Telam, 05/07/2021
El ministro de
Desarrollo Social, Daniel Arroyo, afirmó que el ingreso universal es un
"debate que hay que darse para los próximos años", con la idea de que
incluya "una contraprestación laboral".
"Hay cerca de
3 millones de personas con dificultades de trabajo. La Argentina tiene que ir a
un ingreso universal de base con contraprestación laboral", sostuvo Arroyo
esta mañana en declaraciones emitidas a AM 750.
Agregó que hoy no
están dadas las "condiciones fiscales" para llevarlo a la práctica,
pero asumió que "es un debate que hay que darse para los próximos años,
partiendo de la idea de que todo apoyo económico que da el Estado tiene que
tener contraprestación laboral".
Arroyo mencionó el
Programa Potenciar Trabajo, que es una política acorde con esta idea de la
contraprestación laboral, y también se refirió otro objetivo que se busca que
es el impulso a la actividad comercial local, lo que se logra también a través
de la Tarjeta Alimentar.
"Estamos
yendo por ahí. La semana pasada tuvimos reunión con los ministros del Mercosur
y ese fue uno de los puntos de debate", indicó el funcionario.
A su vez, realizó
un desglose de la situación de los 9 millones de argentinos que cobraron el
Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) durante los meses más críticos de
aislamiento social a causa de la pandemia de coronavirus y destacó que
"hay 3 millones de personas que recuperaron la actividad anterior",
en tanto que "otros 3 millones van en camino y otros 3 millones tienen
muchos problemas, ya sea porque perdieron sus trabajos y no lo pudieron
recuperar".
"Esa es la
base del problema social argentino", manifestó el ministro, quien, a su
vez, insistió en la importancia del precio de los alimentos.
"Nuestro gran
desafío es el precio de los alimentos, porque si suben los alimentos sube la
pobreza", declaró Arroyo, y agregó que se están "encarando varias
políticas para que el productor le venda directamente al consumidor" como
los espacios en ferias locales.
"Estamos
trabajando y reconstruyendo una situación muy crítica. A cuatro años
desastrosos económicos le siguió luego la pandemia, pero donde antes había solo
angustia, ahora hay angustia y esperanza", concluyó el ministro.