Rechazan las cartas contra la educación sexual
Por Mariana Otero y Héctor Brondo
La Voz del Interior, 15-9-18
“Mandar una nota a la escuela pidiendo que no se
enseñe Educación Sexual Integral (ESI) es plantear que el niño no vaya a la
escuela y negar su derecho a la educación. Si la ESI es transversal, se va a
dar en cada una de las asignaturas y en cada una de las materias de nivel
inicial, primario y secundario. La ESI tiene cinco ejes que van mucho más allá
de lo que es la genitalidad y el enfoque biologicista. Plantear que a un niño
–como dijo públicamente en una nota un pastor de las iglesias evangélicas– en
el nivel inicial se le enseña a masturbarse es desconocer, por un lado, el
nivel de desarrollo de los niños y, por otro, el nivel de articulación que
tiene la ESI con los lineamientos curriculares”.
De esta manera manifiesta Sonia Papera, referente del
programa de ESI de la provincia de Córdoba, psicóloga y psicopedagoga, su
rechazo a los dichos de algunos sectores evangélicos en relación a cómo se
imparte la educación sexual en las escuelas.
La discusión sobre el tema se reabrió después del
debate nacional sobre la legalización del aborto y se reactualizó días atrás
cuando se aprobó en comisión por mayoría en la Cámara de Diputados el proyecto
que pretende modificar la Ley de Educación Sexual Integral (N° 26.150).
Las críticas públicas más fuertes en los medios de
comunicación llegaron desde el Consejo de Educación Cristiano Evangélico
(Cece).
“No nos pueden quitar el derecho a decidir cómo educar
a los hijos”
Días atrás, el dictamen a favor de la modificación
generó polémica; en especial, entre las escuelas confesionales. La propuesta
plantea, entre otras cosas, que la ESI debe ser “laica” y elimina el apartado que
plantea que cada escuela podrá enseñar los contenidos según “el ideario” de la
institución y las convicciones de sus miembros. Obliga, además, a actualizar
los materiales con perspectiva de género, inclusiva y no discriminatoria, según
las leyes vigentes. Y propone la creación de una comisión interdisciplinaria
que realice un diagnóstico de conocimiento a los estudiantes sobre el tema y un
monitoreo para observar la aplicación del programa.
Los colegios católicos y la mayoría de los evangélicos
aseguran que están a favor de la educación sexual, pero plantean su
preocupación respecto al texto de la reforma que delega la enseñanza de la ESI
en el Estado y limita a las instituciones impartirla según sus convicciones
religiosas.
Los evangélicos más ortodoxos sostienen que no desean
que sus hijos reciban educación sexual en las escuelas y remarcan que el asunto
es responsabilidad exclusiva de los padres. Incluso distribuyen folletería con
el eslogan: “Con mis hijos no” y envían cartas a las escuelas pidiendo que se
abstengan de brindar este tipo de contenidos a sus hijos.
Según confirmaron en el Ministerio de Educación de la
Provincia, se trata de misivas con un formato estandarizado a las que sólo se
les cambia el nombre del padre o madre y el del director de la escuela a la que
va dirigida. Han recibido muchas.
Autoridades de un colegio cristiano evangélico de la
ciudad de Córdoba, que pidió mantener en reserva su nombre, reconocieron que en
la escuela coexisten quienes rechazan el proyecto de reforma, con el argumento
de que se trata de un intento por coartar la libertad de enseñanza e imponer un
único criterio, con quienes están de acuerdo y conciben a los alumnos como
sujetos de derecho al conocimiento.
Por su parte, Luis Vaca, pastor del Ministerio Evangelístico
Dios Es Amor (Medea), en Villa El Libertador, indicó que “un niño no puede
decidir solo sobre su sexualidad o que alguien fuera de la familia decida por
él”. Dijo, no obstante, que no recibieron comunicado alguno del Consejo de
Educación Cristiano Evangélico.
“El niño es un ser humano en desarrollo que no ha
llegado a su plenitud de conciencia o no tiene su visión de la vida. Entonces
va a juzgar el entorno de acuerdo a los elementos que le brinden internet, la
televisión, las redes sociales. Creer que un niño puede definir su género a los
5 o 6 años es incorrecto. ¿Qué elementos tiene para definirse? ¿Solamente lo
que siente o la influencia del medio y del entorno?”, se pregunta.
