nos habla del tesoro de la
Doctrina Social de la Iglesia y recomienda algunas encíclicas
Javier Navascués
Infocatólica, 23.06.20
D.
Alberto Bárcena es licenciado en Derecho por la Universidad Complutense de
Madrid y doctor en Historia Contemporánea por la CEU San Pablo. Desde el año
2001 es profesor del Instituto de Humanidades Ángel Ayala de la Universidad CEU
San Pablo, en donde ha impartido las asignaturas de Historia de las
Civilizaciones, Historia de España, Historia Social de Europa y Doctrina Social
de la Iglesia en las facultades de Derecho, Económicas y Humanidades.
Prestigioso escritor y conferencista, ha difundido en YouTube, con una difusión
espectacular, muchos temas controvertidos e importantes como Nuevo Orden Mundial,
Masonería o los presos del Valle de los Caídos, por citar algunos de ellos. En
esta ocasión nos habla de un tema que le apasiona y que conoce a la perfección:
la Doctrina Social de la Iglesia y nos recomienda algunas de las principales
encíclicas.
¿Cómo se puede definir de
manera específica la Doctrina Social de la Iglesia y qué períodos y temas
abarca?
El conjunto de
pronunciamientos emitidos por la Iglesia, concretamente por los Papas en la
edad contemporánea sobre cuestiones sociales. El arranque de la Doctrina Social
de la Iglesia sería con León XIII con su encíclica Rerum novarum. Eso sería por
ponerle un origen porque la Iglesia ha hablado de temas sociales siempre, pero
ya de una manera tan sistemática, que aborde todas las cuestiones de una
sociedad tan conflictiva como es la contemporánea, ocurre precisamente en esta
etapa.
¿Qué supuso la Rerum
novarum?
Como su nombre indica va a
hablar de las cosas nuevas de cosas nuevas de la sociedad que ha cambiado, que
sigue cambiando, de los problemas que han aparecido y aquí habla de todo, de
las relaciones laborales, del papel del Estado, de la función que tiene que
representar el poder en la sociedad…en fin cuestiones muy nuevas porque el
mundo de 1891, fecha de la encíclica, es un mundo que en el que ya se dejan ver
los efectos del régimen liberal, un régimen que nace de la Revolución francesa.
Ya hay muchas cuestiones que hay que aclarar evidentemente y a partir de ahí
hasta la fecha.
La prueba de que esta
encíclica es un referente y que marca el comienzo de la Doctrina Social de la
Iglesia es que luego muchos Papas, sucesores de él, han conmemorado esta fecha
con encíclicas que hacen referencia a la misma. Por ejemplo Quadragesimo anno
de Pío XI a los 40 años o Centisimus annus de San Juan Pablo II, a los 100 años
en 1991.
¿Hasta que punto es
conveniente o necesario que los católicos conozcamos las enseñanzas de la
Doctrina Social de la Iglesia?
Es de una importancia
capital porque el católico tiene que formarse. Está muy bien la fe, por supuesto,
y es lo que hay que profesar, pero en un mundo como este, en donde encontramos
frecuentemente una hostilidad hacia la fe o hacia los principios de la Iglesia
tenemos que saber argumentar. La doctrina nos ayuda en este sentido mucho
porque toca todos los temas sociales y lo hace de una manera irrefutable porque
las fuentes de la doctrina son por un lado la revelación, la fe revelada y por
otro la razón. Fe y razón no se contradicen. Todo lo contrario se complementan.
Decía San Juan Pablo II que son las dos alas que sirven al hombre para elevarse
a la contemplación de la verdad. Esto lo dice en la encíclica Fides et ratio.
¿Además de a los católicos,
qué es lo que aportan a todo hombre en general?
Son pronunciamientos muy
abiertos que pueden ser tenidos en cuenta por personas que no pertenecen a la
Iglesia Católica y que ni siquiera son cristianos. A partir de León XIII estos
pronunciamientos adquieren un gran prestigio, una gran autoridad porque,
incluso los no cristianos, reconocen que detrás de ellas hay una autoridad
grande, con un gran peso moral y también son documentos elaborados en base a la
razón, en base a principios inamovibles, que podrán compartirse más o menos,
pero que desde luego deben ser tenidos en cuenta porque han marcado pautas, sobretodo
en tiempos en los que no existía una hostilidad tan marcada hacia la Iglesia
como se viene viendo en los últimos tiempos. Esta doctrina también ha sido un
referente para muchas personas que no tienen nada que ver con la Iglesia.
