CRECE EL NUMERO DE GINECOLOGOS QUE OPTAN POR LA OBJECION DE CONCIENCIA.
Por Carlos Álvarez Cozzi (·)
Según da cuenta un medio de prensa nacional (http://www.elpais.com.uy/informacion/aparecen-mas-medicos-niegan-abortos.html),
el número de médicos ginecólogos que hacen objeción de conciencia prevista en
la ley uruguaya de aborto vigente, va en aumento.
El Ministerio de Salud Pública ha estimado el porcentaje
de objetores en el 30% de los ginecólogos pero organizaciones feministas como
MYSU se quejan de la dificultad en obtener las cifras oficiales y afirman que
ese porcentaje es bastante mayor. El Departamento de Salto fue emblemático,
porque el cien por ciento de los ginecólogos del mismo hizo objeción de
conciencia y obligó al Ministerio a enviar ginecólogos de otros lugares a
practicarlos en ese departamento. En los
demás departamentos, el número de objetores va en aumento.
Esta situación provocó que ya el subsecretario de Salud
Pública del anterior gobierno afirmara que los médicos no debían ejercer ese
derecho legal en forma abusiva. Lo que resulta insólito porque la ley vigente
prevé el instituto y no lo limita, por lo que el decreto reglamentario tampoco
debió hacerlo. Sin embargo, ante el intento de limitar el derecho de objeción
de conciencia, plasmado en el decreto reglamentario, un grupo de médicos
recurrió ante la Justicia Administrativa
y dentro del proceso de anulación de varios artículos de dicho decreto
reglamentario, el Tribunal de lo Contencioso Administrativo, en el pasado año, -ejerciendo
una potestad legal pocas veces utilizada-, suspendió cautelarmente la
aplicación de los mismos hasta que se resuelva la litis en la sentencia
definitiva. Ello da elementos esperanzadores a los provida de que la Justicia pueda anular
finalmente dichos artículos.
Lo que, al parecer, no fue entendido por algunas organizaciones
feministas, es que el derecho de
objeción de conciencia es universalmente admitido, está previsto en la ley
uruguaya vigente y el mismo se ejerce en forma personalísima por los médicos con
el único referente de la conciencia y de la ética. La reciente decisión
jurisdiccional arriba comentada apunta a la protección de ese derecho. La
conciencia de los ginecólogos no la decreta ninguna organización. Los médicos
estudian y ejercen para salvar vidas y para curar. No para matar a quien
también es uno de sus pacientes: el/la concebido/a nonato/a.
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(·)Jusprivatista nacional e internacional uruguayo
experto en Bioderecho.