Consideramos contradictoria y mal fundamentada esta declaración sobre la minería, que, indudablemente puede producir contaminación y daños diversos si no es bien controlada. Pero, desde la óptica de la Madre Naturaleza, se incluye el rechazo al aprovechamiento del viento, del agua y del sol, para producir energía, formas alternativas que procuran precisamente mitigar los daños y aprovechar recursos renovables.Resulta clara la fundamentación ideológica, contaminada de teología de la liberación.
----------------------------------------------------------------------
Declaración final del
II Encuentro Latinoamericano sobre Iglesias y minería.
(Noticelam)
Del 2 al 5 de
diciembre, en Brasilia tuvo lugar el II Encuentro Latinoamericano sobre
Iglesias y minería, que reunió a un grupo amplio de representantes de diversas
confesiones religiosas y de 13 países de América Latina y el Caribe, que
comparten una misma preocupación frente al “incremento de las agresiones a la
vida y a los bienes comunes, derivadas del modelo extractivo”, bajo la
inspiración de la dimensión social y profética del Evangelio.
El Encuentro se situó
en continuidad con el primero que se realizó en Lima, el año pasado. En esta
oportunidad, la
Conferencia Nacional de Obispos de Brasil acogió las
reflexiones, el compartir, las celebraciones y la búsqueda de caminos para
“acompañar de manera articulada a los pueblos de América Latina que se sienten
amenazados y condenados a la destrucción de sus medios de vida y a la negación
de un futuro posible, en abierta contradicción y tensión del proyecto de vida
proclamado por la visión cristiana del mundo”.
En la declaración
final se denuncia que “junto a las graves violaciones a los Derechos
Fundamentales de los pueblos de nuestra América, se ha agudizado la crisis ecológica
causada por un modo de vida consumista y mercantilista de bienes y un modelo
extractivo que no reconoce ni respeta los límites de nuestro planeta”.
De este modo, desde
el reconocimiento de la diversidad cultural de los pueblos de América, “con cosmovisiones
respetuosas y armónicas hacia la Madre Naturaleza ”, lo participantes del encuentro
reafirmaron su compromiso de trabajar con las bases, intercambiando saberes y
conocimientos, estrategias de protección, defensa y solidaridad, y ofreciendo
su acompañamiento “en la generación y presentación de acciones de denuncia
local, nacional e internacional, entre otras”.
71 organizaciones
suscriben la declaración final que se comparte a continuación. Varias de ellas
hacen parte de otras articulaciones como la Red Eclesial Pan
Amazónica.
DECLARACION FINAL DEL
II ENCUENTRO LATINOAMERICANO SOBRE IGLESIAS Y MINERIA
Con gozo y esperanza,
hombres y mujeres de fe, provenientes de diversas congregaciones y confesiones
religiosas de 13 países de América Latina y el Caribe, inspirados en la
dimensión Social y Profética del Evangelio y acogidos por la Conferencia de Obispos
del Brasil, compartimos las reflexiones, valoraciones y compromisos que hemos
asumido a lo largo del II Encuentro Latinoamericano sobre Iglesias y Minería,
celebrado en Brasilia del 2 al 5 de Diciembre del año 2014.
Recogiendo las
preocupaciones e iniciativas de diversas comunidades e Iglesias locales a lo largo del continente,
sobre el incremento de las agresiones a la vida y los Bienes Comunes derivadas
del modelo extractivo, y en continuidad con el I encuentro sobre Iglesias y
Minería realizado en el 2013 en Lima, Perú, nos hemos reunido para reflexionar,
compartir, celebrar y generar caminos que nos permitan, en fidelidad al
Evangelio de Jesucristo, acompañar de manera articulada a los pueblos de
nuestra América Latina que se sienten amenazados y condenados a la destrucción
de sus medios de vida y a la negación de un futuro posible, en abierta contradicción y tensión del
proyecto de vida proclamado por la visión cristiana del mundo.
A lo largo de estos
días hemos reafirmado cómo la imposición del modelo extractivo, promovido por las grandes corporaciones, las
economías globales y con la complacencia de quienes gobiernan nuestros Estados
Nacionales, lejos de contribuir al
bienestar de todos y todas, incrementa las desigualdades, las
violaciones a Derechos Humanos individuales y colectivos, la división de la
familia Latinoamericana y de nuestras comunidades, la destrucción de zonas
privilegiadas por su riqueza de bienes naturales y la diversidad biológica de nuestro
continente.
