La verdad de los hechos.
Por Carlos Alvarez Cozzi
Es un lugar común ver
que en nuestros países de Occidente, los grupos del lobby LGTBI hacen gárgaras
con la ideología de género, protestan todo y se oponen a casi todo lo que
sucede en nuestras sociedades.
Califican de
machistas y homofóbicos a todo y todos lo que cuestionan su estilo de vida.
Como en toda democracia, tienen derecho a expresarse, como asimismo los que
respetamos pero no compartimos su estilo de vida y también tenemos derecho a
expresarlo. Pero frecuentemente hacen gala dichos grupos de lo que Benedicto
XVI ha denominado con gran precisión como “la dictadura del relativismo”, y la
practican. Y ello lleva irremediablemente el relativismo moral a la legislación,
concretando un relativismo jurídico, por el que, violación de la laicidad
estatal de por medio, prevé muchas veces en varios ordenamientos jurídicos,
como delito, toda crítica formulada contra el estilo de vida gay.
Sobre este tema hay y
hemos escrito personalmente bastante y no habremos de volver sobre ello.
Lo que sí queremos
destacar en esta nota es el sugestivo silencio o por lo menos la falta de
energía de estos grupos en criticar a los paises comunistas que persiguen seriamente
a los gays o el tratamiento que el Islam hace de los homosexuales. Y creemos
que no son silencios inocentes, sino que sobre todo, como la ideología de
género es expresión de un neo marxismo que pretende colonizar a las personas y
a las familias, por lo que son aliados estratégicos, los grupos LGTBI poco o
nada dicen sobre el tratamiento que le dan a ellos en países como Rusia u otros
de Europa del este y de Asia, y prefieren no atacar la matriz común y si
concentrar sus baterías sobre los países de Europa occidental, los Estados
Unidos de América y los Latinoamericanos.
Y para esa estrategia
hacen lobby ante los organismos internacionales, como Naciones Unidas, OEA y
MERCOSUR, entre otros, para que le impongan a los Estados miembros la agenda de
género conocida: legalización del aborto, “matrimonio” entre personas del mismo
sexo, adopción por personas homosexuales, regulación del transgénero,guías
educativas pro gay en la enseñanza, etc. Todo ello ha infiltrado a buena parte
de la intelectualidad, los medios de comunicación, la educación y los partidos
políticos.
Como se considera
“políticamente incorrecto” resistirse a tales imposiciones, los valientes y
persistentes gestos recientes de gobiernos como los de Paraguay y Perú,
destacan como bastiones de resistencia a tal “dictadura del relativismo”.
También son atacadas
en forma cada vez más notoria, las iglesias cristianas, que con todo derecho,
el de la libertad de expresión y culto, lleva a sus pastores a enseñar la
doctrina moral que surge de los Evangelios y que también supone una molestia
para los mencionados colectivos. Los recientes episodios de las Femen o las
denuncias contra el cardenal Cañizares en España y Europa en general, y los
atentados a templos en ese continente y en América, confirman lo expuesto.
Por ello, el silencio o el desinterés de estos grupos de
presión de levantar su voz ante lo que sucece en Rusia y otros países, entre
ellos los islamistas, es la prueba de que su real intención, no es, como
afirman, reivinvicar su condición en todo el mundo sino hacerlo en forma
selectiva, en particular en Occidente, de clara matriz cultural y valórica
cristiana. Porque en el cristianismo es que indentifica su verdadero enemigo.
No se debe mirar para
otro lado, hay que ver la realidad y decirlo claramente, porque no se le puede
mentir a todos y todo el tiempo. La verdad siempre termina mostrando su
esplendor.