DON BOSCO

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"BUENOS CRISTIANOS Y HONRADOS CIUDADANOS"

Alemania: rehén de los Verdes



Desde el gobierno de Schröeder en 1998, el Partido Verde forma parte de la coalición gobernante en Alemania, tiene importancia muy superior a su escasa incidencia en el electorado, como aliado con los Socialdemócratas. Si bien siempre marginalmente minoritario, el sistema germano les posibilitó influir desde entonces muy fuertemente en las decisiones gubernativas, con particular énfasis en temas habitualmente encarados por los militantes ecologistas. Esa situación persiste en el actual gobierno encabezado por Angela Merkel.

No fue casualidad que las posturas de los “verdes” germanos, tuvieran y tengan fuertes condimentos de tipo fundamentalista, tal como suele ser la orientación de muchas agrupaciones ecologistas, que asumen posiciones defendidas como dogmas cuasi religiosos –sobre los que no admiten discusiones-, en lugar de analizarlas desde la óptica técnica y científica.

Desde esa postura, los “verdes” presionaron para congelar el Plan Nuclear, logrando impedir las programadas construcciones de nuevas centrales; las cuales supuestamente serían reemplazadas por energía eólica y solar.

Tal como es conocido, las energías eólica y solar adolecen de insalvables limitaciones técnicas, las que no pudieron superarse pese a los muy fuertes subsidios implementados por el gobierno alemán para promocionar a esas energías alternativas. Como era de prever, el consumo de energía eléctrica del mercado interno germano, siguió creciendo fuertemente, y al no contarse con los aportes de las nuevas usinas nucleares –dejadas de lado por las presiones “verdes”-, los faltantes de la oferta energética debieron reemplazarse por nuevas usinas a carbón ¡lo más antiecológico!, nuevas usinas a gas –también contaminan-, y por mayores importaciones de electricidad de los vecinos de la Unión Europea.

Como otro de los curiosos contrasentidos, que los fervorosos y agresivos militantes ultra ecologistas nunca parecen plantearse, y sobre los que jamás admiten ninguna discusión; sucede que dentro del paquete eléctrico que compran a la UE, está la energía nuclear francesa (¿no era que la aborrecían?), la hidroeléctrica suiza (también detestada por el fundamentalismo ecológico), y la termoeléctrica a carbón de Dinamarca (que es lo más contaminante). En conclusión: ¿que clase de “ecologistas” son?

Pero más aún, como las presiones ecologistas hicieron abortar el Plan Nuclear Alemán, los germanos se vieron obligados a importar crecientes y descomunales cantidades de gas natural ruso, para lo cual no alcanzaron los gasoductos existentes, y debieron construir otro –de enorme capacidad-, el cual para evitar depender del paso por territorio polaco, se construyó –a un altísimo costo económico y ambiental- en el helado Mar Báltico.

Ruinosa desde todo punto de vista, la importación de gas ruso plantea una muy preocupante dependencia estratégica de Alemania, respecto a la provisión de Rusia. Un eventual corte del vital suministro de gas ruso –sea por eventuales problemas técnicos, por accidente, por sabotaje, o por presión política; provocaría un cuadro de escasez que pondría de rodillas a la pujante economía alemana.

Por supuesto, el drenaje de divisas, los altos costos de compra de gas, y los costos operativos del gasoducto submarino, inciden negativamente en la economía germana, la cual hoy puede solventarlos…pero, ¿que pasará si sucumbe al contagio de la crisis económica que hoy castiga no solo a Grecia, Portugal, España e Irlanda, sino que también ataca a Italia, Gran Bretaña y otros socios mayores de la UE?

No debe dejar de considerarse que quemar gas es utilizar un recurso no renovable (lo que es antiecológico), de por si es contaminante (son enormes volúmenes de gas quemándose hora a hora); y el mantenimiento del gasoducto submarino implica también altos costos ambientales, jamás reconocidos por esos dogmáticos “verdes” fanatizados.

Ahora, tras los problemas en la central nuclear de Fukushima (Japón) -muy magnificados por los medios periodísticos-, los “verdes” alemanes redoblaron sus ataque a la energía nuclear, y lograron acordar el cierre de todas las centrales nucleares alemanas. Y las “intenciones” son reemplazarlas por “energías verdes”. Pero se sabe que el camino al infierno está pavimentado de buenas intenciones, y que las “energías verdes” (eólica, solar y otras) son un fiasco escandaloso, caras e ineficientes, solo mantenidas con muy fuertes subsidios, sin por ello superar sus serias limitaciones, como la incapacidad de la eólica de funcionar como energía de base por la imposibilidad de “acumular” los vientos, y la precariedad de la solar (no funciona sin sol), entre otros problemas mayores.

Es decir que en realidad, el cierre de las plantas nucleares, le significará a Alemania la necesidad de importar más petróleo y gas, quemar más carbón propio, y comprar más electricidad…además de pagar cuantiosos subsidios a los lobbies de las falsamente limpias energías solar y eólica.

El macaneo del “ejemplo” alemán, es otra cara de la misma moneda. Los ultra ecologistas se montan sobre el prestigio de Alemania, para poner como “gran ejemplo” a seguir por el mundo…para que los desinformados “muerdan el anzuelo” apostando a las falsas “soluciones verdes”…así los lobbies petroleros, gasíferos, eólicos y solares seguirán haciendo muy buenos negocios.

Por su parte, las potencias que no se dejan engañar por esos falsos discursos, siguen apostando a la energía nuclear, tal como explícita o implícitamente ya lo expresaron China, India, EEUU, Francia, Gran Bretaña, y muchos más.

¡Y por supuesto, los países que aún disponen de potenciales capacidades hidroeléctricas sin utilizar, siguen construyendo represas hidroeléctricas, pues es la fuente más limpia y económica para producir electricidad!

Por: C.P.N. Carlos A. Ortiz
Investigador de temas económicos y geopolíticos

(Estrucplan )