Pablo, con 1.300.000 habitantes.
Gonzaga Bergonzini es uno de los hombres influyentes en la Conferencia de Obispos de Brasil y su peso aumentó luego de que en las elecciones de 2010 instó a votar en contra de Dilma Rousseff, a la que acusó de defender el aborto .
El obispo declaró además, en una entrevista al diario Valor Económico , que las campañas internacionales por la tolerancia sexual esconden sus verdaderos objetivos. “Hay una conspiración de la Unesco para transformar la mitad de la población del mundo en homosexuales”, aseguró.
Gonzaga Bergonzini saltó a la popularidad tras imprimir más de dos millones de panfletos para defender el voto en contra de Rousseff y del Partido de los Trabajadores (PT). En los meses previos a las elecciones, los religiosos ayudaron a poner el aborto como tema fundamental en la campaña y repartieron esos materiales en las iglesias. “Tengo buenas relaciones con militantes petistas, pero no acepto al PT, que es el partido de la muerte” , dijo en la entrevista.
Hace un mes, el obispo coordinó junto a pastores evangélicos una campaña contra el Ministerio de Educación, que había editado folletos denunciando la homofobia, por considerar que alentaban la “sodomía” en las escuelas. “Si el kit (por el material entregado) no es solicitación sexual y el acoso a favor de la sodomía, entonces, ¿qué es?”, se preguntó en un documento compartido por los religiosos a través de Internet.
El resultado de su campaña es contada por el obispo con una sonrisa. En 2010, después de su prédica contra la “candidata pro aborto”, Dilma perdió en la segunda vuelta en Guarulhos, a pesar de haber ganado allí en la primera ronda. “Antes de las elecciones, Dilma dijo que era un retraso que en Brasil todavía condenaran el aborto. Planteamos nuestras ideas y en la siguiente ronda perdió ella. Y eso que aquí hay una fuerte tradición del PT”, señala. “Esto les da una idea de cómo nuestros documentos echaron a correr”, agregó.
La ciudad fue gobernada por tres administraciones del PT y en 2002 y 2006, el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva ganó allí las dos vueltas electorales.
La presión religiosa contra el PT se intensificó durante el primer gobierno de Lula. En 2005, el Ministerio de Salud emitió una norma técnica para los casos de aborto permitidos por la ley y determinó que la víctima de violación no tendría que presentar un informe a la Policía para tener que realizarse un aborto, apoyándose en el Código Penal. Esa resolución, según el obispo Gonzaga Bergonzini, generó una “flexibilización para las mujeres que querían abortar” y se opuso firmemente a la medida.
El obispo paulista repite que no simpatiza con el PT y asegura que nunca lo votó. “Todo el radicalismo es exagerado y el PT siempre ha sido un partido extremista”, explica. Cita como ejemplo al alcalde de Guarulhos, Sebastián Almeida, del PT. “Yo lo respeto y nos entendemos muy bien, pero lamento que sea del PT. Puedo aceptar a la persona pero jamás apoyarlo por lo que hace”, concluyó.
Clarín, 14-6-11