NOTIVIDA, Año XV, Nº 965, 31 de marzo de 2015
El candidato del Ejecutivo dijo durante la audiencia
que “no se le puede dar al embrión el status de persona hasta el momento de la
anidación”. Se manifestó además a favor de la ley que legalizó la eutanasia
pasiva, del “matrimonio igualitario” y de la adopción por parte de parejas
homosexuales.
La comisión de Acuerdos del Senado celebró la
Audiencia Pública para tratar el pliego por el que el Ejecutivo propone al Dr.
Roberto Carlés para el cargo de Juez de la Corte Suprema de Justicia de la
Nación. La reunión se llevó a cabo hoy en el Salón “Azul” del Palacio del
Congreso y tras la misma se firmó el dictamen.
El candidato contestó gran cantidad de preguntas
formuladas con anterioridad, entre ellas, una sobre la “constitucionalidad del
delito de aborto” del que afirmó que “forma parte de la política criminal del
Congreso”. Aunque -poco antes y hablando de generalidades- había relativizado
la “última palabra de la Corte”; ponderó el “fallo FAL”. Según Carlés la Corte
zanjó una vieja discusión originada en un “defecto de traducción”: si el aborto
no es punible en todos los casos de violación o sólo en los de violación a una
mujer demente o idiota. En cuanto al resto (si con ese marco constitucional se
podría avanzar con una ley de plazos) sostuvo que “queda en manos de otro
poderes”.
Minimizó la impugnación del Colegio Público de Abogados
de la Capital Federal (entidad que desmintió que haya sido su asesor) diciendo
que la actividad ocupó sólo un mes y que no puede ser considerada formalmente
una pasantía porque en ese lapso no recibió instrucción de parte del Colegio.
Subrayó al final de esa respuesta que dentro del área de estudios jurídicos en
la que trabajaba “a todos se los llamaba asesores” (Vid Notivida Nº 961).
Comenzaron después las preguntas verbales de los
senadores. A la neuquina Carmen Crexell le aseguró que “no está a favor del
aborto”, que el derecho positivo argentino reconoce que “la vida comienza con
la concepción” y que “la discusión pasa por el modo en que se protege a la
persona por nacer”, pero, curiosamente, en los datos empíricos que reclamó para
avanzar con el debate sólo sopesó los perjuicios que a la mujer que quiere
abortar le trae la penalización de la práctica (muertes maternas, mujeres que
quedan con secuelas o son criminalizadas…). Respecto a los embriones producidos
por fecundación artificial, advirtió que hay que tener en cuenta los peligros
que abre la manipulación: “desde la clonación hasta la selección con criterios
eugenésicos”.
A Alfredo Martínez (UCR, Sta.Cruz) le aclaró que está
a favor del “matrimonio igualitario” y de la adopción por parte de parejas
homosexuales. Tampoco tiene objeciones, puntualizó, para la ley de eutanasia
pasiva sancionada por el Congreso.
Gerardo Morales (UCR, Jujuy) pidió precisiones sobre
el tema aborto -para el radical el debate pasa por definir desde cuándo hay concepción-.
El evasivo Carlés tuvo que explayarse y
arbitrariamente usó como sinónimo de concepción el momento de la
anidación. “El material genético que surge con la unión de los gametos merece
protección, pero no es la misma de la persona por nacer” ¿Entonces está a favor
del descarte de embriones?, repreguntó el senador y Carlés aclaró su postura: “No. Deben ser
tutelados aunque no sean personas”. “La vida comienza con la concepción pero
hay persona desde la anidación”. “¿Cuándo sería inconstitucional el aborto?”,
insistió Morales. “Si no hay grave peligro para la salud de la madre o no es un
caso de violación”. Indagó finalmente el legislador si está de acuerdo en que
se practiquen los abortos en los casos de violación y Carlés ratificó que
“siguiendo la doctrina de la Corte los poderes públicos deberían hacerlos”.
Morales anticipó finalmente que su bloque no va a avalar la designación de
Carlés porque adhiere al reclamo del “cupo femenino” y por la falta de
trayectoria del candidato.
Cerró el jefe de la bancada oficialista, Miguel Ángel
Pichetto que celebró compartir con Carlés “la mirada sobre el momento de la
concepción” y exhortó a modificar en ese sentido el Código Civil que votó por
“disciplina partidaria”.
Inmediatamente se giró el dictamen para la firma pero
el pliego de Carlés fracasaría en la sesión prevista para el 15 de abril porque
requiere el voto positivo de dos tercios de los senadores presentes. Si en el
momento de la votación no se ausentan los opositores, el kirchnerismo no tiene
el número necesario.