By Stefano Gennarini, J.D.
NUEVA YORK, 28 de
febrero (C-FAM)
Furioso por no poder
introducir una definición de familia compatible con la homosexualidad en un
nuevo documento de la ONU ,
el gobierno de Obama intentó eliminar expresiones acordadas por los fundadores
de las Naciones Unidas y reiteradas en documentos desde entonces.
A menudo polémica en
las últimas décadas, la familia ha sido un fútbol diplomático en el que un
sector está ansioso por el reconocimiento de «diversas formas de familia»,
mientras que el otro se aferra a la noción de que la familia es «el elemento natural y fundamental de la
sociedad», tomada directamente de la Declaración Universal
de Derechos Humanos.
A puertas cerradas,
los negociadores estadounidenses solicitaron que se reemplazara la definición
de la familia de la
Declaración Universal de Derechos Humanos por una extensa
descripción nueva de familias que tienen «diversas formas y funciones» y ponen
de manifiesto la «diversidad de preferencias individuales».
La definición
propuesta excluye la noción de familia natural, basada en la unión entre un
hombre y una mujer, como norma para la procreación y la crianza de los hijos.
La iniciativa estadounidense a la larga fue rechazada por los estados miembros
de la ONU.
Esta maniobra coloca
a los Estados Unidos en una situación extraña.
Es más, la definición
que la ONU hace
de la familia se refleja en las constituciones de casi 120 países.
Los diplomáticos
estadounidenses alegaron que las familias extendidas y las familias
monoparentales no están incluidas en la definición clásica de la ONU. Los delegados de los
países tradicionales interpretaron que el argumento estadounidense era un
pretexto para conseguir el reconocimiento de las uniones entre personas del
mismo sexo, porque siempre se incluyeron las familias extendidas y las
monoparentales en la definición de la
ONU.
Habitualmente, y
hasta hace poco, se daba cabida a propuestas similares de los Estados Unidos en
documentos de la ONU ,
si bien es cierto que jamás se excluyó el lenguaje de la Declaración. Pero
la Asamblea General
rechazó la idea de «diversas formas de familia» en sus últimas dos sesiones
pese a la insistencia de países europeos y de los Estados Unidos. La frase, que
alguna vez se consideró inofensiva, se vio envuelta en la polémica debido a la
insistencia occidental en asuntos relativos a la homosexualidad.
Los Estados Miembros
de la ONU no ven
con buenos ojos el nuevo enfoque en cuestiones que atañen a las personas
lesbianas, gays, bisexuales y transgénero (LGBT) por parte de los Estados
Unidos y de países europeos. Los países occidentales todavía tienen que
presentar una resolución sustantiva que aborde la orientación sexual y la
identidad de género y los países que suelen ser más directos se han limitado a
campañas para difundir los asuntos LGBT a nivel internacional.
Los defensores de las
cuestiones LGBT no son los únicos frustrados en las Naciones Unidas. Existe una
tendencia a hacer retroceder terminología de la ONU que hasta hace poco no se impugnaba, no solo
relativa a los asuntos LGBT, sino también relacionada con la salud sexual y
reproductiva. Las agrupaciones proabortistas se sienten decepcionadas por haber
perdido terreno en las Naciones Unidas. Temen no poder llevar adelante su
agenda en políticas futuras de la
ONU.
Los diplomáticos
estadounidenses despertaron la polémica el año pasado al rechazar expresiones
de la
Declaración Universal de Derechos Humanos. Durante la
negociación de una resolución sobre políticas de la mujer, diplomáticos de
Estados Unidos solicitaron que se eliminara la referencia a que «todo individuo
tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona», también
extraída de la
Declaración Universal de Derechos Humanos.