Y ADOCTRINAMIENTO EN GÉNERO
La
ministra de las Mujeres y la presidente del CONICET adoctrinaron en género a
los diputados nacionales. Discursos ideologizados y el viejo truco de inflar
las cifras. “El 38,3% de las mujeres que mueren en el mundo lo hacen a causa de
la violencia de género” (sic).
Por Mónica del Río
Notivida, 7-5-20
Diputados hizo ayer un
simulacro de sesión virtual, que contó con 46 diputados en el recinto y unos
150 conectados en forma remota.
Para probar el sistema se le
brindó a los legisladores una “capacitación en género” que tuvieron a cargo la
ministra de Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta y la
presidenta del CONICET, Ana María Franchi que expuso por videoconferencia.
Al término se intentó una
prueba fallida de votación que obligó a posponer para el sábado la sesión
prevista para hoy.
La capacitación en género
Ana María Franchi,
presidente del CONICET, es una doctora en química abortista que -tal como
mostró en su exposición durante el debate de aborto- utiliza cifras abultadas
para impresionar a la audiencia.
Al inicio habló del
patriarcado “un sistema que produce y reproduce relaciones de poder
asimétricas”. Después mostró una infografía de Amnistía Internacional que
representa el “iceberg de la violencia de género”.
Ofreció algunas cifras de
violencia contra las mujeres extraídas de ONU Mujeres y añadió otras que
sorprenden al más desavisado, por ejemplo:
Se
nos escapan datos fehacientes a nivel mundial, pero tengamos en cuenta que
-según las últimas cifras oficiales- en el 2018 murieron en Argentina 162.408
mujeres y que el número de femicidios para ese mismo año fue de 273, es decir
el 0,16% de las mujeres que mueren en el país “lo hacen a causa de la violencia
de género”. Dicho de otro modo, para representar el 38,3% de las muertes de
mujeres, los femicidios en Argentina deberían ser 61.715, lo que los ubicaría
muy por encima de cualquier causa de muerte incluidas las enfermedades del
corazón (34.398) y los tumores (29.118). A la “científica” se le fue la mano.
Elizabeth Gómez Alcorta,
dijo que el patriarcado existe desde hace unos 6.000 años y que hay “un
paradigma hetero-cis normativo”. “Es importante hablar de todes porque lo que
no se nombra se invisibiliza”.
Recordó que en el año 1926
sólo había varones en el Congreso y que en ese momento se votó la primera ley
que le dio derechos civiles a las mujeres.
Aseguró que a partir de los
70 los organismos internacionales pusieron en la agenda los derechos de las
mujeres y que a partir de 1979 con la aprobación de la CEDAW (Convención sobre
la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer) se abrió
un largo recorrido de reconocimiento de esos derechos. Mencionó también a la
Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia
contra la Mujer, conocida como Convención de Belém do Pará, de 1994, como el
único instrumento internacional referido a la violencia hacia la mujer.
Hizo una enumeración de las
principales leyes nacionales vinculadas a la temática: Ley 26.150 de Educación
Sexual Integral, Ley 26.485 de prevención, sanción y erradicación de la
violencia contra las mujeres, Ley 26.618 de “matrimonio igualitario”, Ley
26.743 de Identidad de género, la reforma del Código Penal para incluir la
figura de femicidio, el Código Civil aprobado en el 2014 que “incorporó nuevos
tipos de familia”, la Ley Brisa (reparación económica para los hijos de
progenitores víctimas de violencia de género) y la Ley Micaela que obligó a
capacitarse en género a los tres poderes del Estado. Gómez Alcorta informó que
esa capacitación ya la han hecho el presidente de la Nación y todos los integrantes
del gabinete ampliado.
Al final de la exposición
manifestó su deseo de que esa Cámara no se llame más de Diputados nombre que,
según ella, arrastra desde la época en que sólo había varones en el Cuerpo.
