Por Mons. Juan C.
Sanahuja
Un grupo de países se
compromete a implantar la tiranía gay en la legislación internacional y, por lo
tanto, en las legislaciones nacionales. Entre los selectos homosexualizantes
están Argentina y Brasil.
El 26 de septiembre
pasado, en la sede de la ONU
en New York, se realizó una reunión sin precedentes para la defensa y promoción
de los supuestos derechos de los homosexuales (LGTB). El encuentro fue
convocado por la Alto
Comisionado para los Derechos Humanos, Navy Pillay, y
promovido por el gobierno de Barack Hussein Obama, cuyo Secretario de Estado,
John Kerry, tuvo un papel protagónico.
En el “selecto”
encuentro participaron los Ministros de Relaciones Exteriores de Argentina,
Héctor Timerman; de Brasil, Luiz Alberto Figueiredo; de Holanda, Frans
Timmermans; de Croacia y de Noruega; el ministro francés para la cooperación,
Pascal Cafin; funcionarios de la Unión Europea , de Japón y de Nueva Zelanda.
También intervinieron, Jessica Stern de la International Lesbian
and Gay Association (ILGA), y representantes de Human Rights Watch.
La convocatoria fue
un encuentro de representantes de países e instituciones aliados para promover
el homosexualismo en la legislación internacional, en el marco de la campaña de
sensibilización pública pro-gay Free & Equal del Alto Comisionado para los
Derechos Humanos de la ONU.
La sra. Pillay dijo, “cuando
me convertí en Alto Comisionada para los Derechos Humanos, hace cinco años,
casi no había discusión en las Naciones Unidas sobre los derechos humanos y los
desafíos que enfrentan las lesbianas, gays, transexuales e intersexuales, (...)
ya no es así”. Pillay también afirmó, “debemos comprometernos a trabajar en
cualquier lugar del mundo, para que los gays sean tratados como cualquier otro
y no sean objeto de violencia y discriminación".
El Secretario de
Estado norteamericano, John Kerry, unió los supuestos derechos de gays y
lesbianas, a los principios fundacionales de la ONU , tal como lo hizo hace un tiempo el
Secretario General, Ban Ki-moon. Es decir, se trata de una reinterpretación de la Declaración de
Derechos Humanos
Como informamos (NG
1132), en diciembre de 2011, Hillary Clinton, entonces Secretario de Estado del
gobierno de Obama, anunció la creación del Global Equality Fund, que suma
fondos económicos a la campaña para imponer la tiranía gay en el mundo.
El video oficial de
la reunión puede verse en: https://www.unfe.org/en/actions/ministerial-meeting
y en
http://www.corrispondenzaromana.it/notizie-brevi/onu-primo-meeting-ministeriale-internazionale-per-la-promozione-dei-diritti-lgtb/
Reiteramos lo dicho
en otras oportunidades, como consecuencia de la llamada “discriminación por
orientación sexual e identidad de género” y de los términos “homofobia y
transfobia”, califican de homofóbica y discriminatoria toda opinión en
desacuerdo con el estilo de vida homosexual. Atentan contra la libertad
religiosa, por ejemplo, oponiéndose a la predicación de la doctrina cristiana.
En base a eso arremeten contra la libertad de los padres a educar a sus hijos y
se desconoce la libertad de las instituciones de enseñanza, por sólo dar unos
pocos ejemplos.
Ahora se suma a esto la aplicación de la legislación
internacional sobre derechos humanos a todo lo que se les antoje como trato
violento o discriminatorio. ¿Serán pasibles de ser juzgados por la Corte Penal
Internacional los padres de familia que se opongan a que sus hijos sean
educados en la “normalidad” de la homosexualidad o las autoridades religiosas
que prediquen la intrínseca maldad moral de la sodomía? Es muy distinto
terminar con la injusta violencia a, por ejemplo, exigir libertad de acción,
incluida la perversión de menores, o reclamar el “cupo gay” dentro del cuerpo
de profesores de colegios y universidades.
El lobby gay parece decir: “quien no
apoya nuestro estilo de vida y todas nuestras pretensiones, está a favor de que
se nos condene a muerte”.
NoticiasGlobales,
8-10-13