Han quedado en evidencia nuevamente las diferencias entre quienes estudian científicamente los problemas ecológicos ,con quienes hacen del ecologismo una ideología.
Unánime repudio a
ataques contra agrónomos que apoyan planta Monsanto
El Consejo Directivo
de la Facultad
de Ciencias Agropecuarias de la
UNC se pronunció por unanimidad en contra de ataques verbales
y denuncias de ambientalistas, que cuestionaron el respaldo de sus
profesionales a la instalación de la planta de Monsanto en Malvinas Argentinas.
El pronunciamiento del cuerpo llegará al Consejo Superior, porque lo dispone el
dictamen y porque es imposible que quede al margen de tamaña descalificación el
máximo organismo de gobierno de la casa de estudios.
El cuerpo que preside
el decano Daniel Peiretti debió pronunciarse sobre dichos de la abogada
ambientalista Graciela Gómez, que entre sus afirmaciones incluye frases como
“que cierren todas las Universidades de Agrarias” (sic) porque “el pueblo no
puede seguir pagando estudios gratuitos a futuros genocidas. Destinen ese
dinero a la salud y a las escuelas que realmente forman al soberano, para la
vida no para la muerte. Estamos hartos de solventar parásitos del CONICET y de
Universidades casadas con los extractivistas”.
Insultos y
descalificaciones tan genéricas y generalizadas no pudieron más que recibir una
respuesta del Consejo Directivo de la Facultad de Agropecuarias más importante del
interior del país, de carácter unánime. Es decir, con el voto afirmativo de las
agrupaciones de izquierda y pro ambientalistas que lo integran, como los tres
docentes de Compromiso por una Nueva Universidad (alineado al Rectorado), tres
estudiantes del MBA (ex Bisagra alineados en la Regional Sudestada )
y un egresado de la Bisagra.
“Defendemos la
formación que se imparte en la carrera de Ingeniería Agronómica de esta casa de
estudio desde hace casi medio siglo, dado que la misma tiene como uno de sus
objetivos formar profesionales capaces de producir alimentos en cantidad y
calidad, en equilibrio con el ambiente”, señala el artículo 1 de la
declaración, para agregar a renglón seguido que “repudiamos enérgicamente las
opiniones vertidas por la abogada Graciela Gómez, como así también todas las
acciones que ésta preanuncia en sus exposiciones públicas, así como cualquier
otro intento de descalificar a las casas de altos estudios e investigación y
consecuentemente a la profesión de Ingenieros Agrónomos, con el objeto de
promover el respeto por las ideas de las personas y profesionales e instando a
actuar con honestidad y apertura de pensamiento democrático”.
El Directivo de Agro
solicita a la UNC ,
a todas las Facultades de Agronomía del país, a través de AUDEAS y al CONICET,
realizar un pronunciamiento y/o declaración al respecto de los dichos de la
referida abogada, así como “realizar la difusión por los medios masivos de
comunicación local y nacional, con el objeto de invitar a todas las entidades,
organizaciones, instituciones, empresas, etcétera, vinculadas al sector
agropecuario y agroindustrial, a adherir a la presente declaración”.
El pronunciamiento
remata diciendo que se elevará, “para su consideración”, al Consejo Superior de
la UNC. El
dictamen ingresará al cuerpo que preside Tamarit en la sesión de mañana, aunque
es poco probable que se trate sobre tablas. El calibre de los insultos y las
descalificaciones que la dirigente ambientalista ha pronunciado merecen una
respuesta rápida y condigna, pero necesita de mayoría agravada (dos tercios), y
éste es un tema incómodo para el oficialismo rectoral. Lo más probable es que
ni siquiera se trate en la última sesión del año del Superior, prevista para el
martes 3 de diciembre, y ya convenientemente enfriado, el tema pase para la
agenda 2014.
Eso sí, la UNC se podría convertir, por
omisión, en cómplice con los dichos de la referida ambientalista y de consignas
tales “cierren todas las Universidades de Agrarias”, o “el pueblo no puede
seguir pagando estudios gratuitos a futuros genocidas”.
DiarioAlfil, 18-11-13