PRI (instituto de investigación sobre población)
Un reciente estudio publicado en el British Medical
Journal muestra que en los estados de México con leyes más permisivas para el
aborto se presentaron las tasas de mortalidad materna consistentemente más
altas. Asimismo, las tasas de mortalidad materna más bajas se produjeron en los
estados con leyes menos permisivas al aborto. Tales hallazgos desacreditan el
repetido discurso a favor del aborto que había copado el debate político hasta
ahora y que justificaba la despenalización de esta práctica en la disminución
de la mortalidad materna.
Este es el primer experimento natural de base
poblacional usando estadísticas vitales oficiales virtualmente completas de
nacidos vivos y de muertes maternas en 32 estados mexicanos entre 2002 y 2011.
Analizó el impacto de legislaciones de aborto más o menos permisivas sobre
desenlaces de mortalidad materna en México, controlando simultáneamente por 10
variables consideradas como determinantes de salud materna a nivel de
poblaciones.
El referido estudio fue liderado por el Dr. Elard
Koch, Director de Investigación del MELISA Institute, quien trabajó en estrecha
colaboración con la epidemióloga Dra. Monique Chireau del Departamento de
Obstetricia y Ginecología de la Universidad de Duke, Carolina del Norte, EE.UU,
y el sociólogo Dr. Fernando Pliego del Instituto de Investigaciones Sociales de
la Universidad Nacional Autónoma de México entre otros colaboradores.
A través de exhaustivos análisis el estudio muestra
que estas diferencias se explicaron en gran medida por diversos factores tales
como el nivel de educación femenina, acceso a cuidados y servicios de salud
materna, agua potable, alcantarillado, tasa de fecundidad y niveles de
violencia contra la mujer. La legislación a favor del aborto, en todo caso, no
produjo una baja de las tasa de mortalidad materna.
De este modo, la evidencia obtenida sugiere que
corrigiendo favorablemente las disparidades en estos factores, se puede
facilitar una transición epidemiológica hacia bajas tasas de mortalidad materna
en países en vías de desarrollo. Por lo tanto, las intervenciones de salud
pública basada en evidencia para mejorar la salud materna en México no tienen
que ver con una ley abortista sino con:
• Aumentar
el acceso al cuidado prenatal y la atención profesional del parto en
instituciones de salud.
• Aumentar
el número de y acceso a unidades obstétricas de emergencia.
• Expandir
centros de diagnóstico especializados y cuidado prenatal para embarazos de alto
riesgo, incorporando otras especialidades médicas.
• Desarrollar
programas de consejería pre-concepcional y planificación familiar para promover
embarazos saludables antes de los 35 años y prevenir embarazos no planeados en
grupos vulnerables.
• Expandir
y fortalecer políticas públicas dirigidas a aumentar los años de educación en
la población femenina.
• Mejorar
la detección de la violencia contra la mujer embarazada durante los controles
prenatales y la intervención por parte de profesionales de la salud.
• Disminuir
las disparidades en indicadores de desarrollo humano aumentando el acceso al
agua potable y alcantarillado.
Ver estudio en: http://goo.gl/6ueZMV
Traducción al español no oficial: http://goo.gl/D8hbYk