Con tristeza
reconocemos como junto a las graves violaciones a los Derechos Fundamentales de
los pueblos de nuestra América, se ha agudizado la crisis ecológica causada por
un modo de vida consumista y mercantilista de bienes y un modelo extractivo que
no reconoce ni respeta los límites de nuestro planeta y que, además de
fragmentarlo y acelerar su degradación y vulnerabilidad, está convirtiendo en mercancías los territorios
de nuestros pueblos originarios, los minerales, la biodiversidad, los
combustibles fósiles y el gas natural, la energía del viento, del agua y del
sol y demás Bienes Naturales.
Todo esto, nuestro
Dios Creador nos entregó para el sustento de la vida, así como para su disfrute
y bienestar colectivo, y no para el enriquecimiento desmedido, que desconoce
los derechos colectivos que compartimos entre todos los seres humanos que
habitamos este planeta, en este momento histórico, así como también la responsabilidad
solidaria de entregar a nuestras futuras generaciones un mundo mejor, como el
que recibimos.
La valiosa diversidad
cultural de los pueblos de América, con cosmovisiones respetuosas y armónicas
hacia la Madre
Naturaleza , se encuentra gravemente amenazada por la
imposición de este modelo que acapara los territorios a cualquier costo y se
convierte en un proceso activo de despojo, que atropella a quienes se resisten
a él, con mecanismos que van desde las amenazas, la persecución, la cooptación,
la criminalización, la judicialización y hasta el asesinato de líderes
comunitarios, defensores y pastores que acompañan estas luchas.
Los medios de
comunicación comerciales contribuyen a la promoción de la falsedad de este
modelo, seduciendo a la población con promesas que no son cumplidas, ya que,
como expresión extrema del modelo neoliberal, su objetivo es la acumulación de
capitales y no la distribución equitativa de bienes.
Compartimos con
alegría como diversos sectores y líderes de las Iglesias Cristianas hemos
asumido la misión profética de acompañar a las comunidades y personas que
defienden la Creación ,
la Vida y el
Derecho frente al modelo extractivo, como una forma concreta de fidelidad a
nuestra misión eclesial en estos momentos de la historia. Confiamos y esperamos
que cada vez más nuestras Iglesias, desde las bases, hasta las jerarquías,
asuman posiciones consecuentes frente a la problemática generada por este
modelo extractivo y depredador de Recursos, tal y como se reconoció en el
documento de Aparecida “…hay una explotación irracional que va dejando una
estela de dilapidación, e incluso de muerte, por toda nuestra región” (DA 43).
Frente a esta
realidad, nos definimos como una articulación de personas y organizaciones
religiosas, con espíritu ecuménico e interreligioso, que en fidelidad a nuestra
opción por los empobrecidos e empobrecidas, luchamos a favor de la Vida y los Bienes de la Creación.
En relación con las
comunidades, reafirmamos nuestro compromiso de trabajo con las bases expresado
en intercambios de saberes y conocimientos, estrategias de protección, defensa
y solidaridad, acompañamiento en la generación y presentación de acciones de
denuncia local, nacional e internacional, entre otras.
Queremos profundizar
una mística que anime nuestro actuar, nos permita construir propuestas de
acción y nos ayude a avanzar en nuestras reflexiones y lecturas teológicas.
Nos comprometemos a
continuar promoviendo la articulación internacional para el dialogo, la
incidencia y la denuncia, en
coordinación con otros actores religiosos
tales como: Franciscans International, Vivat International, Mercy
International, la Red Cidse ,
la Red Eclesial
Pan Amazónica, el Pontificio Consejo de Justicia y Paz, así como también con
otros actores sociales como el Observatorio de Conflictos Mineros de América
Latina y diversas expresiones sociales
con que compartimos propósitos y visiones a lo largo del continente.
Que la Mística y el espíritu de
hermandad que ha caracterizado este
encuentro nos animen a asumir con mayores energías la misión profética y la
responsabilidad colectiva en el cuidado de la vida y de los Bienes Comunes.
Brasilia, 5 de
Diciembre de 2014.
Para contactarnos y
conocer nuestras propuestas concretas: iglesiaymineria@gmail.com
Ação Franciscana de Ecologia e Solidariedade - AFES -
Agenda
Latinoamericana Mundial
Amerindia Colombia y
Continental
Associação Ecumênica de Teólogos/as do Terceiro Mundo – ASETT -
Associação Madre Cabrini, Irmãs Missionárias do Sagrado Coração de Jesus
- Brasil
Caritas de El
Salvador, El Salvador
Caritas Jaén, Perú
Centro de Ecología y
Pueblos Andinos -CEPA- Oruro Bolivia
Centro de Justicia y
Equidad -CEJUE- Puno, Perú
Centro Franciscano de Defesa dos Direitos, Brasil
Claretianos San José
del Sur, Uruguay, Paraguay y Chile
Coalición Ecuménica
por el Cuidado de la Creación ,
Chile.
