Newslettter,
15/02/2014
En lo que se puede
considerar una admisión ante la gravedad del problema del narcotráfico en el
país, el ministro de Defensa de la
Nación , Agustín Rossi, sostuvo ayer que la Argentina es un país de
consumo y elaboración de drogas.
"La Argentina , antes, era un
país de tránsito, no era un país de consumo. Hoy esa situación ha cambiado: la Argentina es un país de
consumo y, lo que es más grave, también es un país de elaboración", dijo
Rossi.
Las afirmaciones del
funcionario nacional fueron hechas durante una entrevista con Radio Rivadavia.
Durante el reportaje, el funcionario nacional hizo hincapié, además, en la
grave situación que se vive en Rosario, donde las luchas entre bandas por el
dominio del territorio elevaron a cifras disparatadas la cantidad de
homicidios. Las investigaciones judiciales, además, hablan de la presunta
connivencia de las fuerzas de seguridad de Santa Fe con los negocios del narcotráfico.
Rossi dijo que, a su
entender, "el esfuerzo [en la lucha contra el narcotráfico] hay que
ponerlo en la inteligencia criminal y en las investigaciones de cuáles son las
bandas y organizaciones que actúan en este sentido". Para Rossi no son bandas
que se montaron para dedicarse a ese delito, sino que "cambiaron de
rubro", en particular, dijo, "hablo de lo que ocurre en la provincia
de Santa Fe".
No es común que un
integrante del gabinete nacional admita que la Argentina es un país de
elaboración de drogas. Hasta ahora, oficialmente, se descartaba esa hipótesis.
Cuando las fuerzas
federales de seguridad estaban a cargo de Aníbal Fernández, el hoy senador
nacional afirmaba: "Ni la
Argentina ni Chile ni Uruguay jamás van a ser productores [de
estupefacientes]". Corrían los últimos días de 2008 y así el por entonces
ministro de Justicia y Derechos Humanos de la Nación le respondía al titular de la cartera de
Seguridad bonaerense, Carlos Stornelli, que horas antes había dicho: "El
peligro de ser un país de producción de drogas sintéticas ya está
inquietantemente entre nosotros".
Pero el peligro para la Argentina había
comenzado años antes. En noviembre de 2004 la Policía Federal
descubrió el primer gran laboratorio instalado por narcotraficantes en el país:
con capacidad para refinar y producir más de 300 kilogramos de cocaína por mes.
El lugar, instalado por un ciudadano colombiano que aún tiene pedido de captura
internacional, estaba escondido en una casaquinta en Francisco Álvarez, en
Moreno.
Con el paso de los
años, la problemática creció y organizaciones criminales instalaron en la Argentina laboratorios
de droga sintética. En julio de 2008, la policía bonaerense y el por entonces
juez federal de Zárate-Campana Federico Faggionatto Márquez descubrieron en
Ingeniero Maschwitz un lugar donde ciudadanos mexicanos elaboraban
metanfetaminas.
El año pasado, sólo
en el primer semestre del año, la policía bonaerense desarticuló 12
laboratorios y cocinas de cocaína y droga sintética. En los 12 meses de 2012,
según estadísticas oficiales, fueron descubiertos 21.
La crisis explotó en
Rosario, donde casi todos los días hay homicidios en el marco de una guerra
narco. En octubre del año pasado, la Superintendencia
de Drogas Peligrosas de la
Policía Federal desarticuló una banda narcocriminal que había
montado un laboratorio, en un country, que producía media tonelada de droga por
mes.
"Rosario es una
de las ciudades donde el delito del narcotráfico tuvo un crecimiento
exponencial desde 2010. Mi hipótesis es que donde existe connivencia entre las
fuerzas de seguridad -en el caso de Santa Fe, hablamos de la policía
provincial- con las organizaciones narco el delito encuentra un campo para
avanzar de manera importante", explicó Rossi.
El ministro se
diferenció del gobernador bonaerense, Daniel Scioli, que había hablado de la
necesitad de discutir el rol de las Fuerzas Armadas en la lucha contra el
narcotráfico. "No comparto la mirada de Scioli. No creo que la
participación de las Fuerzas Armadas mejore la situación.".