By Stefano Gennarini, J.D.
24 de junio 2016-Fam
El gobierno polaco replicó a los burócratas europeos
en una mordaz respuesta a un informe publicado la semana pasada por el Consejo
de Europa, que criticaba la ley de aborto restrictiva del país y el trato que
confiere a las mujeres.
Asumiendo el tono ceremonioso y la obsecuente
deferencia que muchos países adoptan en su interrelación con los burócratas
internacionales, Polonia acusó al Comisario para los Derechos Humanos del
Consejo de Europa, el letón-estadounidense Nils Muižnieks, de «excederse en su
mandato», de parcialidad y selectividad, y de interferir en asuntos internos en
una respuesta oficial a un informe del Comisario que se publicó la semana
pasada.
En una sección que aborda la «salud sexual y
reproductiva», el informe ordena a Polonia que despenalice el aborto, que
elimine la protección de conciencia para los médicos y el personal de la salud,
y que apruebe la educación sexual integral.
En vez de inclinarse en servil reverencia, como
normalmente se asume que las naciones lo harán en una situación de este tipo,
Polonia respondió que el Comisario contaba con información incorrecta y que
malinterpretaba tanto el derecho polaco
como la obligación de Polonia conforme a la Convención Europea de
Derechos Humanos.
«El derecho polaco, en este sentido, tiene por fuente
la Constitución y se encuentra condicionado por la importancia ampliamente
compartida que la sociedad polaca otorga al respeto a la vida» fue la respuesta
concreta del país sobre el tema del aborto.
El Comisario también insinuó, a partir de informes de
la Federación Internacional de Planificación de la Familia (en inglés:
International Planned Parenthood Federation),
que Polonia estaba evitando, de un modo u otro, que las mujeres
accedieran a los anticonceptivos porque no subsidia algunos de ellos.
El gobierno de dicho país acusó a Planned Parenthood
de fijarse en sus propios intereses al buscar el beneficio económico de la
venta de fármacos anticonceptivos.
La Federación Internacional de Planificación de la
Familia «difícilmente puede ser llamada fuente de información imparcial a la
vista de su participación activa en la promoción del acceso a la anticoncepción
y al aborto, y su rol en lo que concierne a facilitar el acceso directo a tales
servicios», sostuvo el gobierno de Polonia.
Pero la crítica más severa a la burocracia europea de
derechos humanos fue en la sección sobre igualdad de derechos para la mujer,
que ocupa aproximadamente un tercio del informe.
En él, el Comisario acusa a Polonia de restringir la
participación de las mujeres en la vida económica y pública, y de no penalizar
y elevar a juicio la violencia y el acoso sexual perpetrados contra la mujer
(difamaciones que comúnmente se dicen en contra de los países que protegen la
vida en el seno materno).
Polonia afirmó que el Comisario meramente repetía como
loro información deficiente provista por algunas organizaciones que
difícilmente representan a la sociedad civil de la totalidad del país,
«ignorando completamente» la suministrada por el gobierno. En su respuesta,
Polonia comparó esta repetición carente de sentido crítico de opiniones sin
verificar, que «no se basan en hechos» con juego del «teléfono descompuesto»,
en el que se manda un mensaje de forma incorrecta tras una serie de
reproducciones.
Calificó de «ideológicas» e «incorrectas» esta clase
de acusaciones, y destacó información que demuestra que Polonia cuenta con uno
de los índices más bajos de toda Europa en lo que respecta a violencia
doméstica y acoso sexual en el entorno laboral.
El país asimismo resaltó datos de la Organización para
la Cooperación y el Desarrollo Económico (OECD, por sus siglas en inglés) que
indican, entre otras cosas, que, en Polonia, la brecha salarial entre hombres y
mujeres se encuentra entre las menores de Europa, con solo el 10,6 % (menos que
Alemania, Países Bajos, Suecia y Noruega), que Polonia está en segundo lugar en
cuanto a la proporción de mujeres inversoras, y que el índice de parlamentarias
es de un 27,4 %, equiparable a la media europea, que es del 28,58 %.
Traducido por Luciana María Palazzo de Castellano