“No nos pueden quitar el derecho a decidir cómo educar
a los hijos”
La Voz del Interior, 15 de septiembre de 2018
La directora del Centro Integral Educativo del
Ministerio Evangelístico Dios Es Amor (Medea), Laura Páez, dice que en esa
institución de Villa El Libertador no desconocen la ley nacional de Educación
Sexual Integral (ESI). Sin embargo, admite que desarrollan sus contenidos en
las aulas conforme el “ideario propio” de la obra, que trabaja desde hace 35
años en la populosa y postergada barriada del sur de la ciudad de Córdoba y su
zona de influencia.
“La Biblia es nuestro manual de estudios, y la palabra
de Dios nos dice que Él creó a la familia a partir de un hombre y una mujer, y
nos enseña cómo debemos transitar la vida que nos ha dado”, comenta la docente,
con 30 años en la profesión.
Desde esa perspectiva, plantea que “los padres son los
primeros educadores” y considera “muy fuerte” que una ley o la escuela “les
quiten el derecho a decidir sobre la educación de sus hijos y les digan: ‘Vamos
a enseñarles de esta manera aunque a ustedes no les guste o estén en
desacuerdo’”.
La profesora aclara que en la comunidad educativa que
dirige no todos profesan la fe evangélica. “También tenemos alumnos que provienen
de familias católicas, ateas o de otros credos, pero en todos los casos los
padres aceptan que les impartamos clases bíblicas desde nuestra postura de la
creación de Dios”, enfatiza.
Páez insiste en que cumplen con las disposiciones del
Programa Nacional de Educación Sexual Integral, pero “adaptadas a la propia
realidad sociocultural y a las convicciones” de la institución, “como contempla
la ley nacional 26.150”, en su artículo 5°.
Así, asegura que con “impronta propia” promueven la
comprensión y el acompañamiento en la maduración afectiva de los alumnos,
ayudándolos a formar su sexualidad y preparándolos para entablar relaciones
interpersonales positivas, como también vincular con mayor estrechez a la
escuela con la familia para lograr los objetivos que se propone la norma.
“No estamos en contra de la ley, pero nos oponemos a
las modificaciones que se le quieren introducir, ya que no se le puede pedir a
un niño que piense y decida como un adulto sobre su sexualidad, porque sabemos
que psicológicamente no está formado aún para hacerlo”, concluye.
El Ciem cumple 30 años la semana próxima. Hoy cuenta
con 120 alumnos de jardín de infantes, 380 de primaria y 74 de primer año del
secundario. Este nivel inició sus actividades en 2018.