El primer y único comunicado de prensa firmado por Pedro Saco, el médico que operó a la presidenta Cristina Kirchner, no hizo más que agregar sospechas a las que ya había respecto a cómo fue tratada la afección que la mandataria sufrió en su glándula tiroides, que en principio se creyó que era un cáncer, un diagnóstico que después se corrigió .
El informe que firmó Saco junto al director del Hospital Universitario Austral (HUA), Eduardo Schnitzler, se conoció el miércoles a la noche, a una semana de que la Presidenta fuera operada allí y al cuarto día de que le dieran el alta.
Las autoridades del hospital no explicaron en su documento, por ejemplo, porqué el Gobierno –y hasta la propia Presidenta– dieron como seguro que ella padecía un cáncer, cuando en rigor los análisis a los que había sido sometida para conocer sus afecciones podían tener un margen de error, aunque menor, conocido como “falso positivo” . La confirmación de que esto último había ocurrido generó sorpresa e impacto en la opinión pública y en los medios internacionales.
A estas dudas se sumaron ahora nuevos interrogantes. El comunicado del Hospital Austral reveló que “durante la operación quirúrgica”, los médicos presidenciales “constataron los nódulos conocidos en el lóbulo derecho”, pero a la vez notaron que existía un “ nódulo palpable en el lóbulo izquierdo”.
El descubrimiento de un nuevo nódulo “palpable”, hasta ahora, se desconocía, ya que esa característica no fue informada en los diferentes partes médicos que se difundieron durante el tiempo en que la Presidenta estuvo internada.
Ninguno de los partes sobre la salud presidencial, leídos en la Hospital Austral por el vocero Alfredo Scocimarro, habían sido firmado por los médicos del Hospital Austral, así como el que se difundió este miércoles. Aquellos primeros escritos, muy escuetos, fueron rubricados por Luis Buonomo y Marcelo Ballesteros, miembros de la Unidad Médica Presidencial.
Según el médico y periodista Nelson Castro, que reveló detalles del caso, ese nuevo nódulo descubierto a la Presidenta, al ser “palpable”, debió haber sido detectado en los análisis previos que se le hicieron a la mandataria.
El nuevo comunicado del Hospital Austral, además, no aclara en qué condiciones se realizó a la Presidenta la biopsia por congelamiento, que es de práctica durante la cirugía para definir el curso de la intervención. Nelson Castro había contado que ese procedimiento no había sido realizado durante la cirugía a Cristina: “Dentro del quirófano alguien se sorprendió por ello”, describió el periodista.
El comunicado del Austral da entender que el procedimiento se realizó, pero una vez que a la Presidenta ya le habían extirpado la totalidad de la glándula tiroides : “De acuerdo a este informe, se dio por finalizada la cirugía”, se dice sobre ese punto.
El texto señala, además, que “la biopsia por congelación realizada informó neoplacia folicular para el nódulo dominante del lóbulo derecho y neoplacia folicular sospechosa de malignidad para el nódulo izquierdo”, pero que este último resultado “se difirió”. El estudio del 22 de diciembre realizado sobre el nódulo del lóbulo derecho se consideró “compatible con carcinoma” y luego se comprobó el error. Y el primer diagnóstico sobre el nódulo izquierdo arrojó que era “sospechoso de malignidad” y también era equivocado, según confirmó la biopsia definitiva realizada en el Instituto Roffo, dependiente d ela UBA.
Clarín, 13-1-12