Dice ha sido porque la
mayoría de gobiernos, que siguen las pautas del Nuevo Orden Mundo, las dejan de
lado.
Realmente son muy pocos los
gobiernos que las aplican porque los países que están resistiendo al Nuevo
Orden Mundial, a esta nueva ideología relativista, sincretista, contraria a la
fe y a la razón, también son minoría. En países en los que hay una mayoría
católica, se les lamina y se les presiona económica y políticamente a través de
organizaciones internacionales. Se les amenaza con la exclusión, con sanciones
económicas, con no otorgarles ayudas…Hoy en día la Doctrina Social de la
Iglesia se considera incluso como algo perjudicial. Se ha llegado a decir que
era muy dañina porque choca con, lo que en el Nuevo orden Mundial, se ha
definido como los nuevos derechos, que no son aditivos sino que vienen a
reemplazar a los ya proclamados.
¿Cuáles son los nuevos
derechos?
Entre los nuevos derechos
están sobretodo los sexuales y reproductivos y por supuesto la vida humana ya
no es un derecho. Todo lo que dice la Iglesia desde hace más de 20 siglos entra
en conflicto con estos nuevos derechos artificiales creados por organismos
internacionales y sostenidos en una falsedad evidente que no aguanta una
crítica racional siquiera.
Sin embargo para muchos
fieles católicos e instituciones ha sido una fuente constante de inspiración.
Evidentemente, ha habido
gobiernos católicos que lo han tenido como un referente que había que seguir al
pie de la letra. Por ejemplo en el régimen de Franco la Doctrina Social de la
Iglesia era tan importante que en el Valle de los Caídos una parte esencial de
este monumento es el Centro de Estudios Sociales, que se funda precisamente
para recopilar y dar a conocer la doctrina de los pontífices y que esas
enseñanzas se den a conocer a empresarios, sindicatos y a todos los agentes
sociales, de manera que esa doctrina se aplique en la práctica.
Hay muy buenos
compendios…pero, ¿podría citar algunas de las encíclicas claves que aconsejaría
leer primero?
Habría que ver el tema que
les interesa más, pero ahora mismo el tema crucial es la vida y la familia
humana. En cuanto a la defensa de la vida San Juan Pablo II nos dejó un
auténtico tesoro que se llama Evangelium Vitae, en donde fue él el que habla ya
de la cultura de la muerte, que se iba adueñando de la cultura occidental.
Habla de la defensa de la vida en cualquier aspecto, desde su concepción hasta
la muerte natural. El tema crucial está en la vida y del mismo Papa recomiendo
Veritatis Splendor porque es el gran instrumento para atacar el relativismo que
nos está destruyendo. El relativismo moral ha sido elevado a categoría de
dictadura, un término que acuñó Benedicto XVI a punto de convertirse en Papa.
Ese relativismo no hay ninguna encíclica que lo analice y lo explique mejor
para desmoronarlo que Veritatis Splendor, quees una encíclica que debe conocer
cualquier católico para que se aclare y que sepa que cuando está defendiendo la
verdad, la verdad existe y que los actos son malos o son buenos. Los actos
intrínsecamente malos lo son y no hay nada que pueda cambiar eso y los que son
buenos lo son también. No hay 40 verdades, hay una sola.
En la Universidad tienen
bien clasificadas estas encíclicas por temas.
Nosotros en el CEU tenemos
un manual de Doctrina Social de la Iglesia para nuestros alumnos, en donde se
recogen todos los temas de forma sucinta. Tenemos un capítulo dedicado a la
Bioética, que es fundamental, lo que se puede o no hacer desde la ciencia. No
todo lo que la ciencia puede hacer es legítimo. Hoy en día hemos llegado muy
lejos en esto, veamos la reprodución asistida, por poner un ejemplo. Teneos un
tratado dedicado a la Familia y al matrimonio, otro sobre la Economía etc.
¿Qué otras encíclicas claves
destacaría?
León XIII con su Rerum
novarum, pero con otras muchas encíclicas como Humanum Genus, la encíclica de
1884 que condena la masonería de la forma más contundente que se ha hecho nunca
contra la secta. También tiene Inmortale Dei, en donde habla de la constitución
cristiana del Estado.
De San Pío X, ¿qué vamos a
decir? Un Papa santo que tuvo una repercusión enorme. Tenemos de él por ejemplo
Vehementer Nos que yo subrayaría en importancia porque está hablando del
laicismo en lucha contra los derechos de Dios y de la Iglesia. Es una encíclica
dedicada a Francia, cuando allí se establece la ley de separación entre Iglesia
y Estado, que viene acompañada de una persecución muy clara a la Iglesia por
vía de obra, por vía legal.
