DON BOSCO

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"BUENOS CRISTIANOS Y HONRADOS CIUDADANOS"

No quedan dudas del trasfondo de la droga



A un año del crimen de Danesa Carnero, la niña de 3 años que en la mañana del 17 de marzo de 2010 apareció ahorcada en un descampado de barrio Müller, en la ciudad de Córdoba, desde la fiscalía aseguran que ya estaría demostrado el trasfondo de droga que rodeó al asesinato.

Desde el día del crimen permanece judicializado un adolescente de 14 años, apodado “Wally”, sobre el que la investigación policial centró la principal hipótesis. Esta teoría fue adscripta por el primer fiscal que tuvo el caso, Víctor Chiapero, quien remitió la causa a la Justicia de Menores. Según la Policía, la noche del asesinato, el chico habría confesado ser el autor del homicidio, cansado de que la nena le dijera “orejudo sucio”.

Sin embargo, en la causa pronto se acumularon numerosos testimonios que advertían sobre un trasfondo de venta de drogas y amenazas vinculadas con ese ambiente, elementos que no habían sido tenidos en cuenta en un principio. Entre ellos, el de una chica que ese mismo 17 de marzo había declarado que la familia de Danesa había recibido amenazas relacionadas con la venta de drogas.

Ante esto, la jueza de Menores Susana Guastavino remitió la causa al fiscal provincial Raúl Garzón para que investigara la supuesta participación de mayores de edad.

“La incriminación inicial contra el menor se ha ido debilitando”, señaló ahora Garzón, aunque acotó que por el momento tampoco puede desvincularlo por completo.

El fiscal ha solicitado que en los próximos días se realice una pericia multidisciplinaria para intentar dilucidar algunas circunstancias del crimen.

Al mismo tiempo, un hombre mayor de edad, apodado “Víbora”, ha sido imputado por el caso, aunque permanece en libertad ya que por ahora pesa sobre él la figura de sospechoso leve.

También fueron desechadas algunas pruebas contra “Wally” que habían acercado los investigadores policiales, ya que esos testigos se desdijeron.

Entre los numerosos y extensos testimonios recabados –dijo el fiscal– en muchos se hizo referencia a la venta indiscriminada de drogas en el sector, relatos que han sido derivados a la Justicia Federal. De todos modos, aclaró Garzón, tampoco hay por el momento una relación directa entre el narcotráfico y el crimen. “Pero sí ha quedado demostrado que existía un trasfondo en el que la droga aparecía seguido”, apuntó.

Entre los testimonios, algunos vincularían a una ex funcionaria política, aunque distintas fuentes de los tribunales federales aseguraron que hasta ahora no hay ninguna causa abierta contra esta persona.

Como se recordará, en 2010 se conocieron a través de los medios distintas pistas que hasta ese momento no eran tenidas en cuenta por la investigación y que alertaban sobre un trasfondo de drogas. En el programa de televisión ADN, una vecina de barrio Müller llegó a acusar a la ex diputada Liliana Juncos, asegurando que la madre de Danesa comercializaba droga en beneficio de la ex legisladora.

Juncos, funcionaria de la Secretaría de Derechos Humanos de la Provincia, renunció al conocerse esta sospecha, aunque reiteró que ella no tenía ninguna relación con el narcotráfico y dijo estar “cansada” de que la acusaran “sin pruebas”. La madre de Danesa también se defendió negando la acusación.

En esos días, el gobernador Juan Schiaretti dijo que no le iban a “regalar la calles a los narcotraficantes”.

Por su parte, los abogados Aurelio García Elorrio y Marcelo Toruriño, que defienden a “Wally”, hoy continúan insistiendo en que el crimen tiene vinculaciones con el narcotráfico. “Esta causa ha servido para que se sepa claramente que la mala política y la mala policía liberan territorios inmensos para los ‘narcos’, y cuando los vendedores de drogas tienen problemas esa mala policía va en su ayuda; no obstante, todavía confío en la buena policía que aún nos queda”, se despachó García Elorrio.

La Voz del Interior, 13-3-11