By Wendy Wright |
C-Fam, May 23, 2016
«Estamos
reunidos aquí para celebrar a la familia», dijo Afaf Konja. La ex portavoz de
la ONU y la menor de ocho hijos luego llevó las cosas al plano personal.
«Es mi madre quien me enseñó el amor incondicional, la
compasión, el perdón y la espiritualidad, y a través de quien fui introducida
por primera vez a la profunda presencia de Dios en mi vida. Fue mi padre quien
me dio la valentía de vivir con el corazón abierto al ver las decisiones que él
tomaba», afirmó. «No obstante, la familia no ha recibido la atención que se
merece» en la ONU.
Konja moderó una reunión de medio día en la ONU
titulada «Uniendo a las Naciones por un mundo favorable a la familia», que
contó con el auspicio de decenas de países y agrupaciones.
Los países están trabajando juntos como el Grupo de
Amigos de la Familia.
Valentin Rybakov, viceministro de relaciones
exteriores de Bielorrusia, presentó la declaración del grupo que indica la
infinidad de modos en los que la familia forma a las personas y es un «actor
clave en la transmisión de valores dentro de la sociedad que son vitales» para
el desarrollo.
Photo-Exibition-webLa familia «forma un ambiente
protector contra las amenazas externas y da esperanza para el futuro a todos
sus miembros», sostuvo Rybakov.
Líderes religiosos dieron inicio al primer panel.
«Dios colocó a Adán en el paraíso», pero no disfrutó
de él hasta que tuvo una mujer, dijo el imán Shamsi Ali. El padre de seis hijos afirmó que «el
comienzo de la búsqueda de la felicidad está en el hogar».
«El descanso, la paz y la tranquilidad deben comenzar
en casa. El hogar debe ser nuestro paraíso en este planeta. La primera escuela
en la vida de un ser humano está en su hogar».
«Ser libre no significa debilitar a la familia», dijo
el imán Ali.
«Los títulos que nos son más significativos cuando
damos el último suspiro son: esposo, padre, esposa, madre, porque el matrimonio
y la familia son profundamente sagrados», dijo el pastor Jim Garlow de la
Iglesia Skyline de San Diego.
Monseñor John O’Hara comparó los desafíos actuales con
los que hubo al fundarse las Naciones Unidas.
Antes de la Segunda Guerra Mundial, el cardenal Suhard
vio al «mundo desmoronarse y el totalitarismo en aumento» y desafió a las
personas diciendo que tenían la «responsabilidad de poner orden en el caos»,
dijo mons. O’Hara.
Después de esa guerra, «en un mundo donde las personas
eran relegadas y se destruía a la familia», se creó el mural en el Consejo de
Seguridad de la ONU que «demostraba que la verdadera restauración de la
sociedad viene a través de la familia».
C-Fam: Austin Ruse, Marianna Orlandi, Lisa Correnti,
Stefano Gennarini, Rebecca Oas y Catherine Birri
C-Fam: Austin Ruse, Marianna Orlandi, Lisa Correnti,
Stefano Gennarini, Rebecca Oas y Catherine Birri
«La familia es primordial en nuestras diversas
tradiciones religiosas. Sin la familia, perdemos la sacralidad de cada persona
y perdemos nuestra identidad», dijo mons. O’Hara. «La paz duradera y la
verdadera armonía se construyen sobre la sólida roca de la familia».
Esto «es válido para nosotros hoy como desafío: cuando
la sacralidad de la familia, del esposo y de la esposa se ven amenazados,
redefinidos, distorsionados, debemos poner orden en el caos. De lo contrario,
estaremos erigiendo nuestra sociedad sobre arena, no sobre roca sólida».
Annie Franklin, de Family Watch International, también
dirigió la atención hacia el mural del Consejo de Seguridad. Éste muestra que
«la familia es el Ave Fénix que regenera la sociedad desde dentro».
«La base de la familia es el matrimonio», sostuvo el
especialista Sherif Girgis. «El matrimonio se encuentra en todas las culturas
antiguas. El hombre y la mujer se unen para ser esposo y esposa, y para ser
padre y madre de los hijos que crían».
«El matrimonio une los hijos a sus padres, y al hecho
de ser criados por el hombre y la mujer que les dieron la vida. Ofrece a los
hijos el mejor ejemplo posible de lo que es despertar bajo un mismo techo como
el hombre y la mujer que les dieron la vida», dijo Girgis. Sirve a la salud y a
la educación, y a todas las cosas necesarias para una sociedad y una vida
política saludable.
«Cambiar la visión del matrimonio subvierte todos los
aspectos del bien común a los que sirve el matrimonio».
«Si vale la pena celebrar a la familia, también las
leyes y políticas que la protegen», afirmó Susan Yoshihara de C-Fam. Al margen
de las diferencias políticas, «podemos estar todos de acuerdo en que los
derechos fundamentales deben ser protegidos».
«El hombre y la mujer son igualmente importantes para
la familia, y el estado debe proteger los derechos de los padres», manifestó
Yoshihara. «La naturaleza intrínseca de la familia es poderosa y frágil, y
tiene que ser atendida».
El cambio en la ley de matrimonio ha «cerrado el
diálogo y nos pone en las esquinas como boxeadores en el cuadrilátero. Enfrenta
al maestro con el padre y obliga a los niños a tomar partido. Parece que se
tratara de ganar incluso si el niño pierde», afirmó.
«No estamos hechos para la incomunicación», dijo la
prof. Helen Alvare. La armonía dinámica de la famila, desear el bien para el
otro, no pueden fabricarse o legislarse y se menoscaba tratando a las personas
como tan solo un cuerpo, un objeto sexual. Ninguna otra institución se ocupa de
los vulnerables como la familia», observó.
El prof. David Crawford asoció la identidad a la
familia, y a la familia como
amortiguador contra el totalitarismo. Algunos dicen que los derechos de
la comunidad y de los individuos se encuentran en tensión, indicó. «Pero somos
seres comunitarios, y la familia es la comunidad natural». La familia previene
de la reducción del hombre y de la mujer a criaturas del estado.
Los embajadores luego se turnaron para hablar sobre la
alta opinión que sus países tienen de la familia. Los países en desarrollo
Pakistán, Kirguistán, Malasia, Sudán, Irán y Tayikistán resaltaron el
«preciado» papel de la familia, y dijeron que la ONU debería fomentar el
respeto por ella.
Rusia alentó a los países a supervisar a los
funcionarios y organismos de la ONU para que no invadan los derechos de la
familia, y advirtió que las agencias de Ginebra, sede de derechos humanos,
ayuda humanitaria y refugiados, precisan particular vigilancia.
Austin Ruse, de C-Fam, distinguió a los países
presentes en la sala por sus acciones en negociaciones pasadas de la ONU
tendientes a proteger la familia de la revolución sexual. También anunció una
nueva alianza, la Sociedad Civil para la Familia, con el objeto de animar a los
países a defenderla.
«Es un honor estar entre personas valientes que
defienden asuntos que nos unen a todos, es decir, la familia natural», afirmó.
Traducido por Luciana María Palazzo de Castellano