El mismo gobierno que se negó a extraditar a Chile a un guerrillero que huyó a nuestro país, después de asesinar a un senador chileno, se niega al ingreso de un cadáver.
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El país no aceptará
los restos de Priebke
El Gobierno argentino
“ha dado orden de no aceptar ningún trámite que permita el ingreso del cuerpo
del Erich Priebke a la
Argentina ”, anunció ayer la Cancillería argentina
a través de su cuenta oficial en una red social. El anunció se materializó el
mismo día en que Priebke falleció a los 100 años en Roma donde vivió los
últimos 18 años bajo arresto domiciliario.
La comunicación
oficial echa por tierra la intención de enviar a Argentina el cadáver del
oficial nazi “para que sea enterrado al lado de su esposa en Bariloche”, según
había indicado ayer el apoderado de Priebke, Paolo Giachino.
Su paso por Argentina
Priebke vivió muchos
años en Bariloche, Argentina, ocultando su pasado nazi, y en el año 1995 fue
extraditado a Italia, donde quedó bajo arresto domiciliario.
Ante la noticia de la
muerte de Priebke, la intendenta de Bariloche, María Eugenia Martini, repudió
enfáticamente la figura del ex-SS, y dijo que su vínculo con Bariloche “nos
sirve para repensar formas modernas de discriminación que persisten en la
sociedad”.
Martini descartó que
hubiera hoy en esa ciudad más que “algunas personas nazis o de ideología
genocida”.
Priebke, berlinés de
nacimiento, fue capitán de las SS. Destinado a Italia en el año 1943, participó
allí en la llamada “Matanza de las Fosas Ardeatinas”. Este hecho ocurrido el 24
de marzo de 1944, fue cuando 335 italianos –en su mayoría presos políticos y 75
judíos escogidos al azar– y fueron fusilados por los nazis en una represalia.