Consejo
Latinoamericano de Iglesias - CLAI-
Consejo Mundial de Iglesias, Justicia Climática -CMI-
Conselho Indigenista Missionário -Brasil-
Coordinación Continental de Comunidades Eclesiales de Base
Comissão Verbita, JUPIC- Amazonía.
Comitê em Defesa dos Territórios frente à Mineração, Brasil.
Comunidades
Construyendo Paz en los Territorios - Fe y Política -Conpaz- Colombia.
Conferencia Nacional dos Bispos do Brasil -CNBB-
Comisión
Intereclesial Justicia y Paz -Colombia-
Comissão Pastoral da Terra -CPT- Brasil.
Comunidades de Vida Cristiana -CVX-
Comunidades Eclesiales de Base, Colectivo Sumaj Kausay, Cajamarca,
Argentina.
Coordinación Continental de Comunidades Eclesiales de Base.
Coordinadora Nacional de Derechos Humanos, Perú.
CPT Diocese de Óbidos, Pará, Brasil.
Departamento de Justicia y Solidaridad de la Conferencia Episcopal
Latinoamericana - DEJUSOL, CELAM.
Derechos Humanos Sin
Fronteras, Perú.
Derechos Humanos y
Medio Ambiente de Puno -DEHUMA-, Perú
Diálogo Intereclesial
por la Paz en
Colombia, DIPAZ, Colombia
Diocesis de Copiapó-
Alto del Carmen - Chile
Diocese de Itabira- Fabriciano Minas Gerais, Brasil
Dirección Diocesana
Cáritas de Choluteca, Honduras
Equipe de Articulação e Assessoria as Comunidades Negras do Vale do
Ribeira, EAACONE, Brasil.
Equipo Investigación
Ecoteología, Universidad Javeriana, Bogotá.
Equipo Nacional de
Pastoral Aborigen, ENDEPA, Argentina.
Franciscans
International.
Hermanas de la Misericordia de las
Américas, Argentina.
Iglesia Evangélica Presbiteriana de Chigüinto, Chile.
Irmãos da Misericórdia das Américas Juventude Franciscana do Brasil –
JUFRA-
Justiça, Paz e Integridade da Criação Verbitas - JUPIC SVD - Província
BRN
Mercy International Association at the UN
Mesa Ecoteológica
Interreligiosa de Bogotá D.C. – MESETI -
Misioneros
Claretianos Centro América y San José
del Sur, Argentina
Misioneros Combonianos, Brasil e Ecuador
Movimento dos Atingidos por Barragens no Vale do Ribeira -MOAB- Brasil.
Observatorio de
Conflictos Mineros de América Latina -OCMAL-
Oficina de JPIC OFM,
Roma.
Oficina de JPIC
Sociedad Misionera San Columbano, Chile
Orden Franciscana
Seglar, Uruguay
Organización de
Familias de Pasta de Conchos, México
Pastoral de Cuidado
de la Infancia ,
Bolivia
Pastoral Indígena,
Ecuador
Pastoral
Indigenista de Roraima -Brasil-
Pastoral Social
Cáritas Oruro, Bolivia
Pastoral Social
Diócesis de Duitama Sogamoso, Boyacá, Colombia
Pastoral Social
Diócesis de Pasto, Nariño, Colombia
Radio el Progreso
Yoro-ERIC- Honduras
Red de Educación
Popular de América Latina y el Caribe de las Religiosas del Sagrado Corazón
Rede de Solidariedade Missionárias Servas do Espírito Santo, Brasil
Red Muqui, Perú
Red Regional Agua Desarrollo y Democracia, Piura, Perú
Secretariado
Diocesano de Pastoral Social, Garzón Huila, Colombia.
Servicio
Interfranciscano de Justicia, Paz y Ecología -SINFRAJUPE-, Brasil.
Servicio
Internacional Cristiano de Solidaridad con América Latina, Oscar Romero,
-SICSAL-
Servicios Koinonia
Vicaría de la Solidaridad , Oficina
de Derechos Humanos, Jaén, Perú.
Vicariato Apostólico
San Francisco Javier, Jaén, Perú.
Vivat International.
ÓSCAR ELIZALDE PRADA
FUENTE: Amerindia