se felicita por el Ingreso
Mínimo Vital
Vida Nueva, 29-5-20
El Consejo de Ministros
Extraordinario ha aprobado hoy una de las propuestas más significativas del
Gobierno de colación de izquierdas liderado por Pedro Sánchez: el Ingreso
Mínimo Vital. Una medida por la que recibirían una ayuda concreta y continua
hasta 2.300.000 ciudadanos en situación de grave vulnerabilidad.
Jesús Fernández, obispo
auxiliar de Santiago de Compostela, se felicita por ello y destaca que “Cáritas
[el prelado es su responsable en la Conferencia Episcopal] ha colaborado con el
Gobierno en la puesta en marcha de esta medida. El Ejecutivo ha escuchado algo
que le llevábamos mucho tiempo solicitando y se ha apoyado en buena parte en el
Tercer Sector, especialmente en nosotros”.
Clave en su aplicación
De este modo, Cáritas “puede
contribuir mucho a su aplicación en cosas como ser un puente con la gente
atendida en muchos proyectos e informarla de su situación, por si pueden ser
beneficiarios de esta ayuda. Lo mismo puede hacerse con muchas personas que, al
no tener su situación regularizada, son invisibles para el Gobierno, pero no
para Cáritas, que las apoya en su día a día”.
Para Fernández, la medida va
en consonancia “con la Doctrina Social de la Iglesia, en el sentido de que todo
se ha creado para todas las personas. También apela al bien común y hemos de
involucrarnos en él, pues es algo que mira por la dignidad de todos”. Además de
que, como concluye el obispo, “esto es algo que ya se hace en muchos países y
en varias de nuestras autonomías. Se trata de complementar algo que ya se aplica
y que, aunque tampoco solucionará el problema de la pobreza, sí paliará al
menos la más severa”.
No es la renta mínima
universal
Sebastián Mora, profesor de
la Universidad Pontificia Comillas y durante muchos años secretario general de
Cáritas Española, pide que “no se confunda esto con el salario mínimo
interprofesional ni con la renta mínima universal”, a la que ha llamado
recientemente Francisco.
“Estamos –añade– ante algo bueno y deseable, y que
Cáritas lleva pidiendo desde hace unos 15 años, y es que, a nivel estatal y con
unos criterios comunes, hay que establecer un sistema de garantía de ingresos
mínimos. Un modelo, además, que ha de ser permanente para personas en una
determina condición social, mientras dure esta”.
Para Mora, otro aspecto
deseable es que sea “ágil y flexible, por lo que ha de coordinarse con las
autonomías y atender a determinadas posibilidades laborales: por ejemplo, hay
gente a la que le salen trabajos de fin de semana y han de renunciar a ellos
porque pierden lo recibido en la ayuda; una posibilidad es que esta se pueda
reducir algo en esas circunstancias y complementarse con el sueldo recibido,
ganando así más dinero el beneficiario”. “Más allá de cómo se aplique –concluye
Mora–, el fin, el horizonte y la filosofía de esta medida es bueno y necesario.
Lo era ya antes, por lo que ahora, tras el impacto por el coronavirus, lo es
aún más”.
Una excelente noticia
Gonzalo Ruiz, presidente de
la HOAC, entiende que es “una excelente noticia” que el Gobierno mire por
“aquellas familias en pobreza extrema”, pues “la situación de absoluta
vulnerabilidad en la que están miles y miles de familias no tiene espera. Es
fundamental que se ponga en marcha sin dilación para que, rápidamente, las
familias afectadas puedan hacer uso de esos recursos económicos y puedan
afrontar su futuro con cierta esperanza”.
Para Ruiz, “esta medida,
entre otras, ha de ser el camino para que las personas y colectivos más
vulnerables no se queden en la estacada y la brecha social no se agrande. No
debemos olvidar que España es uno de los países europeos con mayor desigualdad
social y mayores índices de pobreza”. De ahí que alerte “de las dificultades
que pueden suponer los procesos burocráticos que llevan todos estos planes,
convirtiéndose la obtención de la ayuda en una auténtica carrera de obstáculos,
como muchas veces denuncian los militantes comprometidos en los barrios
ignorados”.