San Pío X tiene una
importante enclícicla contra el modernismo, de hecho el fue de los primeros en
utilizar este término.
Efectivamente tiene una
encíclica contra el modernismo, que yo recomiendo muchísimo leer porque aunque
parecía que él había acabado entonces con el modernismo no fue así y brotes de
modernismo ha habido después. Esta encíclica de 1907 se llama Pascendi Dominici
Gregis, en donde critica el agnosticismo, la oposición a la verdad revelada,
algo muy propio del modernismo y que ya en la Ilustración se ve, pero que a
principios de siglo XX era esa interpretación al estilo de Lutero, de
interpretar la Escritura y la figura de Cristo como a él le pareciese. Es el
relativismo lo que está ya aquí denunciando como modernista.
Contra el liberalismo, León
XIII tiene una encíclica clave.
Libertas praestantissimum de
León XIII nos da los tres grados de liberalismo, el de primer grado que niega
la fe revelada, el de segundo grado, en donde afirma que tiene que estar muy
separada la Iglesia y el Estado y luego hay uno de tercer grado del católico
que práctica su fe en la intimidad, pero fuera de casa jamás. Esto que es una
victoria del relativismo actual lo que ha conseguido que el católico en la vis
pública no se manifieste y eso es de extrema gravedad.
En Centesimus Annus, San
Juan Pablo II aborda un tema muy importante como es la defensa de la verdad.
Al igual que en Veritatis
Splendor que se dedica solamente a eso, dice que hay actos intrínsecamente
malos, que no hay nada que los pueda mejorar ni atenuar. Lo malo es malo y lo
bueno es bueno. En Centesimus Annus viene a decir que quien se adhiere a la
verdad ya no es fiable desde el punto de vista democrático por entenderse que
la actitud propia del demócrata es el escepticismo agnóstico y acaba el párrafo
diciendo que una democracia sin valores se convierte en un totalitarismo
visible o encubierto, como la historia demuestra. Esta es una enorme verdad
porque formalmente es una democracia, pero si le quitas los valores, si
expulsas la ley natural de la vida pública o de la inspiración de la
legislación, eso acaba siendo un totalitarismo como lo que estamos viviendo en
nuestros días.
Los Papas escriben en un
lenguaje facilísimo. Las encíclicas están redactadas con esa idea de que puedan
ser comprensibles en una primera lectura por cualquier hombre de buena
voluntad. También destacaría las condenas de los totalitarismos de Pío XI.
Condena el comunismo en Divini Redemptoris, ytiene una referencia a la
persecución de la Guerra Civil española. Una condena clara del comunismo, con
todo lo que ello implica. Ahora que está tan de moda el comunismo, y resurge
con diferentes nombres, recomiendo leer esta encíclica. La Humanae Vitae de San
Pablo VI explica con claridad que todos los métodos anticonceptivos no
naturales son rechazables. Causó un gran impacto porque es de 1968, el año de
la revolución sexual, del mayo francés. Caritas in veritate de Benedicto XVI,
en donde habla del principio de subsidiaridad y donde dice que no debemos abrir
la puerta a un poderoso poder universal de tipo monocrático (está hablando del
Nuevo Orden Mundial). El gobierno de la gloabalidad, entendiendo que debe haber
organismos que organicen este mundo ya tan conectado, ha de ser de tipo
subsidiario articulado en múltiples niveles. Estas son algunas de las
encíclicas más importantes que citaría, pero evidentemente hay muchas más y les
animo a leerlas, pues se han publicado muy buenos compendios y en la página
http://www.vatican.va/, por ejemplo, pueden encontrarlas.
Para finalizar, ¿Cuál ha
sido su experiencia como profesor del bien que ha hecho la Doctrina Social de
la Iglesia a sus alumnos?
Como experiencia personal
como profesor, muchos alumnos me reconocen lo que les ha cambiado conocer esta
doctrina. Es una enorme satisfacción porque ha sido vehículo de Dios y he visto
hasta conversiones. Hace poco una alumna me decía que tras entibiar en su fe,
al estudiar la doctrina católica había comprendido que todo lo que aprendió en
su casa era verdad. Y esta chica tras volver a la fuente de la fe, ha cambiado
de forma verdaderamente impresionante. Y no es el único caso. A lo largo del
tiempo he visto auténticas conversiones que han durado en el tiempo y han sido
profundas.
Por Javier Navascués