DON BOSCO

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"BUENOS CRISTIANOS Y HONRADOS CIUDADANOS"

Suiza, los sátrapas y el apriete


Por Alberto Buela

Nosotros en Iberoamérica tenemos una larga experiencia de 200 años de expropiación por parte de Suiza de los dineros públicos y privados, que la sucesión de los distintos gobiernos ha realizado en forma continuada y regular.
Sobre los dineros públicos que la multiplicidad de tiranos “latinoamericanos” les robó a nuestros pueblos y depositó en la respetuosa, confiable y silenciosa Suiza, nunca pudieron éstos recuperarlos. Hoy que se hacen estudios sobre todo, falta un estudió acerca de los montos millonarios que la sobria y honesta Suiza le “encanutó” a los sátrapas americanos, africanos y asiáticos. Rafael Trujillo, Duvalier (padre e hijo), Pérez Giménez, Anastasio Zomosa, Alfredo Stroessner, Rojas Pinilla, Carias Andino, Banzer, Pinochet, Mobuto, Obiang, Biya, Deby, Zenawi, Idi Amin, Al Bashir, etc.

Hace ya varios años Horacio Ferro (h) me contó que su padre, el abogado laboralista más prestigioso y trabajador de su tiempo depositó en Suiza un millón de dólares. Muerto su padre y con todos los papeles de su sucesión en perfecto orden, viajó a Suiza y le negaron la entrega del dinero. Comenzó allí un engorroso y costoso juicio internacional llevado a cabo por el estudio jurídico más importante de Argentina con varios abogados acá y varios en Ginebra, y luego de más de diez años tuvo que llegar a un arreglo extra judicial por setecientos mil dólares.
En definitiva, los suizos se quedaron con trescientos mil dólares y el uso gratuito de un millón durante veinticinco años utilizando el método “del apriete” (extorsión).

En estos días los suizos le congelaron una cuenta de casi dos millones de dólares a Covelia SA, una firma vinculada estrechamente al secretario general de la CGT. Sin ser unos genios pero apoyados en el relato de Horacio Ferro (h), conjeturamos que ese dinero no lo ven más.

El exhorto suizo desató la reacción del líder de la CGT, Hugo Moyano, quien llamó a un paro general el día viernes para realizar el lunes, pero el sábado lo levantó. Qué recurso utilizó?: el apriete. El mismo que sus estafadores suizos.

La cultura del apriete

Apenas comenzado este 2011 tuve ocasión de leer el mejor artículo redactado en 2011 sobre ensayo político cultural “La cultura del apriete” cuyo autor es Álvaro Abós, otrora prestigioso abogado laboralista (tiene varios libros e investigaciones sobre el tema) quien abufachado del mundo sindical lo abandonó por la escritura y el ensayo. De él no se puede decir que sea gorila ni antiperonista, es un socialdemócrata progresista al mejor estilo europeo.

Allí sostiene que “durante los años kirchneristas la Argentina ha sido gravemente envenenada por una pócima nefasta: el apriete”. Que se ha convertido en la lucha darviniana de todos contra todos. Por el reclamo más baladí se cortan las rutas y las calles impidiendo la circulación de las mayorías, se suspenden los vuelos sin ton ni son, no hay nafta ni monedas, ni billetes, se lanzan paros sorpresivos invocando razones traídas de los pelos, en fin, el ciudadano de a pie es rehén de los grupos minoritarios (piqueteros de distinto pelaje, sindicatos aislados, estudiantes disconformes, desocupados con planes descansar, etc.). Y para colmo de males no se los puede denunciar porque inmediatamente uno es tachado de “conspirador y golpista”.

Como las instituciones de la democracia procedimental y formal no funcionan, pues no dan cabida “al peticionar ante las autoridades” que garantiza la Constitución, los grupos de presión lo reemplazaron por “el apriete”. Y a renglón seguido define el término magistralmente: “apretar es llamar la atención del otro que nos ignora, cuando debería ocuparse de nosotros y nuestros problemas. Es una forma degenerada y enferma de vivir en comunidad”. El kirchnerismo adoptó como principio de todos los principios no reprimir las protestas bajo la forma de apriete. Pero al mismo tiempo desde el Gobierno también se apretó: se gobernó para los intereses de grupo o sector, se demonizó a los adversarios, se ahogó económicamente a los mass media que no le eran afines: “en la cultura, para solo citar un espacio, los lugares de privilegio y centralidad, los honores, los cargos, los auspicios, los créditos, los viajes, los sueldos, los jugosos contratos fueron para los artistas que compartían, simpatizaban o no se metían con el poder”.
Y termina como muy buen laboralista: incluso el derecho a huelga bien fundado no se puede extender a aquellos trabajadores de quienes dependen otros valores prioritarios: la salud, la seguridad para no hablar del derecho a la libre circulación.

No está demás recordar que este es uno de los motivos por los cuales la Constitución peronista de 1949 no contemplaba el derecho a huelga en los funcionarios y servidores públicos en las fuerzas de seguridad y en la justicia.

Colofón

Moyano, que cambió su look, su facha, en los últimos tiempos: comenzó a utilizar lentes finos a diario (los anteojos finos morigeran la agresividad de la figura pesada que tiene), se dejó la barba entre light y revolucionaria como para acercarse a la izquierda. Pero la izquierda que está en el poder (Zaninni y Verbisky) no lo quiere y le hizo la cama, le tendió una celada. El hombre, a pesar de sus asesores progresistas reaccionó en forma inmediata y llamó al paro. Luego lo levantó, pero el daño está hecho y la cancha quedó marcada. Como termina esto: chi lo sa.

politicaydesarrollo.com.ar, 22-03-2011