carga contra la ley liberticida del
socialismo sobre el aborto
InfoVaticana,
14 diciembre, 2016
Dos años de
prisión y 30.000 euros de multa. Ese será el castigo para todos aquellos que
sean condenados por proporcionar información sobre el aborto a las mujeres que
estén pensando en acabar con su embarazo. A pesar de las 76 enmiendas
presentadas por el Frente Nacional, la Liga del Sur y Los Republicanos, la
Asamblea francesa aprobó, con el voto a favor de las formaciones de izquierda,
la implantación del denominado “delito de instrucción” con el que perseguirán
al colectivo provida.
“La izquierda ya no tiene ninguna consistencia
ideológica. Su electorado tradicional se ha derretido como la nieve al sol. Por
ello, necesitan reactivar a los viejos combatientes para recuperar su
confianza”, ha asegurado la representante del Frente Nacional, Marion Le
Pen [nieta del fundador del partido, que
discrepa en esto con la presidente, Marine Le Pen], en una entrevista
para el diario Présent.
La diputada de la formación de derecha alternativa en
Francia siempre ha sido una de las dirigentes del partido que más ha defendido
los valores de la familia tradicional y que ha denunciado férreamente la
banalización del aborto en la sociedad.
“La supresión del período de reflexión
y ahora la creación de este tipo de delito para todas aquellas personas que
tratan de ofrecer una alternativa a las mujeres crean en la izquierda la
impresión de que están resistiendo ante una amenaza reaccionaria y conservadora“,
ha explicado Le Pen sobre esta estrategia del Gobierno de, presuntamente,
proteger a las mujeres de aquellos que intentan ofrecer una alternativa
-ejercer una “presión externa”, lo llama el Ejecutivo de Hollande- ante el
aborto provocado.
“Tomo como prueba un vídeo publicado en la página web
del Gobierno en el que un médico explica que la mujer que aborta no sufrirá
ningún tipo de secuela física o psíquica”, ha recordado a la vez que ha
puntualizado que Simone Veil, -quien impulsó la despenalización del aborto en
Francia-, ya reconoció que la interrupción del embarazo siempre iba ligada a
ciertas consecuencias.
“Esto es, claramente, una traición completa del
espíritu de Veil. La legalización del aborto entonces debía ser una ley
excepcional, un acto de última instancia dentro de un contexto de angustia por
lo que el Gobierno debía hacer todo lo posible para disuadir a la mujer. Ahora,
el simple hecho de intentar convencerla cuando está a punto de abortar es
percibido como un atentado contra sus derechos”, ha comparado la sobrina de
Marine Le Pen, líder del Frente Nacional y candidata al Elíseo para los
comicios presidenciales que se celebrarán el próximo año en Francia en los que
parten como favoritos en la primera vuelta electoral, según los sondeos.
Marion Le Pen ha aprovechado la entrevista para
desvelar que en Francia se realizan más de 200.000 abortos cada año y que el
10% de los estudiantes de secundaria de la región Ile-de-France ha abortado a
pesar del mayor acceso a los métodos anticonceptivos. Además, ha manifestado su
apuesta por “la adopción prenatal y la restauración del período de reflexión
para evitar decisiones precipitadas en aquellas mujeres en estado de pánico”.
El Gobierno debería implantar soluciones financieras para una política familiar
digna, ya que el 47% de las mujeres deciden abortar por razones económicas, ha
recordado Le Pen.