“La familia es donde, primero, el niño tiene que
educarse de manera integral. Y los padres son quienes tienen el derecho de
decidir qué institución y qué docentes pueden darles información a sus hijos
(...) Un maestro o una escuela no pueden hacerse cargo de algo que les
corresponde a los padres”, concluye.
Papera confirmó que son muchas las cartas de padres
que llegaron a las escuelas solicitando que no se les brinde educación sexual a
los estudiantes.
“Los pastores evangélicos, que hablaron en nombre de
esa confederación, tienen un gran desconocimiento de lo que es la ley y están
planteando algunas ideas erróneas. Uno de los grandes desconocimientos es que
la ley se plantea de manera transversal”, insiste. Explica, además, que en el
nivel inicial se dictan contenidos que se consensuaron en 2008 en el Consejo Federal
de Educación.
“En el nivel inicial se enseña a diferenciar lo
público y lo privado respecto a lo corporal, lo que me gusta y lo no me gusta
que el otro me haga, enseña lo que favorece la autoestima, a decir que no ante
situaciones de abuso, enseña que la escuela es un lugar en que se pueden contar
algunas cosas que alguien me dijo que tenían que ser un secreto y no lo son,
enseña cuáles son los secretos que hay que guardar y cuáles no hay que guardar,
enseña el cuidado de la intimidad, la diferenciación entre partes íntimas de
las que no lo son en el cuerpo, enseña qué puedo permitir o no, el respeto a
los otros, enseña pautas de convivencia, la intimidad a la hora de ir al
baño...”, enumera.
Y subraya: “Decir que la ESI enseña a masturbarse a
los niños es un poco fuera de lugar y no coincide con el enfoque que nosotros
damos en las capacitaciones y en el material que brindamos como soporte. Este
soporte en el nivel inicial es la mejor herramienta que tenemos para la
prevención de abuso y maltrato”.
En relación a las cartas que recibieron las directoras
de algunas escuelas públicas y privadas exigiendo que no se dicte ESI a sus
hijos, el programa provincial, que dirige Papera, elaboró un instructivo para
que sepan de qué manera responder.
“Una de las cuestiones en las que se basan esas cartas
es en la patria potestad, cuando el concepto de patria potestad no existe más.
Desde que se modificó el Código Civil, se habla de corresponsabilidad en el
cuidado de la infancia, la tienen los dos integrantes de la familia y también
el Estado, a través de la escuela, de la salud, de la Justicia. Es desconocer
el marco legal y desconocer los fundamentos elementales de ESI”, sostiene.
La funcionaria remarca, además, que la educación
sexual con perspectiva de género no es una ideología. “Es una herramienta que
nos permite visibilizar determinadas desigualdades y hacer modificaciones del
marco legal para que esas diferencias no existan más”, puntualiza.
Los católicos, preocupados
Carolina Parma, presidenta de la Junta Arquidiocesana
de Educación Católica (Jaec), explicó que los colegios católicos están a favor
de la educación sexual integral. Sin embargo, dijo que algunos puntos del
proyecto de reforma les preocupan.
Enumeró, en este sentido, la unilateralidad para la
conformación de los materiales de trabajo, la eliminación de las posibilidades
de educar según las creencias de las familias y las instituciones y el
cercenamiento de la libertad de enseñanza junto al respeto por la diversidad
cultural.
“Para nosotros, es importante que se enseñe ESI, pero
nos preocupa que el proyecto diga que las instituciones no puedan enseñar los
contenidos en el marco de su ideario”, planteó Parma, para quien es fundamental
para el trabajo con las familias.
“No podemos pensar la escuela sin la familia. Es el
segundo punto que causa mucha preocupación. Y el tercer punto que nos llama la
atención es que esta propuesta tenga una iniciativa de configurar una única
posibilidad de materiales para que se acceda a los contenidos. El sentido de la
educación es confiar, como dice la ley, en la preparación de los docentes, y
pone énfasis en la profesionalización”, remarcó.
Y agregó: “Debe haber ESI, con respeto por los
idearios porque que exista o no ideario no significa que se anulen los contenidos
sino que se asumen desde una cosmovisión. La libertad de enseñanza es un
baluarte en los pueblos”.