NUEVA YORK, 3 de
abril (C-FAM)
Un organismo de la ONU afirma que el aborto
debería ser una de las prioridades de la salud materna y tergiversa información
para expresar su idea mientras los países analizan una nueva agenda de
desarrollo mundial, según un informe publicado esta semana.
El Fondo de Población
de la ONU (UNFPA,
por sus siglas en inglés) examinó el modo en el que los países implementaron
las políticas de desarrollo a lo largo de los últimos veinte años e hizo
sugerencias para políticas futuras. Sus conclusiones fueron publicadas antes de
la reunión de la Comisión
de Población y Desarrollo de las Naciones Unidas, que se celebrará la próxima
semana.
El análisis del UNFPA
presenta considerables tergiversaciones sobre la salud materna, según un
informe elaborado por Stefano Gennarini, J.D., y Rebecca Oas, Ph.D., quienes
sostienen que el abordaje que hace de la salud materna es engañoso y de poca ayuda.
El trabajo fue publicado esta semana por la agrupación International
Organizations Research Group, rama investigativa de C-FAM, que edita Friday
Fax.
En solo un ejemplo,
los autores observan que el informe del UNFPA hace referencia al aborto 192
veces en el documento de 234 páginas, diez veces más de las que menciona en
conjunto a la salud materna y a la mortalidad materna. El Fondo de Población
recomienda que se legalice el aborto y que se amplíe más el acceso a él,
particularmente para los adolescentes, afirmando que esto lo hará «seguro».
No obstante, los
autores analizaron varios estudios que demuestran que la mejora de la salud
materna salva las vidas de las mujeres independientemente de la condición
jurídica del aborto. Recomiendan que esta siga siendo una alta prioridad del
nuevo esquema de desarrollo de la
ONU , conocido como agenda de desarrollo post 2015.
Los países se
equivocarían si creyeran que legalizar el aborto o hacerlo más accesible
automáticamente reduciría el número de muertes maternas, sostiene el informe.
En un país donde el parto es altamente riesgoso debido a la falta de
saneamiento, de carreteras en buenas condiciones y de profesionales sanitarios
calificados, no existe el aborto seguro, sea o no legal.
El trabajo argumenta
que la mortalidad derivada del aborto solo puede reducirse si se mejora la
salud materna. Cuando se la potencia en su conjunto, menos mujeres mueren a
causa del aborto, independientemente de que sea legal. La liberalización de las
leyes de aborto no hace nada para garantizar que el parto sea seguro para la
madre o para que mejore la infraestructura sanitaria en general.
La mejora de la salud
materna era uno de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), y pese a
avances en los últimos años, las muertes maternas continúan siendo
inflexiblemente frecuentes, en especial en el África subsahariana. El informe
habla a favor de que la salud materna siga siendo una meta diferenciada en la
agenda de desarrollo post 2015 que reemplazará a los ODM.
Asimismo, advierte
sobre el esquema esbozado en el análisis del UNFPA, que considera a la salud
materna como un subconjunto dentro de la «salud reproductiva».
Esta distinción tiene
importantes repercusiones en la provisión de fondos. El hecho de convertir
a la salud materna en parte de una
amplia categoría de salud reproductiva desviaría recursos de actuaciones
tendientes a ayudar a las mujeres en el parto y los reorientaría hacia
productos no esenciales de salud reproductiva. Un ejemplo es cómo el programa
mundial del UNFPA para asegurar el suministro garantizado de «productos de
salud sexual y reproductiva» utiliza recursos que también deberían destinarse a
suministros para el parto. El Fondo de Población informa que «[l]a gran mayoría
de los fondos para bienes se utilizan para anticonceptivos y condones».
Este énfasis en el
aborto y la anticoncepción refleja la prioridad general del UNFPA de reducir la
fecundidad y el crecimiento de la población, comprueban los autores. No
obstante, en un mundo donde los países enfrentan cada vez más el envejecimiento
de la población y la disminución demográfica, es necesario un nuevo
encauzamiento de las políticas. Se gasta una enorme cantidad de recursos para
garantizar que las mujeres de los países en desarrollo puedan evitar tener hijos,
pero poco o nada se hace para atender la penosa situación de muchas mujeres de
África y el sur de Asia que padecen de infertilidad curable, concluyen.
El nuevo informe será
distribuido entre los delegados de la
ONU y otras personas involucradas en la determinación de la
agenda de desarrollo post 2015.