Por Augusto Assía
Reportaje al presidente de Guatemala, Alvaro Colom, antes del asesinato de F. Cabral.
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¿Cuál es la situación del país?
Guatemala ha llegado a su límite. Hemos llegado a lo más alto de la curva, pero bajar las ejecuciones será imposible si no hay un verdadero apoyo para enfrentar a esta gente. Sólo las incautaciones de armas entre diciembre y enero fueron superiores a las que tiene una brigada militar. El narcotráfico tiene una capacidad infinita para matar y para comprar a quien se pone enfrente. La región no puede más. Y, en el caso de Guatemala, o crecemos en seguridad y justicia (jueces, fiscales, investigadores) o simplemente vamos a incautar muchas armas, pero no a frenar las muertes.
¿Guatemala está tomado por el mexicano Cartel de los Zetas?
Los Zetas no son un cartel sino un supermercado internacional del crimen: matan, secuestran a emigrantes, cobran chantajes, mueven droga, venden droga. Los Zetas vienen de una estructura militar (está fundado por ex kaibiles, las fuerzas especiales del ejército de Guatemala) que salen de la guerra que se vivió durante los años ochenta. De los 80 zetas que hemos detenido en los últimos meses, 23 son mexicanos, el resto guatemaltecos y hondureños. Así que yo no veo a los Zetas como un cartel mexicano sino como una multinacional del crimen contra la que tenemos que trabajar unidos.
¿Quién tiene la culpa de haber llegado a esta situación?
Sucede que la producción está en la zona andina y el consumo en EE.UU., y nosotros (Centroamérica) estamos en el medio y ponemos los muertos. Lo más importante es la corresponsabilidad entre Europa y Estados Unidos. Pero de nada sirve el combate al narcotráfico si no luchamos contra el tráfico de químicos o el lavado de dinero y si eso no se destruye seguirá generándose violencia. Yo no estaría tan tranquilo del otro lado del Río Bravo porque van a romper la frontera. Una frontera que sólo frena migrantes pero no frena dinero, químicos, armas, cocaína, no es una frontera que valga. De ahí la importancia de corresponsabilidad entre todos los involucrados.
¿Qué grado de penetración tiene el narco en las instituciones?
Ha penetrado prácticamente todas las estructuras e instituciones. Imagínese que hemos incautado 11.000 millones de dólares al narco, así que su capacidad de corromper es impresionante y en Guatemala se han infiltrado en todas las estructuras privadas y públicas del país. El año pasado metimos en la cárcel a dos cúpulas enteritas de la policía, echamos a 1.400 agentes y he cambiado tres veces a la cúpula militar, pero esta gente está siempre buscando el precio de los funcionarios. La sociedad guatemalteca está asediada por el narco.
Clarín, 11-7-11