Jesús Bastante, 23 de mayo de 2018
¿Quién fue
Ángel Herrera Oria? ¿Qué significó para la Iglesia del siglo pasado? ¿Qué queda
de su legado? ¿Qué podemos rescatar mirando hacia el futuro? Cincuenta años
después de su muerte, la figura del periodista-cardenal, uno de los padres de
la Doctrina Social de la Iglesia en la España del siglo XX, sigue siendo una
gran desconocida, que sería necesario recuperar.
Eso intentan la Fundación Pablo VI y la Asociación
Católica de Propagandistas, instituciones fundadas por el malagueño (junto al
CEU, el Ya, El Debate, la BAC o la Editorial Católica), que ayer abrieron un
año cargado de eventos con una nutrida mesa redonda. Un laico, obispo,
cardenal, un católico comprometido. Un periodista, un político, un
eclesiástico... un ciudadano.
"Iniciamos un año para conmemorar la figura de
Herrera Oria, que incluye seminarios, congresos, exposiciones, libros..."
apuntó Jesús Avezuela, director general de la Fundación Pablo VI, quien
defendió la vigencia de "sus valores, esenciales para la convivencia
social". Avezuela dio la palabra a Ginés García Beltrán. El presidente de
la Fundación y obispo de Getafe fue el encargado de moderar la mesa redonda en
la que participaron el obispo auxiliar de Madrid, Juan Antonio Martínez Camino;
el historiador Fernando García de Cortázar, el presidente de la ACdP, Carlos
Romero; o el periodista Antonio Alférez Callejón.
"Es el momento de movimientos como el de Herrera
Oria", clamó el jesuita Fernando García de Cortázar, aludiendo a la
importancia del mensaje del cardenal ante "estos momentos decisivos en la
historia de España", con el "golpe de Estado vivido en Cataluña"
y "la negación de la existencia de España".
El historiador definió a Herrera Oria como un
personaje excepcional en la historia de la Iglesia española. "Estamos en
un presente conflictivo, en una era grave del pensamiento europeo y la
civilización cristiana", alertó el historiador,
¿Deben los católicos intervenir en la vida pública?
"Hasta Herrera Oria, todos los movimientos habían fracasado", recordó
García de Cortázar, quien apuntó que "los cristianos, más allá de las
convicciones de nuestra fe, debemos defender una sociedad fundada en Roma, el
Cristianismo o la Ilustración". "Hoy, nosotros también, con motivo
del cincuentenario de Herrera Oria, tenemos que dar este mensaje: la realidad
del cristianismo está vigente".
"En este momento, en el que la trivialidad están
teniendo tal presencia en la sociedad actual, conviene recordar el mensaje
fundacional de la Iglesia, que fue revivido por la figura de Ángel Herrera
Oria", culminó el historiador. "Ángel Herrera despierta la conciencia
nacional dormida, moviliza una mayoría social inmovilizada".
Por su parte, Juan Antonio Martínez Camino, definió a
Herrera como "la voz católica más recia, intrépida y mejor timbrada en la
España del siglo XX", usando la terminología utilizada por monseñor
Antonio Montero, otro maestro de periodistas. El auxiliar de Madrid excusó la
ausencia del cardenal Osoro, aquejado de una lumbalgia de la que ya está
recuperando.
Camino hizo referencia al proceso de beatificación de
Ángel Herrera, en suspenso en Roma desde 2012, explicando "la fama de santo
y su doctrina de santidad", pidiendo que "lo veamos reconocido pronto
como santo".
"Que se promueva el deseo de santidad de toda la
Iglesia es lo que persigue el Papa en su reciente exhortación apostólica. Una
figura como la de Don Ángel, es sin duda un gran estímulo para la Iglesia, en
esa indisociable misión del apostolado, de la conciencia social, que va
necesariamente unida a la santificación de cada bautizado"
La mesa tampoco contó con la presencia, anunciada, del
alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, quien sin embargo envió un vídeo en
el que definió a Herrera como "un hombre que fue santo en la vida de cada
día".
Para Carlos Romero Caramelo, el fundador de la ACdP
(junto al jesuita Ángel Ayala), habló de Herrera como "una figura esencial
de la España del siglo XX". "Siempre fue un precursor", destacó
Romero, quien alabó que, desde los comienzos, ambos estaban convencidos del
protagonismo de los laicos. Y una vocación al periodismo.
De ahí surgió la ACdP, y de ahí El Debate o "el
famosísimo Ya", y la participación de los católicos en la vida pública,
desde poco antes del comienzo de la República. Romero hizo un repaso de la
trayectoria de Herrera, y con él la de la España durante la II República, la
Guerra Civil y el régimen franquista. "Educación, medios de comunicación y
política".
Hoy, "no caben el retraimiento ni el
pesimismo", clamó el presidente de la ACdP, quien destacó a Herrera Oria
como "un hombre que no dio nada por perdido". "Fue un verdadero
gigante de la historia de España en el siglo XX, un hombre ocupado y preocupado
por el bien común".
Finalmente, Antonio Alférez Callejón, periodista y
alumno de la Escuela de Periodismo de la Iglesia fundada por Herrera Oria,
recordó la primera ocasión en que escuchó hablar al cardenal, hablando de
"encarnación y compromiso social", algo inusual en la España
franquista de la época. "Formar minorías selectas que instauren un orden
nuevo" eran un objetivo en don Ángel. Y "ser los mejores era destacar
como las mejores personas, ciudadanos inspirados en la Doctrina Social de la
Iglesia", destacó el veterano periodista.
"¿Cuál es el secreto de Herrera?", se
preguntó García Beltrán. "Su secreto es la santidad", concluyó el
obispo de Getafe, trazando un paralelismo entre 'Gaudete et Exsultate' y la
vida de Herrera Oria. "La vida de Herrera Oria es una vida de santidad. Su
proceso de canonización está en Roma", subrayó.
"Toda evangelización tiene una dimensión social,
el Evangelio y la DSI son para vivir en la calle", recordó, pidiendo
"liderazgo evangélico y moral en la vida pública". "Estamos en
una sociedad bastante ausente de líderes, y de líderes cristianos",
lamentó, criticando que "cuando uno entra en la vida pública deja su
catolicismo a un lado".