Por Carlos Alvarez
Cozzi
Una nota publicada en la web (https://www.actuall.com/criterio/vida/bebes-medicamento-destruccion-de-embriones-asi-vulneran-los-gobiernos-la-dignidad-humana/?mkt_tok=eyJpIjoiWmpRNU5HTmtOekkyWmprMiIsInQiOiJGSWcreWFSOUNTNUlHU0Q5ekFaQTh4Mnlyd2luXC9UVXc4QTg5UWJXdkJpdjRPNG1Vdm1aRHJrOUVyNmQ5d1NldG1wNFJ3NXg1czVGbDJDczJXaUx4VlhJNHhnOFZYdWppdU9icng3XC96OXFvYjdRbVJoTGtleWlVTEU4dkxCRGZPIn0%3D), da cuenta que en
algunos países se utilizan fetos para hacer medicamentos o incluso productos
cosméticos o joyería (“EMPRESA AUSTRALIANA UTILIZA EMBRIONES HUMANOS
CONGELADOS PARA HACER JOYERÍA”, (http://www.pensamientocivil.com.ar/doctrina/2912-cosificacion-del-ser-humano)
Sin
embargo en el 2017 se cumplen
20 años desde la aprobación de dos importantes declaraciones internacionales en
el contexto de la investigación biomédica y los Derechos Humanos.
Se trata del “Convenio de Oviedo”, impulsado por el
Consejo de Europa para la “Protección de los Derechos Humanos y la
Dignidad del Ser Humano con respecto a las aplicaciones de
la Biología y la Medicina”, aprobado en Oviedo el 4 de Abril de
1997, y la “Declaración Universal sobre el Genoma Humano y los Derechos
Humanos”, aprobado en la sede de la UNESCO en París el 11 de Noviembre de 1997,
recuerda la nota primeramente referida.
A ello se añade el próximo cumplimiento del
decimo quinto aniversario de la culminación del “Proyecto Genoma
Humano”, cuyos principales resultados se publicaron en la revista Natureel
21 de Abril de 2003, haciendo coincidir esta fecha con el 50 aniversario de la
publicación en la misma revista del descubrimiento científico más importante
del siglo XX, la estructura de la “molécula de la vida”, el ADN.
Los dos Manifiestos indicados hacen énfasis en el
respeto a la dignidad de los seres humanos.
En el preámbulo del Convenio de Oviedo se señala: “la necesidad de respetar al
ser humano a la vez como persona y como perteneciente a la especie humana y se
reconoce la importancia de garantizar su dignidad, conscientes de
las acciones que la podrían poner en peligro mediante una práctica inadecuada
de la biología y la medicina”.
Por su parte la
Declaración Universal sobre el Genoma Humano y los Derechos Humanos de la
UNESCO dice ya en su primer artículo que: “El genoma humano es la base de la
unidad fundamental de todos los miembros de la familia humana y del reconocimiento de su dignidad intrínseca
y su diversidad. En sentido simbólico, el genoma humano es el patrimonio de la
humanidad”. En dicha Declaración trabajó nuestro ex Canciller y
Catedrático de Derecho Constitucional de Uruguay, don Héctor Gros Espiell.
Como vemos ambas
declaraciones se colman de buenos propósitos al exigir el respeto a la dignidad
humana.
Sin embargo, contrasta la claridad con que se
expresan estos textos con algunos de los hechos y los procesos legislativos
desarrollados a posteriori, especialmente en lo que concierne a la primera
etapa de la vida humana.
No obstante dichos
instrumentos, estados del primer mundo como Gran Bretaña, (y lamentablemente no
es el único) que no se adhirió a la firma del Convenio de Oviedo, ha impulsado
muchas de las innovaciones tecnológicas menos respetuosas con la vida humana en
su etapa inicial (producción de embriones quimera “hombre-animal”, ley del “hermano-salvador”,
producción de “embriones triparentales”, aprobación de la “edición genómica” en
embriones, etc.), y cómo fueron asumidas por países firmantes del Convenio,
como es el caso de España, señala la nota de prensa.
Y agrega: “El
cigoto es la primera realidad corporal humana y el embrión y el feto son las
etapas iniciales de la vida que transcurren desde su formación sin solución de
continuidad, merced a su propia constitución genética.”
A pesar de la claridad de
la normativa estas leyes españolas no han respetado dichos instrumentos
internacionales:
·
La “Ley de Técnicas de Reproducción
Asistida” de 2003.
·
La “Ley de Técnicas de Reproducción
Humana Asistida y de Investigación con Embriones” de 2006,
·
La “Ley de Investigación Biomédica” de
2007
·
La “Ley de salud sexual y reproducción y
de la interrupción voluntaria del embarazo” de 2010.
La conclusión es que
se siguen sin respetar los principios de la comunidad internacional y los
grandes intereses de los laboratorios priman sobre la dignidad y los derechos
humanos de los más indefensos: los concebidos no nacidos.
Hasta cuándo las
Naciones Unidas seguirán mirando para otro lado?. Ese mismo organismo que
cuenta con un Alto Comisionado para los DDHH parece que no ha descubierto que
se es humano antes de nacer!